El documento presenta un protocolo de evaluación de dislalias que incluye la evaluación de los órganos bucofonatorios, praxias, respiración, discriminación auditiva, integración fonémica, discriminación de sonidos ambientales, memoria secuencial auditiva y articulación. El protocolo indica que no debe faltar ningún dato y cómo se llena, observando si hay deficiencias orgánicas o funcionales.