2. EL ROMANTICISMO
Vestido romántico de Odd
Molly
Odd Molly propone un vestido para
el otoño invierno 09/10. Vestido
con reminiscencias vintage y
patrones inspirados en los año
40.Silueta femenina que destaca las
curvas de la mujer de hoy en día.
Muchos bordados, superposiciones,
fruncidos y diferentes tipos de
volantes.
ESTO NO ES EL
ROMANTICISMO
2
Ideas para una cena romántica
Sorprende a tu pareja con las mejores recetas
4. EL ROMANTICISMO
Se conoce con el término de Romanticismo el movimiento natural que se opone, de
forma más o menos explícita, a los principios característicos de la Ilustración y que
es resultado de la profunda crisis social e ideológica de un mundo en acelerado
cambio, como es el de principios de siglo XIX.
Théodore Géricault, La balsa de la Medusa
4
5. ESPAÑA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX: EL ROMANTICISMO
5
Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán
José I
(1808-1813)
1808
Comienza la
Guerra de la
Independencia
1812
Cortes de Cádiz
Constitución
española
Fernando VII
(1814-1833)
1814
Fernando VII
deroga la
Constitución
1820-1823
Pronunciamiento
de Riego.
Trienio liberal
1823-1833
Restauración del
Absolutismo:
Década ominosa
1832
1ª
Guerra
carlista
Regencias
(1833-1843)
1833-1840
Regencia de
María Cristina
1840-1843
Regencia de
Espartero
Isabel II
(1843-1868)
1833-1840
Regencia de
María Cristina
1843-1853
Década
autoritaria
Dictadura
de Narváez
1843
Isabel II
1854-1856
Bienio
progresista
1856-1868
Gobiernos
moderados
O’Donnell
1868
Revolución
liberal
ÁNGEL DE SAAVEDRA, DUQUE DE RIVAS (1791-1865)
JOSÉ DE ESPRONCEDA (1808 - 1842)
MARIANO JOSÉ DE LARRA (1809 - 1837)
JOSÉ ZORRILLA (1817-1893)
7. RASGOS DEL ROMANTICISMO
7
INDIVIDUALISMO
Se reivindica el YO del autor,
tanto en su faceta creativa como
en la existencial.
El hombre romántico tiene una
conciencia aguda y dolorosa de
su personalidad, de ser distinto a
los demás y afirma ese YO frente
a todo lo que le rodea.
Se siente SUPERIOR: exalta su
sensibilidad, sus emociones, su
genio, pero también su desgracia
o infelicidad.
El choque entre el YO
hipertrofiado del romántico y la
realidad prosaica y gris conduce
al HONDO DESENGAÑO, el TEDIO
y el HASTÍO VITAL que lo llevan a
la REBELIÓN.
8. RASGOS DEL ROMANTICISMO
8
IRRACIONALISMO
Se niega que la razón explique
por completo la realidad.
No existen verdades fijas e
inmutables.
Este rechazo de la razón justifica
la preferencia por temas como LO
SOBRENATURAL, LO MÁGICO y
LO MISTERIOSO.
La realidad es cambiante, caótica
e incomprensible.
El mundo es esencialmente un
misterio que la razón no puede
desvelar.
9. RASGOS DEL ROMANTICISMO
9
IDEALISMO
Conectado con la filosofía
idealista alemana
El hombre romántico siente
predilección por lo absoluto, lo
ideal.
Ello explica SU NECESIDAD
DE ACCIÓN, SU
VITALISMO.
No quiere una parcela de libertad,
un avance en el progreso o la
contemplación del algo bello,
busca LA LIBERTAD, EL
PROGRESO y LA BELLEZA.
Hay en los románticos un
sentimiento de no plenitud, una
conciencia de lo incompleto de la
existencia humana que les hace
buscar desesperadamente LO
ABSOLUTO.
Y curiosamente, también
explica SU FRUSTRACIÓN
Y SU REBELDÍA.
10. RASGOS DEL ROMANTICISMO
10
ANSIA DE LIBERTAD Y
REBELDÍA
Rompen con todos los
convencionalismos
Persiguen la libertad a
toda costa.
Elección de PERSONAJES
MARGINALES.
Se rebelan contra toda
constricción o norma.
Búsqueda de LIBERTAD
FORMAL.
SE ADMITE (POR FIN) LA DEDICACIÓN DE LAS MUJERES A LA LITERATURA
Gertrudis Gómez de
Avellaneda
Carolina Coronado Cecilia Böhl de Faber
11. RASGOS DEL ROMANTICISMO
11
NECESIDAD DE EVASIÓN
Para escapar del mundo en
el que no encuentra cabida
su idealismo extremo el
romántico opta por huir de
la realidad que no le gusta.
Los románticos vuelven su mirada al
pasado, especialmente a la Edad Media.
Evasión en el tiempo
Evasión en el espacio
Los románticos tienden al exotismo,
situando sus obras en lugares lejanos y
evocadores como el mundo oriental.
Soledad
El gusto por la soledad es un tema
favorito del Romanticismo Esto justifica la
preferencia por lugares solitarios
(castillos, cementerios, jardines, etc.)
Suicidio
Entendido como una forma de evasión
extrema. Europa fue recorrida por una
sorprendente ola de suicidios provocada
por la lectura del Werther de Goethe.
12. RASGOS DEL ROMANTICISMO
12
PROYECCIÓN EN LA
NATURALEZA
El artista representa la naturaleza
en forma dramática, en
movimiento y con preferencia por
la ambientación nocturna.
El tópico romántico de las
RUINAS simboliza el
predominio de la
naturaleza sobre el
hombre y sus obras.
La naturaleza se identifica con los
estados de ánimo del creador
como una proyección de sus
sentimientos.
La naturaleza está por encima de
todo, lo que deja traslucir cierta
concepción panteísta del
universo.
13. RASGOS DEL ROMANTICISMO
13
NACIONALISMO
Los románticos, que han perdido
la fe en los valores absolutos
tradicionales, encuentran un
asidero existencial en el espíritu
comunitario que los liga al
entorno.
Esto explica el interés por
conocer el espíritu de
cada nación y la obsesión
por buscar las raíces de
cada pueblo en su historia,
su literatura y su cultura.
Se forja el concepto de pueblo
como entidad espiritual
supraindividual a la que
pertenecen individuos concretos
que comparten rasgos comunes:
lengua, costumbres, leyes…
Así se comprende la
revitalización de los
antiguos poemas épicos y
de las leyendas y
tradiciones locales, el
nuevo cultivo que alcanzan
las lenguas vernáculas y la
exaltación de la patria.
14. RASGOS DEL ROMANTICISMO
14
EL GENIO CREADOR
Se cree que el arte es una forma
de expresión del genio que el
creador lleva en su interior.
Se revaloriza lo
espontáneo, lo intuitivo,
lo original.
El artista nace, no se hace
La obra de arte es el resultado de
un momento de inspiración que
refleja la valía de su autor.
La posibilidad de
desarrollo de su capacidad
creativa hace del
romántico un individuo
vitalista, eufórico y
apasionado.
De aquí proceden también
sus quejas de artista
incomprendido, sus
protestas cuando siente
que la sociedad desconoce
o desprecia su genio.
15. RASGOS DEL ROMANTICISMO
15
EL GENIO CREADOR
Se cree que el arte es una forma
de expresión del genio que el
creador lleva en su interior.
Se revaloriza lo
espontáneo, lo intuitivo,
lo original.
El artista nace, no se hace
La obra de arte es el resultado de
un momento de inspiración que
refleja la valía de su autor.
La posibilidad de
desarrollo de su capacidad
creativa hace del
romántico un individuo
vitalista, eufórico y
apasionado.
De aquí proceden también
sus quejas de artista
incomprendido, sus
protestas cuando siente
que la sociedad desconoce
o desprecia su genio.
16. RASGOS DEL ROMANTICISMO
16
NUEVA SENSIBILIDAD
El sentimentalismo lleva a primer
plano la intimidad.
Se extiende el sentimiento
de fugacidad e infelicidad
de la vida humana que
provoca la típica angustia
romántica.
Resultan características la
introspección, la nostalgia, la
melancolía, la tristeza y la
soledad.
El gusto por lo sombrío y
crepuscular es revelador
de tal sensibilidad.
17. ETAPAS DEL ROMANTICISMO EN EUROPA
17
PRERROMANTICISMO
Los orígenes del Romanticismo hay
que buscarlos ya en el siglo XVIII,
sobre todo en la filosofía y la
cultura alemana.
El movimiento alemán Sturn und
Drang se enfrenta a las normas de
creación neoclásicas, a las que se
opone la libertad del genio
creador y la expresión de los
sentimientos.
El principal escritor de este
movimiento es Goethe.
Retrato de J.W. Goethe,
pintado por J.K. Stieler
18. ETAPAS DEL ROMANTICISMO EN EUROPA
18
ROMANTICISMO
PLENO
Coincide con las primeras décadas del siglo XIX.
Se hacen evidentes dos corrientes ideológicas distintas.
Tendencia conservadora Tendencia progresista
Busca en el pasado los
auténticos valores
Goethe Walter Scott
Defiende la democracia y la
libertad plena.
Lord Byron P. B. Shelley Victor Hugo
19. ETAPAS DEL ROMANTICISMO EN EUROPA
19
POSROMANTICISMO
A partir de la segunda mitad del siglo XIX se va
imponiendo una literatura preocupada por la
realidad social, si bien en la obra de algunos
autores pervive la exploración de los
sentimientos íntimos.
20. ETAPAS DEL ROMANTICISMO EN ESPAÑA
20
Sobrevive la literatura
dieciochesca, a pesar de
que algunos autores
europeos veían el
pasado literario español
esencialmente
romántico.
Se difunde y llega a su
apogeo el Romanticismo
gracias autores como
Espronceda y Larra
(progresista), Zorrilla y el
duque de Rivas
(conservadores).
PRIMERAS DÉCADAS DEL
SIGLO XIX
DESDE 1833 HASTA 1840 A PARTIR DE 1840
Va ganado terreno el
movimiento realista, aunque
los dos grandes poetas
posrománticos, Gustavo
Adolfo Bécquer y Rosalía de
Castro, publican sus obras en
la segunda mitad del siglo
XIX.
21. TEMAS ROMÁNTICOS
21
TEMAS
HISTÓRICOS
La historia nacional o regional se convierte en una de las principales fuentes de
inspiración.
La Edad Media con sus castillos, monasterios,
templos…
Edad Media
El mundo árabe
El exotismo del mundo árabe resulta
especialmente interesante a los románticos
Los personajes literarios
Los personajes creados en el Barroco, como
don Juan o don Quijote, aparecerán con
frecuencia en la obra romántica.
De ahí el apogeo de la
novela histórica, los
romances y leyendas o
el costumbrismo.
23. TEMAS ROMÁNTICOS
23
LOS
SENTIMIENTOS
El individualismo y egocentrismo románticos se traducen en una literatura
plagada de emociones y sentimientos subjetivos.
AMOR Un fenómeno romántico por excelencia que adquiere dos formas:
AMOR
SENTIMENTAL
Envuelto en una actitud de
ensueño y melancolía.
AMOR
PASIONAL
Rompe las fronteras y
convencionalismos sociales, reclama
la libertad del corazón y da lugar, a
veces, al desengaño y la frustración
24. TEMAS ROMÁNTICOS
24
LOS
SENTIMIENTOS
El individualismo y egocentrismo románticos se traducen en una literatura
plagada de emociones y sentimientos subjetivos.
MUJER Forma parte del sentimiento amoroso y adopta dos papeles:
ÁNGEL DE AMOR
Dulce e inocente, hermosa y
víctima: doña Inés en Don Juan
Tenorio.
MUJER PERVERSA
La mujer perversa, vengativa y
destructora: Zoraida, en Los amantes
de Teruel.
25. TEMAS ROMÁNTICOS
25
LOS
SENTIMIENTOS
El individualismo y egocentrismo románticos se traducen en una literatura
plagada de emociones y sentimientos subjetivos.
LA VIDA El hombre, en su búsqueda de un sueño inalcanzable, no logra adaptarse a una
forma de vida cotidiana y esta aparece como un problema irresoluble que
conduce a la angustia vital.
Este desprecio conduce a aventuras peligrosas, sueños heroicos o incluso desear
la muerte como única libertad.
26. TEMAS ROMÁNTICOS
26
LOS
SENTIMIENTOS
El individualismo y egocentrismo románticos se traducen en una literatura
plagada de emociones y sentimientos subjetivos.
LA REBELDÍA El descontento romántico aparece en multitud de obras.
Las ansias de libertad no encuentran cauce, las grandes ilusiones desembocan en
el desengaño y todo ello se traduce en una rebeldía política que conlleva el exilio
o una rebeldía social que conduce al retiro ascético o al suicidio.
27. TEMAS ROMÁNTICOS
27
LOS CONFLICTOS SOCIALES
El artista se hace eco de los conflictos
sociales y políticos del siglo, de las
desigualdades y frustraciones, de la
conciencia nacionalista y regionalista, de las
teorías del humanitarismo social.
Presenta PERSONAJES MARGINADOS, PERO
LIBRES: bandoleros, piratas, mendigos y
víctimas, en general, de una sociedad clasista
y opresora.
El mendigo
El pirata
El bandolero
28. TEMAS ROMÁNTICOS
28
LA NATURALEZA Se ha dicho que los románticos descubrieron el paisaje.
La naturaleza cobra especial importancia y se adapta a los estados de ánimo del
poeta o del personaje.
A la angustia y la obsesión por la muerte
responde el gusto por la noche o los
paisajes sepulcrales.
La soledad del romántico encuentra el
marco adecuado en yermos desolados,
paisajes recónditos o jardines
abandonados.
30. 30
EL TEATRO ROMÁNTICO
• Durante el primer tercio del siglo, la situación
del teatro español es precaria.
• Se representan pocas obras originales de
calidad. La escena está dominada por las
traducciones, en general de autores franceses,
las comedias sentimentales y los melodramas
son los favoritos del público.
• También se siguen representando comedias de
magia, sainetes y refundiciones de obras
barrocas.
• El teatro neoclásico continúa presente a través
de las comedias moratinianas.
• A partir de los años veinte es notable la
aparición de la ópera italiana, acogida
favorablemente.
31. 31
• Los lugares de representación van
cambiando a lo largo del siglo,
sustituyéndose los corrales de
comedias por locales expresamente
construidos expresamente para las
representaciones teatrales.
• Este nuevo espacio escénico es
conocido, debido a su origen, como
escena italiana, y es que el
predominará posteriormente.
EL TEATRO ROMÁNTICO
32. 32
• Con el triunfo del Romanticismo en
la década de los treinta, los dramas
románticos conocen un éxito
rapidísimo.
• Luego, hasta más allá de mediados
de siglo, se tiende hacia un cierto
eclecticismo, aunque las obras de
inspiración romántica siguen siendo
bien recibidas
EL TEATRO ROMÁNTICO
33. 33
RASGOS DEL DRAMA ROMÁNTICO
TEMAS
• El tema principal de los dramas románticos es el
AMOR, un amor absoluto e ideal que está por
encima de las convenciones sociales.
• La imposibilidad de alcanzar un amor puro y
perfecto en un mundo hostil hace que
frecuentemente los finales sean trágicos.
• El destino trágico de los personajes románticos no
es tanto un hado inexorable cuanto un
componente melodramático que sirve para
subrayar el choque entre los protagonistas y su
realidad.
• Unidos a este tema aparecen EL AZAR, LA
LIBERTAD, LA REBELDÍA POLÍTICA O MORAL.
EL TEATRO ROMÁNTICO
34. 34
PERSONAJES
• Los personajes de los dramas románticos no
cambian, son siempre iguales, carecen de
evolución psicológica.
• Los héroes suelen tener un origen desconocido y
misterioso o bien ocultan su personalidad; están
poseídos por una pasión absoluta y su ánimo oscila
bruscamente de la felicidad a la desesperación.
Tienen dos grandes aspiraciones: el amor a la
libertad y el amor a la mujer.
• Las heroínas, siempre bellas física y
espiritualmente, representan el amor.
• Alrededor de ellos los demás personajes parecen
existir sólo para oponerse al amor de la pareja
protagonista o para asistir, impotentes, a la
destrucción final.
RASGOS DEL DRAMA ROMÁNTICO
EL TEATRO ROMÁNTICO
35. 35
MARCO HISTÓRICO
• Los dramas románticos suelen desarrollar las
acciones amorosas en un marco histórico,
normalmente de la historia nacional.
• A veces se busca el drama mismo en la
historia, no reconstruyéndola con fidelidad,
sino dándole un giro romántico, pero lo
habitual es que la historia sea un mero
decorado.
RASGOS DEL DRAMA ROMÁNTICO
EL TEATRO ROMÁNTICO
36. 36
7. EL TEATRO ROMÁNTICO
7.1. RASGOS DEL DRAMA ROMÁNTICO
ESCENOGRAFÍA
• Adquiere gran importancia.
• Sirve para dar al teatro carácter de
espectáculo y se suele poner en relación con
el modo de ser de los protagonistas, bien en
correspondencia con sus sentimientos, bien
representando el mundo con el que chocan.
• Tienen predilección por panteones, paisajes
abruptos y solitarios, mazmorra, riscos y
montañas, etc.
• La escenografía no es un simple marco de
acción sino que cumple una función
dramática importante.
37. 37
RECURSOS FORMALES
RASGOS DEL DRAMA ROMÁNTICO
EL TEATRO ROMÁNTICO
Mezcla de tragedia y
comedia
No se respeta la regla
de las tres unidades
Mezcla de prosa y
verso
De 3 a 5 actos
Se mezcla la tragedia y la comedia para realzar los contrastes
entre los ideales y la realidad.
Suelen mezclar prosa y verso, pero a la larga se impone el verso
y la polimetría, sin adecuación entre el contenido y el tipo de
estrofa.
A veces se les pone título.
38. 38
RECURSOS FORMALES
RASGOS DEL DRAMA ROMÁNTICO
EL TEATRO ROMÁNTICO
Intriga
En el desarrollo de los argumentos es
fundamental la intriga, caracterizada
por la inclusión de elementos
melodramáticos para conmover y
emocionar al público.
Origen desconocido de los
personaje.
Reconocimientos finales.
Escenas nocturnas y
sepulcrales.
Desafíos…
Pasajes líricos
En las escenas amorosas sobre todo.
Se rompe así la división clasicista de
géneros.
Tiempo
Se subraya el carácter inexorable del
paso del tiempo, relacionado con el
destino fatal que siempre persigue al
héroe romántico.
39. 39
FINALIDAD
RASGOS DEL DRAMA ROMÁNTICO
EL TEATRO ROMÁNTICO
Conmover al
espectador
El teatro busca hacer reír, llorar,
emocionar al espectador.
Defender
ideales
Defender ideales de
una sociedad más justa:
Defensa de la libertad.
Defensa de la rebelión frente a tiranos
y malos gobernantes.
Reivindicación de la felicidad íntima
de los individuos frente a los códigos
morales establecidos.
Preocupación por problemas políticos
y sociales del momento...
40. 40
7.2. EVOLUCIÓN DEL TEATRO ROMÁNTICO
EVOLUCIÓN DEL TEATRO ROMÁNTICO
EL TEATRO ROMÁNTICO
1834 Triunfo del drama romántico
La conjuración de Venecia de Martínez de la Rosa.
Macías de Mariano José de Larra.
1835 Éxito definitivo Don Álvaro o la fuerza del sino del duque de
Rivas.
1836 El trovador de García Gutiérrez es el drama romántico más representado.
1837 Consagración del teatro
romántico
Se estrenan muchas obras nuevas, como Los
amantes de Teruel de Eugenio de Hartzenbusch, y
se siguen reponiendo las anteriores.
Años
40
El dramaturgo que domina la escena es José Zorrilla.
41. 41
7.2. EVOLUCIÓN DEL TEATRO ROMÁNTICO
• Paralelamente a estos dramas románticos, Manuel Bretón de los Herreros pone en
escena obras donde domina el elemento cómico y costumbrista.
• Siguen de cerca la construcción y la temática de la comedia moratiniana, con especial
preocupación de los problemas matrimoniales y la defensa de la moral burguesa.
• Entre sus obras destacan Marcela o ¿cuál de los tres?, Muérete y verás o El pelo de la
dehesa.
• Próximo a Bretón, y ya cerca del ecuador del siglo, Ventura de la Vega estrena en 1845
El hombre de mundo, obra que se considera el arranque de la alta comedia.
EVOLUCIÓN DEL TEATRO ROMÁNTICO
EL TEATRO ROMÁNTICO
42. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 42
EL TEATRO ROMÁNTICO
Ángel de Saavedra, duque de Rivas
43. 43
PRINCIPALES AUTORES DEL ROMANTICISMO
ÁNGEL SAAVEDRA, DUQUE DE RIVAS
• Don Álvaro o la fuerza del sino es quizá el mejor
drama romántico español.
• Su autor, Ángel de Saavedra y Ramírez de
Baquedano (1791-1865), VII duque de Rivas, era
un aristócrata cordobés, educado en la estética
del Neoclasicismo, que, durante su exilio en
Inglaterra, huyendo del absolutismo, conoció las
ideas del Romanticismo y las adoptó como ideal
poético.
EL TEATRO ROMÁNTICO
44. 44
• Don Álvaro, indiano rico, de origen desconocido,
está enamorado de Leonor, hija de un noble
sevillano contrario a la boda.
• Cuando se van a fugar, los sorprende el padre de la
joven; don Álvaro tira su arma al suelo, ésta se
dispara y mata accidentalmente al padre de Leonor.
• La pareja se separa: ella, haciéndose pasar por un
viajero anónimo, se retira como ermitaña cerca del
monasterio de Hornachuelos; él viaja a Italia con el
ejército, busca desesperadamente la muerte, pero
sólo logra reconocimientos y méritos por sus
acciones arriesgadas.
PRINCIPALES AUTORES DEL ROMANTICISMO
ÁNGEL SAAVEDRA, DUQUE DE RIVAS
EL TEATRO ROMÁNTICO
45. 45
• Allí, por azar, se encuentra con don Carlos, hermano
de Leonor, quien al descubrir su identidad lo reta a
duelo.
• Don Álvaro mata también a don Carlos, es
condenado a muerte, pero se salva. Don Álvaro se
retira al monasterio de Hornachuelos convertido en
el padre Rafael, sin conocer la proximidad de su
amada.
• Don Alfonso, otro hermano de Leonor, lo descubre,
y don Álvaro lo mata; pero antes, Alfonso consigue
matar a su hermana, y don Álvaro se suicida.
PRINCIPALES AUTORES DEL ROMANTICISMO
ÁNGEL SAAVEDRA, DUQUE DE RIVAS
EL TEATRO ROMÁNTICO
46. 46
• El estreno de Don Álvaro o la fuerza del sino fue
un auténtico escándalo que supuso el triunfo
del Romanticismo en España.
• Parte del público selecto rechazó la obra por su
irregularidad:
• mezcla de prosa y verso
• mezcla de escenas de ambiente popular con
otras apasionadas y refinadas
• Mezcla de personajes nobles con otros de la
plebe
• duelos
• muertes
• y el terrible final con el suicidio del
protagonista.
PRINCIPALES AUTORES DEL ROMANTICISMO
ÁNGEL SAAVEDRA, DUQUE DE RIVAS
EL TEATRO ROMÁNTICO
47. 47
• Los temas de la obra: amor, muerte, pasión,
frustración, honor y, sobre todo, el destino la
convierten en un ejemplo claro de lo que fue el
teatro romántico en España.
• Lo mismo puede decirse de los personajes,
empezando por el protagonista (Don Álvaro),
prototipo de personaje romántico y Leonor, su
amada, que encarna a la perfección el ideal
romántico de la mujer: hermosa, apasionada,
pero también prisionera del mundo y de las
convenciones sociales.
PRINCIPALES AUTORES DEL ROMANTICISMO
ÁNGEL SAAVEDRA, DUQUE DE RIVAS
EL TEATRO ROMÁNTICO
48. 48
• Muy estrecha es la relación con La vida es sueño
calderoniana de otra importante obra del duque
de Rivas, El desengaño en un sueño, mezcla de
comedia de magia y drama filosófico, que
expresa una visión pesimista del mundo.
PRINCIPALES AUTORES DEL ROMANTICISMO
ÁNGEL SAAVEDRA, DUQUE DE RIVAS
EL TEATRO ROMÁNTICO
49. CURRA: ¡Gracias a Dios!... Me temí
que todito se enredase,
y que señor se quedase
hasta la mañana aquí.
¡Qué listo cerró el balcón!...
Que por el del palomar
Vamos las dos a volar
Le dijo su corazón.
Abrirlo será lo primero;
(Ábrelo.)
Ahora, lo segundo es
Cerrar las maletas. Pues
Salgan ya de agujero.
Saca CURRA unas maletas y ropa y se pone a arreglarlo todo sin que en ello repare DOÑA LEONOR)
DOÑA LEONOR: ¡Infeliz de mí!... ¡Dios mío!
¿Por qué un amoroso padre,
que por mí tanto desvelo
tiene, y cariño tan grande,
se ha de oponer tenazmente
(¡ay, el alma se me parte!...)
a que yo dichosa sea
y pueda feliz llamarme?...
¿cómo quien tanto me quiere
puede tan cruel mostrarse?
DON ÁLVARO O LA FUERZA DEL SINO
50. ESCENA VII
DON ÁLVARO: ¡Mi encanto, mi tesoro! (DOÑA LEONOR, muy abatida, se apoya en el hombro de DON
ÁLVARO, con muestras de desmayarse.)
Mas, ¿qué es esto? ¡Ay de mí, tu mano yerta!
Me parece la mano de una muerta…
Frío está tu semblante
como la losa de un sepulcro helado…
DOÑA LEONOR: ¡Don Álvaro!
DON ÁLVARO: ¡Leonor! (Pausa) Fuerza bastante
hay para todo en mí…¡Desventurado!
La conmoción conozco que te agita,
inocente Leonor. Dios no permita
que por debilidad en tal momento
sigas mis pasos y mi esposa seas.
Renuncio a tu palabra y juramento;
hachas de muerte las nupciales teas
fueran para los dos… Si no me amas
como te amo yo a ti… Si arrepentida…
DOÑA LEONOR: Mi dulce esposo, con el alma y vida
es tuya tu Leonor; mi dicha fundo
en seguirte hasta el fin del ancho mundo.
Vamos; resuelta estoy, fijé mi suerte,
separarnos podrá solo la muerte.
DON ÁLVARO O LA FUERZA DEL SINO
51. Van hacia el balcón, cuando de repente se oye ruido, ladridos y abrir y cerrar puertas.
DOÑA LEONOR: ¡Dios mío! ¿Qué ruido es éste? ¡Don Álvaro! […] ¿Se habrá puesto malo mi padre?...
[…] ¿Habrá llegado alguno de mis hermanos?
DON ÁLVARO: Vamos, vamos, Leonor; no perdamos ni un instante.
(Vuelven hacia el balcón y de repente se ve por él el resplandor de hachones de viento y se oye
galopar de caballos)
DOÑA LEONOR: ¡Somos perdidos! Estamos descubiertos… Imposible es la fuga.
DON ÁLVARO: Serenidad es necesario en todo caso […]
DOÑA LEONOR: ¡Ay, desdichada de mí! Don Álvaro, escóndete… aquí… en mi alcoba…
DON ÁLVARO: (Resuelto) No, yo no me escondo… No te abandono en tal conflicto. (Prepara una
pistola) Defenderte y salvarte es mi obligación.
DOÑA LEONOR: (Asustadísima) ¿Qué intentas? ¡Ay! Retira esa pistola que me hiela la sangre…¡Por
Dios, sujétala…! ¿Contra alguno de mis hermanos?... ¿Para matar a alguno de los fieles y antiguos
criados de esta casa…?
DON ÁLVARO: (Profundamente confundido) No, no, amor mío… La emplearé en dar fin a mi
desventurada vida.
DOÑA LEONOR: ¡Qué horror! ¡Don Álvaro!
DON ÁLVARO O LA FUERZA DEL SINO
52. ESCENA VIII
Ábrese la puerta con estrépito, después de varios golpes en ella, y entra el MARQUÉS, en bata y
gorro, con un espadín desnudo en la mano, y detrás, dos criados mayores con luces.
MARQUÉS: (Furioso) ¡Vil seductor!...¡Hija infame!
DOÑA LEONOR: (Arrojándose a los pies de su padre.) ¡Padre!... ¡Padre!
MARQUÉS: No soy tu padre… Aparta… Y tú, vil advenedizo…
DON ÁLVARO: Vuestra hija es inocente… Yo soy el culpado… Atravesadme el pecho (Hinca una
rodilla)
MARQUÉS: Tu actitud suplicante manifiesta lo bajo de tu condición…
DON ÁLVARO: (Levantándose) ¡Señor marqués!... ¡Señor marqués!
MARQUÉS: (A su hija) Quita, mujer inicua. (A CURRA, que le sujeta el brazo.) Y tú, infeliz, ¿osas tocar
a tu señor? (A los criados) Ea, echaos sobre ese infame, sujetadle, atadle…
DON ÁLVARO: (Con dignidad) Desgraciado del que me pierda el respeto. (Saca una pistola y la
monta.)
DOÑA LEONOR: (Corriendo hacia DON ÁLVARO) ¡Don Álvaro! ¿Qué vas a hacer?
MARQUÉS: Echaos sobre él al punto.
DON ÁLVARO: ¡Ay de vuestros criados si se mueven! Vos sólo tenéis derecho para atravesarme el
corazón.
MARQUÉS: ¿Tú morir a manos de un caballero? No; morirás a las del verdugo.
DON ÁLVARO O LA FUERZA DEL SINO
53. DON ÁLVARO: ¡Señor marqués de Calatrava! Mas, ¡ah! no; tenéis derecho para todo… Vuestra hija es
inocente… Tan pura como el aliento de los ángeles que rodean el trono del Altísimo. La sospecha a
que pueda dar origen mi presencia aquí a tales horas concluya con mi muerte, salga envolviendo mi
cadáver como si fuera una mortaja… Sí, debo morir…, pero a vuestras manos. (Pone una rodilla en
tierra) Espero resignado el golpe; no lo resistiré; ya me tenéis desarmado. (Tira la pistola , que al dar
en tierra se dispara y hiere al marqués, que cae moribundo en manos de su hija y de los criados,
dando un alarido.)
MARQUÉS: Muerto soy… ¡Ay de mí!
DON ÁLVARO: ¡Dios mío! ¡Arma funesta! ¡Noche terrible!
DOÑA LEONOR: ¡Padre, padre!
MARQUÉS: Aparta; sacadme de aquí… donde muera sin que esta vil me contamine con tal nombre…
DOÑA LEONOR: ¡Padre!
MARQUÉS: ¡Yo te maldigo!
(Cae LEONOR en brazos de DON ÁLVARO, que la arrastra hacia el balcón.)
DON ÁLVARO O LA FUERZA DEL SINO
54. JORNADA V. ESCENA SEXTA
DON ALFONSO: Ya lo conseguiste…¡Dios mío! ¡Confesión! Soy cristiano… Perdonadme… salva mi
alma.
DON ÁLVARO: (Suelta la espada y queda como petrificado). ¡Cielos!... ¡Dios mío!... ¡Santa Madre de
los Ángeles!... ¡Mis manos tintas en sangre…, en sangre de Vargas!...
DON ALFONSO: ¡Confesión!, ¡confesión!... Conozco mi crimen y me arrepiento… Salvad mi alma, vos
que sois ministro del Señor…
DON ÁLVARO (Aterrado). ¡No, yo no soy más que un réprobo, presa infeliz del demonio! Mis palabras
sacrílegas aumentarían vuestra condenación. Estoy manchado de sangre, soy irregular… Pedid a Dios
misericordia… Y… esperad…, cerca vive un santo penitente…, podrá absolveros… Pero está prohibido
acercarse a su mansión… ¿Qué importa? Yo que he roto todos los vínculos, que he hollado todas las
obligaciones….[…]
DON ÁLVARO O LA FUERZA DEL SINO
55. ESCENA X
(Los mismos y DOÑA LEONOR, vestida con un saco y esparcidos los cabellos, pálida y desfigurada,
aparece a la puerta de la gruta, y se oyen repicar a lo lejos las campanas del convento.)
DOÑA LEONOR. Huid, temerario; temed la ira del cielo.
DON ÁLVARO. (Retrocediendo horrorizado por la montaña abajo) ¡Una mujer!...¡Cielos!...¡Qué
acento! ¡Es un espectro!... ¡Imagen adorada!... ¡Leonor! ¡Leonor!
DON ALFONSO: (Como queriéndose incorporar) ¡Leonor!¿Qué escucho? ¡Mi hermana!
DOÑA LEONOR: (Corriendo detrás de DON ÁLVARO) ¡Dios mío! ¿Es don Álvaro?... Conozco su voz…Él
es…¡Don Álvaro!
DON ALFONSO: ¡Oh furia!... Ella es… ¡Estaba aquí con su seductor! ¡Hipócritas!... ¡Leonor!
DOÑA LEONOR: ¡Cielos! ¡Otra voz conocida!... Mas, ¿qué veo? (Se precipita hacia donde ve a DON
ALFONSO).
DON ALFONSO: ¡Ves al último de tu infeliz familia!
DOÑA LEONOR: (Precipitándose en los brazos de su hermano.) ¡Hermano mío!... ¡Alfonso!
DON ALFONSO: (Hace un esfuerzo, saca un puñal y hiere de muerte a LEONOR) ¡Toma, causa de
tantos desastres, recibe el premio de tu deshonra!... Muero vengado. (Muere)
DON ÁLVARO: ¡Desdichado!... ¿Qué hiciste?... ¡Leonor! ¿Eras tú?... ¿Tan cerca de mí estabas?... ¡Ay!
(Sin osar acercarse a los cadáveres). Aún respira… aún palpita aquel corazón todo mío… Ángel de mi
vida… vive, vive; yo te adoro… ¡Te hallé, por fin… sí, te hallé… muerta! (Queda inmóvil)
DON ÁLVARO O LA FUERZA DEL SINO
56. ESCENA FINAL
(Hay un rato de silencio; los truenos resuenan más fuertes que nunca, crecen los relámpagos y se oye
cantar a lo lejos el Miserere a la comunidad, que se acerca lentamente.)
VOZ DENTRO: ¡Aquí, aquí! ¡Qué horror!
DON ÁLVARO vuelve en sí y luego huye hacia la montaña. Sale el PADRE GUARDIÁN con la
comunidad, que queda asombrada.)
PADRE GUARDIÁN: ¡Dios mío!... ¡Sangre derramada!... ¡Cadáveres!... ¡La mujer penitente!
TODOS LOS FRAILES: ¡Una mujer!... ¡Cielos!
PADRE GUARDIÁN: ¡Padre Rafael!
DON ÁLVARO (Desde un risco, con sonrisa diabólica, todo convulso.) Busca, imbécil, al Padre Rafael…
Yo soy un enviado del infierno, soy el demonio exterminador… Huid, miserables.
TODOS: ¡Jesús! ¡Jesús!
DON ÁLVARO: ¡Infierno, abre tu boca y trágame! ¡Húndase el cielo, perezca la raza humana;
exterminio, destrucción…! (Sube a lo más alto del monte y se precipita).
EL PADRE GUARDIÁN Y LOS FRAILES. (Aterrados y en actitudes diversas) ¡Misericordia, Señor!
¡Misericordia!
DON ÁLVARO O LA FUERZA DEL SINO
58. 58
• Es el dramaturgo romántico de más éxito.
Escribió una treintena de obras, casi todas en
verso y de carácter histórico. Zorrilla se
caracteriza por su habilidad en el planteamiento
de los conflictos y en el mantenimiento del
interés de las historias dramatizadas, pero los
desenlaces suelen ser demasiado improvisados y
sus dramas pecan a veces de superficialidad.
• Él mismo estima en poco su teatro, del que salva
dos obras: El zapatero y el rey y Traidor,
inconfeso y mártir. Sin embargo, su obra más
celebrada es Don Juan Tenorio (1844), cuya
popularidad ha perdurado durante mucho
tiempo.
PRINCIPALES AUTORES DEL ROMANTICISMO
JOSÉ ZORRILLA
EL TEATRO ROMÁNTICO
59. 59
• Don Juan Tenorio vuelve a Sevilla a contrastar el
resultado de una apuesta que cruzó un año antes
con don Luis Mejía. La apuesta era para ver quién ha
burlado más mujeres y ha matado más hombres que
su rival.
• Don Juan resulta ganador y, para rematar sus
hazañas, promete añadir a su lista la seducción de
una novicia (doña Inés) y de la prometida de don
Luis (doña Ana).
• Don Juan secuestra a su rival y burla a doña Ana,
haciéndose pasar por él. Esa misma noche rapta a
doña Inés y se la lleva a una quinta.
• Hasta allí llegan don Luis y el comendador. Don Juan
se ha enamorado de doña Inés y está dispuesto a
pedir perdón, pero le provocan y finalmente mata a
ambos y huye.
PRINCIPALES AUTORES DEL ROMANTICISMO
JOSÉ ZORRILLA
EL TEATRO ROMÁNTICO
60. 60
• La segunda parte de la obra se desarrolla cinco años
después. Don Juan vuelve a Sevilla, en el solar del
palacio familiar se levanta un panteón donde reposan
las víctimas del protagonista. Allí ve la sombra de doña
Inés que le anuncia su muerte próxima.
• Sorprendido por sus amigos, el capitán Centellas y
Avellaneda, invita a cenar a la estatua del comendador.
Esa noche, el fantasma del comendador acude a cenar a
casa de don Juan, le avisa de su muerte y le devuelve la
invitación. Don Juan cree que es una broma de sus
amigos y los desafía en un duelo.
• El protagonista acude al convite del comendador. A lo
lejos se ve pasar un entierro: es el del propio don Juan,
que ha muerto a manos de sus invitados. En el último
momento, llega el arrepentimiento y la salvación para el
burlador.
PRINCIPALES AUTORES DEL ROMANTICISMO
JOSÉ ZORRILLA
EL TEATRO ROMÁNTICO
61. 61
• El personaje de don Juan prosigue una tradición literaria iniciada
por
• El burlador de Sevilla de Tirso de Molina
• Don Juan de Molière
• Don Giovanni de Mozart y Lorenzo da Ponte
• En el siglo XIX:
• Don Juan Tenorio de Zorrilla
• Don Juan de Byron
• Don Juan de E.T.A. Hoffmann
• El convidado de piedra de Pushkin
• El estudiante de Salamanca de Espronceda
• En el siglo XX, además de ser retomado el personaje por múltiples
autores como Bernard Shaw o Unamuno, se encuentran versiones
críticas del mito en el esperpento de Valle-Inclán, Las galas del
difunto o en el también paródico Don Juan de Max Frisch.
• El mito de Don Juan recorre, pues, un periodo histórico, desde la
España de los Austrias hasta la época contemporánea.
PRINCIPALES AUTORES DEL ROMANTICISMO
JOSÉ ZORRILLA
EL TEATRO ROMÁNTICO
62. 62
• El protagonista presenta las características que los románticos
adjudicaron al personaje asocial y demoníaco.
• Es juerguista y le gustan toda clase de apuestas, incluidas las que
exigen las artes de seductor cínico e irresistible, pero en la obra de
Zorrilla se produce una transformación en el personaje del libertino,
que finalmente es redimido de su vida escandalosa gracias al amor
angelical de una mujer.
• Con ello el dramaturgo da satisfacción a la moral tradicionalista y
reaccionaria de su tiempo, que ve con buenos ojos la conversión del
impío calavera y su salvación cristiana por medio de un amor
sublime y sacrificado.
• Esta es, por tanto, la versión del Romanticismo conservador del
personaje mítico del burlador, lejos del tipo rebelde y satánico de,
por ejemplo, El estudiante de Salamanca de Espronceda.
PRINCIPALES AUTORES DEL ROMANTICISMO
JOSÉ ZORRILLA
EL TEATRO ROMÁNTICO
63. DON JUAN:
Pues, señor, yo desde aquí,
buscando mayor espacio
para mis hazañas, di
sobre Italia, porque allí
tiene el placer un palacio.
De la guerra y del amor
antigua y clásica tierra,
y en ella al Emperador,
con ella y con Francia en guerra,
díjeme: “¿Dónde mejor?
donde hay soldados hay juego,
hay pendencias y amoríos”.
Di, pues, sobre Italia luego,
buscando a sangre y a fuego
amores y desafíos.
En Roma, a mi apuesta fiel,
fijé entre hostil y amatorio,
en mi puerta este cartel:
Aquí está don Juan Tenorio
para quien quiera algo de él. […]
Nápoles, rico vergel
de amor, de placer emporio,
vio en mi segundo cartel:
aquí está don Juan Tenorio
y no hay hombre para él.
Desde la princesa altiva
a la que pesca en ruin barca,
no hay hembra a quien no suscriba,
y cualquier empresa abarca
si en oro o valor estriba.
Búsquenle los reñidores;
cérquenle los jugadores;
quien se precie que le ataje,
a ver si hay quien le aventaje
en juego, en lid o en amores.
Esto escribí; y en medio año
que mi presencia gozó
Nápoles, no hay lance extraño,
no hubo escándalo ni engaño
en que no me hallara yo.
DON JUAN TENORIO de José Zorrilla
64. Por dondequiera que fui
La razón atropellé,
la virtud escarnecí,
a la justicia burlé
y a las mujeres vendí.
Yo a las cabañas bajé,
yo a los palacios subí,
yo los claustros escalé,
y en todas partes dejé
memoria amarga de mí.
Ni reconocí sagrado,
ni hubo razón ni lugar
por mi audacia respetado;
ni en distinguir me he parado
al clérigo del seglar.
A quien quise provoqué,
con quien quise me batí,
y nunca consideré
que pudo matarme a mí
aquel a quien yo maté.
DON JUAN TENORIO de José Zorrilla
65. DON JUAN TENORIO de José Zorrilla
ESTATUA:
Don Juan,
Un punto de contrición
Da a un alma la salvación,
Y ese punto aún te lo dan.
D. JUAN:
¡Imposible! ¡En un momento
Borrar treinta años malditos
De crímenes y delitos!
ESTATUA:
Aprovéchale con tiento.
(Tocan a muerto).
Porque el plazo va a expirar,
Y las campanas doblando
Por ti están, y están cavando
La fosa en que te han de echar.
(Se oye a lo lejos el oficio de difuntos. Se ve
pasar por la izquierda luz de difuntos).
DON JUAN:
¿Conque por mí doblan?
ESTATUA:
Sí.
DON JUAN:
¿Y esos cantos funerales?
ESTATUA:
Los salmos penitenciales
Que están cantando por ti.
(Se ve pasar por la izquierda luz de
hachones, y rezan dentro).
DON JUAN:
¿Y aquel entierro que pasa?
ESTATUA:
Es el tuyo
DON JUAN:
¡Muerto yo!
ESTATUA:
El capitán te mató
A la puerta de tu casa.
66. DON JUAN TENORIO de José Zorrilla
DON JUAN:
Tarde la luz de la fe
Penetra en mi corazón,
Pues crímenes mi razón
A su luz tan solo ve.
Los ve… y con horrible afán,
Porque al ver su multitud,
Ve a Dios en su plenitud
De su ira contra don Juan.
¡Ah! Por doquiera que fui
La razón atropellé,
La virtud escarnecí
Y a la justicia burlé.
Y emponzoñé cuanto vi,
Y a las cabañas bajé,
Y a los palacios subí
Y los claustros escalé;
Y pues tal mi vida fue,
No, no hay perdón para mí.
[…]
ESTATUA:
Ahora, don Juan,
Pues desperdicias también
El momento que te dan,
Conmigo al infierno ven.
DON JUAN:
¡Aparta, piedra fingida!
Suelta, suéltame esa mano,
Que aún queda el último grano
En el reló de mi vida.
Suéltala, que si es verdad
Que un punto de contrición
Da a un alma la salvación
De toda una eternidad,
Yo, Santo Dios, creo en Ti;
Si es mi maldad inaudita,
Tu piedad es infinita…
¡Señor, ten piedad de mí!
ESTATUA:
Ya es tarde.
67. DON JUAN TENORIO de José Zorrilla
(Don Juan se hinca de rodillas, tendiendo al cielo la mano que le deja libre la estatua. Las sombras,
esqueletos, etc. Van a abalanzarse sobre él, en cuyo momento se abre la tumba de doña Inés y
aparece esta. Doña Inés toma la mano que don Juan tiende al cielo).
DOÑA INÉS:
No; heme ya aquí,
Don Juan; mi mano asegura
Esta mano que a la altura
Tendió tu contrito afán,
Y Dios perdona, don Juan
Al pie de mi sepultura.
DON JUAN:
¡Dios clemente! ¡Doña Inés!
DOÑA INÉS:
Fantasmas, desvaneceos;
Su fe nos salva…; volveos
A vuestros sepulcros, pues.
La voluntad de Dios es;
De mi alma con la amargura
Y Dios concedió a mi afán
La salvación de don Juan
Al pie de la sepultura.
DON JUAN:
¡Inés de mi corazón!
DOÑA INÉS:
Yo mi alma he dado por ti,
Y Dios te otorga por mí
Tu dudosa salvación.
Misterio es que en comprensión
No cabe de criatura,
Y solo en vida más pura
Los justos comprenderán
Que el amor salvó a don Juan
Al pie de la sepultura.
68. DON JUAN TENORIO de José Zorrilla
ESCENA ÚLTIMA
DON JUAN:
¡Clemente Dios, gloria a Ti!
Mañana a los sevillanos
Aterrará el creer que a manos
De mis víctimas caí.
Mas es justo; quede aquí
Al universo notorio
Que, pues me abre el purgatorio
Un punto de penitencia
Es el dios de la clemencia
El Dios de don Juan Tenorio.
(Cae DON JUAN a los pies de doña Inés, y mueren ambos. De sus bocas salen sus almas,
representadas en dos brillantes llamas, que se pierden en el espacio al son de la música. Cae el
telón.)
69. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 69
Antonio María Esquivel, Los poetas contemporáneos: Una lectura de Zorrilla en el estudio del pintor
LA POESÍA
ROMÁNTICA
70. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 70
LA POESÍA ROMÁNTICA
Durante la primera mitad del siglo XIX, la poesía refleja ya el proceso de transición desde la poesía
neoclásica hasta la romántica.
Gran parte de este periodo sigue dominada por la
figura de líricos de inspiración ilustrada como Alberto
Lista o Manuel José Quintana.
Alberto Lista (1775-1848)
Manuel José Quintana
(1772-1854)
71. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 71
LA POESÍA ROMÁNTICA
El triunfo de la poesía romántica se produce en los años treinta, tras la muerte de Fernando VII.
Se compusieron entonces numerosísimos textos
poéticos que siguieron difundiéndose por la vía
tradicional oral y por los habituales medios
escritos.
Tertulias en un café literario
La poesía encuentra ahora su medio de difusión
en los periódicos y las revistas.
El eco que la poesía tuvo en los medios burgueses
iba ligado al hecho de que estos poetas expresan
unas inquietudes y una sensibilidad afines a la
burguesía.
72. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 72
LA POESÍA ROMÁNTICA
Dentro de la poesía romántica tiene un gran desarrollo la poesía narrativa, que relata en verso
variados sucesos históricos, legendarios o puramente inventados. Destaca igualmente el
desarrollo del romance. Merecen mencionarse los Romances históricos del duque de Rivas y los
de Zorrilla.
El moro expósito
del duque de Rivas
El estudiante de Salamanca
de José de Espronceda
El diablo mundo
de José de Espronceda
Granada. Poema oriental
de José Zorrilla
Romances históricos
del duque de Rivas
73. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 73
LA POESÍA ROMÁNTICA
La poesía lírica romántica,
por su parte, expresa en
sus versos temas del
Romanticismo:
Sentimientos
Melancolía
Hastío de la vida
Amor
La mujer ideal
La religión…
También son románticos
los ambientes:
Lugares solitarios
Cementerios
La noche
Las ruinas
El mar embravecido…
Falta en la poesía romántica
española la sensación y
autenticidad y desgarro
propios del yo romántico
74. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 74
LA POESÍA ROMÁNTICA
Rasgos de la poesía
romántica española
Mezcla de géneros: no queda clara la distinción
entre lírica y épica.
Polimetría: la principal novedad en este sentido es
el uso de la escala métrica, que consiste en
aumentar o disminuir gradualmente la medida de
los versos a lo largo de un poema.
AUTORES
José de Espronceda José Zorrilla María Josefa Massanés Gertrudis Gómez de
Avellaneda
Carolina Coronado
75. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 75
LA POESÍA ROMÁNTICA
La “escala métrica”: un ejemplo
Se trata de un tipo de composición propia del
Romanticismo y su invento se atribuye a Victor Hugo.
Está formado por estrofas que van, gradualmente,
aumentando o disminuyendo el número de sílabas que
componen sus versos.
La idea es que este tipo de estructura silábica es muy
propia para intentar reproducir sonidos asociados a algún
efecto o circunstancia.
Espronceda en El estudiante de Salamanca refleja, a
través de los versos, el paso de la procesión de la muerte
desde que se acerca desde la lejanía (versos cortos), hasta
que llega (versos largos) y mientras se aleja (versos cortos)
76. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 76
LA POESÍA ROMÁNTICA
La “escala métrica”: un ejemplo
Fúnebre (3-1= 2)
llanto (2 )
de amor, (2+1= 3)
óyese (3-1= 2 )
en tanto (3 )
en son (2+1 = 3)
flébil, blando, (4)
cual quejido (4)
dolorido (4)
que del alma (4)
se arrancó; (3+1= 4)
cual profundo (4)
¡ay! que exhala (4)
moribundo (4)
corazón. (3+1= 4)
Música triste, (5)
lánguida y vaga, (5)
que a par lastima (5)
y el alma halaga; (5)
dulce armonía (5)
que inspira al pecho (5)
melancolía, (5)
como el murmullo (5)
de algún recuerdo (5)
de antiguo amor, (4+1=5)
a un tiempo arrullo (5)
y amarga pena (5)
del corazón. (4+1= 5)
Mágico embeleso, (6)
cántico ideal, (5)
que en los aires vaga (6)
y en sonoras ráfagas (7-1= 6)
aumentando va: (5+1= 6)
sublime y oscuro, (6)
rumor prodigioso, (6)
sordo acento lúgubre, (7-1=6)
eco sepulcral, (5+1= 6)
músicas lejanas, (6)
de enlutado parche (6)
redoble monótono, (7-1=6)
cercano huracán, (5+1=6)
que apenas la copa (6)
del árbol menea (6)
y bramando está: (5 +1=6)
olas alteradas (6)
de la mar bravía, (6)
en noche sombría (6)
los vientos en paz, (5 +1=6)
y cuyo rugido (6)
se mezcla al gemido (6)
del muro que trémulo (7-1 = 6)
las siente llegar: ( 5+1= 6)
pavoroso estrépito, (7-1= 6)
infalible présago (7-1 = 6)
de la tempestad. (5+1 = 6)
Y en rápido crescendo, (7)
los lúgubres sonidos (7)
más cerca vanse oyendo (7)
y en ronco rebramar; (6 +1 =7)
cual trueno en las montañas (7)
que retumbando va, (6+1 = 7)
cual rugen las entrañas (7)
del horrísono volcán. (6+1 =7)
77. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 77
LA POESÍA ROMÁNTICA
La “escala métrica”: un ejemplo
Y algazara y gritería, (8)
crujir de afilados huesos, (8)
rechinamiento de dientes (8)
y retemblar los cimientos, (8)
y en pavoroso estallido (8)
las losas del pavimento (8)
separando sus junturas (8)
irse poco a poco abriendo, (8)
siente Montemar, y el ruido (8)
más cerca crece, y a un tiempo (8)
escucha chocarse cráneos, (9-1=8)
ya descarnados y secos, (8)
temblar en torno la tierra, (8)
bramar combatidos vientos, (8)
rugir las airadas olas, (8)
estallar el ronco trueno, (8)
exhalar tristes quejidos (8)
y prorrumpir en lamentos: (8)
todo en furiosa armonía, (8)
todo en frenético estruendo, (8)
todo en confuso trastorno, (8)
todo mezclado y diverso. (8)
Y luego el estrépito crece (8)
confuso y mezclado en un son, (8)
que ronco en las bóvedas hondas (8)
tronando furioso zumbó; (7+1=8)
y un eco que agudo parece (9)
del ángel del juicio la voz, (8+1=9)
en triple, punzante alarido, (9)
medroso y sonoro se alzó; (8+1=9)
sintió, removidas las tumbas, (8)
crujir a sus pies con fragor (8+1=9)
chocar en las piedras los cráneos (9)
con rabia y ahínco feroz, (8+1=9)
romper intentando la losa, (9)
y huir de su eterna mansión (9)
los muertos, de súbito oyendo (9)
el alto mandato de Dios. (9)
Y de pronto en horrendo estampido (10)
desquiciarse la estancia sintió, (10)
y al tremendo tartáreo rüido (10)
cien espectros alzarse miró: (10)
de sus ojos los huecos fijaron (10)
y sus dedos enjutos en él; (10)
y después entre sí se miraron, (10)
y a mostrarle tornaron después; (10)
y enlazadas las manos siniestras, (10)
con dudoso, espantado ademán (10)
contemplando, y tendidas sus diestras
con asombro al osado mortal, (10)
se acercaron despacio y la seca (11)
calavera, mostrando temor, (11)
con inmóvil, irónica mueca (11)
inclinaron, formando enredor. (11)
Y entonces la visión del blanco velo 11
al fiero Montemar tendió una mano, 11
y era su tacto de crispante hielo, 11
y resistirlo audaz intentó en vano. 11
79. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 79
LA POESÍA ROMÁNTICA
• Nació en una familia absolutista, y su padre fue
defensor de Fernando VII.
• Inició los estudios de Leyes, pero los abandonó para
dedicarse a la literatura. Se dio a conocer con la
lectura de un poema en el entierro de Larra. Vivió en
Francia, donde trató con grandes figuras del
Romanticismo, como Alejandro Dumas o George
Sand, y también en México. Regresó definitivamente
a España en 1866. En sus últimos años fue reconocido
como gran figura de nuestras letras.
• No sólo escribió teatro (El zapatero y el rey; El
caballero del rey don Sancho; Traidor, inconfeso y
mártir); también es autor de poesía narrativa en sus
leyendas. (A buen juez, mejor testigo; Margarita, la
Tornera) y de unas memorias en las que analizó su
pasado (Recuerdos del tiempo viejo).
• Fue el escritor más conocido de su tiempo tanto por
su poesía como por sus dramas. Su poesía se bifurca
en dos grandes campos: la lírica y la narrativa
JOSÉ ZORRILLA
80. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 80
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ ZORRILLA
POESÍA NARRATIVA: LAS LEYENDAS
• .
Zorrilla le dio el nombre genérico de leyendas:
algunas de ellas tienen origen popular, otras son
inventadas por el autor.
Zorrilla domina en todas ellas no solo las técnicas
narrativas, sino también los recursos dramáticos
y líricos con los que crear la suspensión y el
interés necesarios para adentrarse en el ambiente
peculiar en que se mueven sus personajes: un
mundo primitivo y mágico, donde aún es posible
reencontrar un pasado espléndido de castillos y
caballeros, de gentes crédulas, de grandes
pasiones y crímenes, de damas soñadoras y
galanes enamorados
81. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 81
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ ZORRILLA
POESÍA LÍRICA
La poesía lírica de Zorrilla tiene una temática y
una métrica muy variadas
Zorrilla cambia de registro con gran facilidad (de
lo sublime a lo vulgar, de lo retórico a lo
coloquial) y maneja con soltura los más
diferentes estilos: el grandioso y apocalíptico, el
dulce y sentimental, el brillante y el ostentoso, el
realista y el sencillo
Posee, asimismo, un gran sentido del ritmo y de
la musicalidad y un dominio absoluto de los
efectos verbales y de los recursos retóricos. Todo
ello explica su influencia en la poesía española
posterior, a la que proporcionó ideas y motivos,
en especial a los premodernistas.
83. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 83
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
• Nació en 1808 en la provincia de Badajoz. Estudió
desde 1821 en el Colegio de San Mateo de Madrid,
fundado por Alberto Lista, donde recibió una
educación de inspiración ilustrada y neoclásica.
Pronto mostró interés por la política y por la
literatura.
• Su participación en sociedades secretas que
conspiraban contra el absolutismo de Fernando VII
hace que en 1825 sea condenado a reclusión en un
convento de Guadalajara.
• En 1827 se marcha de España y vive en la emigración
en Portugal, Inglaterra y Francia. En esta época inicia
sus relaciones amorosas con Teresa Mancha y
persevera en sus actividades políticas.
• A su vuelta a Madrid, en 1833 se produce el triunfo
del Romanticismo en España, pero mientras autores
como Martínez de la Rosa o el duque de Rivas quedan
anclados en un Romanticismo conservador y
tradicional, Espronceda abandera un romanticismo de
carácter liberal exaltado.
84. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 84
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
• Sus últimos años son muy agitados: tiene una hija con
Teresa; desarrolla una actividad política incesante que
lo aproxima a posiciones republicanas; lo abandona
su amante, cuya muerte prematura le produce un
intenso pesar que expresa en su poema Canto a
Teresa; con la regencia de Espartero, acepta un
puesto en la embajada española en los Países Bajos,
que no llega a ocupar; es elegido diputado en marzo
en 1842, e inesperadamente, muere ese mismo año.
85. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 85
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
• La personalidad de Espronceda es prototípica del
romántico: rebelde, impetuoso, turbulento, exaltado,
liberal… Fue ya muy conocido en su tiempo y terminó por
convertirse en el personaje más representativo del
Romanticismo español. Ello hizo que en torno a su figura
se haya tejido una leyenda que ha proseguido hasta hoy.
El mito de Espronceda ha tenido una versión positiva o
negativa.
VERSIÓN POSITIVA
Espronceda es un
romántico idealista,
desprendido, apasionado,
con inquietudes sociales,
etc.
VERSIÓN NEGATIVA
Espronceda es un joven
acomodado que
representa un papel de
moda. Es histriónico e
insolente.
86. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 86
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
Aunque escribió teatro y novela (la novela histórica Sancho Saldaña (1834), la faceta literaria más
importante de Espronceda es la de la poesía, tanto en su vertiente lírica como en la narrativa. En su
obra poética se produce una clara división que permite dividirla en tres etapas.
Poesía de corte neoclásico
Poesía de la etapa del exilio
Poesía romántica
El Pelayo
Himno al Sol
Óscar y Malvina
Canción del pirata
El verdugo
El mendigo
El reo de muerte
El canto del cosaco
A Jarifa en una orgía
El estudiante de Salamanca
El diablo mundo
87. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 87
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
Poesía de corte neoclásico
Se corresponde con sus textos juveniles,
escritos bajo la influencia de Alberto Lista.
La obra más destacada de este periodo es El
Pelayo, intento inacabado de un poema épico.
En estos primeros poemas los temas son los
propios de la poesía neoclásica:
Amores pastoriles en una delicada
naturaleza.
Anhelo de fraternidad universal.
Defensa de la libertad, etc.
88. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 88
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
Poesía de la etapa del exilio
La impronta neoclásica sigue siendo
importante, pero a ella se suman las nuevas
influencias que anuncian su evolución hacia la
sensibilidad romántica
El más significativo de estos influjos es el del
ossianismo.
Textos esproncedianos de este tipo son el
Himno al sol o el poema narrativo Óscar y
Malvina.
89. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 89
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
Poesía de la etapa del exilio
OSSIANISMO
Se conoce con este nombre un tipo de
literatura que parte de los escritos de Ossian,
un falso poeta gaélico de la Antigüedad
inventado por el escritor escocés del siglo
XVIII James Macpherson.
El ossianismo, que tuvo gran eco en Europa,
cambia la mitología grecolatina del
Neoclasicismo por una mitología y un marco
poético nuevos (antiguos héroes célticos, la
luna y el sol convertidos en temas literarios,
naturaleza agreste: cataratas, ríos, tormentas,
mares, nieblas…). Ossian recibiendo las almas de los héroes franceses,
Anne-Louis Girodet.
90. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 90
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
Poesía romántica
Escrita desde su regreso a España, aborda al
principio los temas convencionales del
Romanticismo histórico (caballeros
medievales, cruzados, motivos exóticos, etc.),
pero produce sus frutos más logrados cuando
evoluciona hacia un Romanticismo liberal en
el que abundan los tonos sociales.
Dentro de esta última orientación escribe
tanto poemas líricos (Canción del pirata, El
verdugo, El mendigo, El reo de muerte, El
canto del cosaco, A Jarifa en un orgía) como
narrativos (El estudiante de Salamanca, El
diablo mundo).
91. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 91
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
Poesía romántica
En los poemas líricos es donde se encuentra
ya el Espronceda más genuino:
• defensa de los seres marginales
• identificación con los proscritos
• desprecio de las normas y las leyes
• desprecio de las riquezas materiales
• anhelo de libertad
• sentimentalismo.
92. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 92
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
Poesía romántica
Todos los personajes de la poesía de Espronceda parecen añorar una inocencia perdida
cuando todo lo nuevo se miraba con ilusión, pero lamentan que el contacto con la
realidad produzca desengaño.
PERSONAJES POSITIVOS
Muestran nobleza, valor
y generosidad.
(El pirata)
PERSONAJES NEGATIVOS
Hartos, cansados, hastiados de todo. Son
cínicos, temerarios, insolentes, arrogantes
e incluso temerarios.
(D. Félix de Montemar)
93. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 93
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
Poesía romántica
LA MUJER
La mujer es la pureza y la belleza
supremas, pero en cuanto al hombre
la toca se desvanece.
EL AMOR
No hay plenitud amorosa en
Espronceda. Todo lleva en sí la
destrucción, la señal de la muerte.
94. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 94
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
Publicado en 1840, es quizá el mejor poema
narrativo del Romanticismo español.
Cuenta la historia de don Félix de Montemar,
cínico donjuán en la Salamanca del siglo XVII,
quien, tras seducir y abandonar a Elvira, que
muere de dolor, mata en duelo al hermano de
la fallecida. Finalmente, persigue una tétrica
noche a una fantasmal dama, que resulta ser el
esqueleto de Elvira la muerte misma, con
quien contrae un matrimonio macabro y acaba
bailando una danza horripilante, rodeado de
espectros.
95. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 95
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
La mayor parte de los motivos que utiliza Espronceda procede de la tradición literaria:
DONJUÁN
SEDUCTOR
EL HOMBRE QUE
PRESENCIA SU
PROPIO ENTIERRO
LA MUJER
TRANSFORMADA
EN ESQUELETO
DANZA DE LA
MUERTE
96. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 96
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
DON FÉLIX DE MONTEMAR
Espronceda sabe fundir todos estos elementos dispares
en la creación de un ambiente intensamente romántico y
de un personaje.
Don Félix encarna la rebeldía, el cinismo y el satanismo
del héroe romántico más genuino.
97. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 97
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
Gran variedad métrica: polimetría, escala métrica.
Alternancia de fragmentos descriptivos, narrativos y
dramáticos
Indeterminación de las referencias temporales y espaciales
Vaguedad en la presentación de las cosas y en las
apreciaciones de hechos, personajes y situaciones.
Frecuente presencia de palabras como acaso, quizá, tal vez,
parece, a veces, allá, antiguo confuso, eco, noche…
RASGOS
98. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 98
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL DIABLO MUNDO
Publicado por entregas de 1840 a 1841. Es un extenso poema simbólico, compuesto por más de
seis mil versos. Su protagonista es un viejo desengañado que se transforma en Adán, símbolo del
ser humano puro. El texto se compone de elementos muy variados. En el canto segundo,
Espronceda intercala el “Canto a Teresa”, elegía a la muerte de su amada, escrito en octavas
reales.
99. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 99
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
ESTILO
Netamente romántico.
Prefiere las sensaciones extremas
Sonoridades retumbantes.
Contrastes violentos.
Exclamaciones.
Interrogaciones retóricas.
Espronceda busca la reacción
sentimental.
Recursos melodramáticos.
Tendencia a lo misterioso.
Situaciones emotivas.
Estilo
100. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 100
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
ESTILO
Conviven el estilo elevado y el lenguaje llano.
Abundancia de adjetivos
Preferentemente antepuestos.
Subrayan el tono lúgubre, dramático o
sentimental de las escenas.
Simetrías.
Oposiciones.
Enumeraciones
Encabalgamientos.
Sensación
de caos
Hipérbatos...
Encabalgamientos.
Propensión a lo fragmentario, a lo inconcluso, a lo vago e
impreciso.
101. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 101
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
ESTILO
VISIONES QUE PARECEN EXTRAÍDAS DE PESADILLAS
Y algazara y gritería,
crujir de afilados huesos,
rechinamiento de dientes
y retemblar los cimientos,
y en pavoroso estallido
las losas del pavimento
separando sus junturas
irse poco a poco abriendo,
siente Montemar, y el ruido
más cerca crece, y a un tiempo
escucha chocarse cráneos
ya descarnados y secos
102. Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 102
LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
ESTILO
ADJETIVACIÓN PROFUSA
El carïado , lívido esqueleto;
los fríos, largos y asquerosos brazos
le enreda en tanto en apretados brazos
y ávido le acaricia en su ansiedad;
y con su boca cavernosa busca
la boca a Montemar, y a su mejilla,
la ávida, descarnada y amarilla,
junta y refriega, repugnante faz
103. Suave es tu sonrisa, amada mía,
más dulce tú para mi amante pecho
que en la noche sombría
el tibio rayo de la blanca luna,
si al tímido viajero
tras tempestad horrenda,
muestra radiante la perdida senda.
Tú, mi divinidad; yo a ti rendido.
extático en tu faz miro mi cielo,
y en amor encendido,
el más feliz de los mortales todos,
disfruto tus caricias,
y tierno te enamoro,
y pagado en amor feliz te adoro.
Yo enjugo el llanto que en tus bellos ojos
brotó acaso el pesar; yo en alegría
trueco tristes enojos,
y yo en tus labios de rubí encendidos
recojo enajenado
tu lánguido suspiro,
y tu aliento purísimo respiro.
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
104. SONETO
Fresca, lozana, pura y olorosa,
gala y adorno del pensil florido,
gallarda puesta sobre el ramo erguido,
fragancia esparce la naciente rosa.
Mas si el ardiente sol lumbre enojosa
vibra del can en llamas encendido,
el dulce aroma y el color perdido,
sus hojas lleva el aura presurosa.
Así brilló un momento mi ventura
en alas del amor, y hermosa nube
fingí tal vez de gloria y de alegría.
Mas ¡ay! que el bien trocóse en amargura,
y deshojada por los aires sube
la dulce flor de la esperanza mía.
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
105. Era más de media noche,
antiguas historias cuentan,
cuando en sueño y en silencio,
lóbrega, envuelta la tierra,
los vivos muertos parecen,
los muertos la tumba dejan.
Era la hora en que acaso
temerosas voces suenan
informes, en que se escuchan
tácitas pisadas huecas,
y pavorosos fantasmas
entre las densas tinieblas
vagan, y aúllan los perros
amedrentados al verlas;
en que tal vez la campana
de alguna arruinada iglesia
da misteriosos sonidos
de maldición y anatema,
que los sábados convoca
a las brujas a su fiesta.
El cielo estaba sombrío,
no vislumbraba una estrella,
silbaba lúgubre el viento,
y allá en el aire, cual negras
fantasmas, se dibujaban
las torres de las iglesias,
y del gótico castillo
las altísimas almenas,
donde canta o reza acaso
temeroso el centinela.
Todo en fin a media noche
reposaba, y tumba era
de sus dormidos vivientes
la antigua ciudad que riega
el Tormes, fecundo río,
nombrado de los poetas,
la famosa Salamanca,
insigne en armas y letras,
patria de ilustres varones,
noble archivo de las ciencias.
Súbito rumor de espadas
cruje y un ¡ay! se escuchó;
un ay moribundo, un ay
que penetra el corazón,
que hasta los tuétanos hiela
y da al que lo oyó temblor.
Un ¡ay! de alguno que al mundo
pronuncia el último adiós.
El ruido
cesó,
un hombre
pasó
embozado,
y el sombrero,
recatado,
a los ojos
se caló.
Se desliza
y atraviesa
junto al muro
de una iglesia,
y en la sombra
se perdió.
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
106. En Salamanca famoso
por su vida y buen talante
al atrevido estudiante
le señalan entre mil;
Fueros le da su osadía,
le disculpa su riqueza,
su generosa nobleza,
su hermosura varonil.
Que su arrogancia y sus vicios,
caballeresca apostura,
agilidad y bravura
ninguno alcanza a igualar:
que hasta en sus crímenes mismos,
en su impiedad y altiveza,
pone un sello de grandeza
don Félix de Montemar
Segundo don Juan Tenorio,
alma fiera e insolente,
irreligioso y valiente,
altanero y reñidor:
siempre el insulto en los ojos,
en los labios la ironía,
nada tema y todo fía
de su espada y su valor.
Corazón gastado, mofa
de la mujer que corteja,
y hoy despreciándola deja
la que ayer se le rindió.
Ni el porvenir temió nunca,
ni recuerda en lo pasado
la mujer que ha abandonado
ni el dinero que perdió.
No vio el fantasma entre sueños
del que mató en desafío,
ni turbó jamás su brío
recelosa previsión.
Siempre en lances y en amores,
siempre en báquicas orgías,
mezcla en palabras impías,
un chiste a una maldición.
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
107. Mas, ay, que se disipó
tu pureza virginal,
tu encanto el aire llevó
cual la ventura ideal
que el amor te prometió.
Hojas del árbol caídas,
juguetes del viento son;
las ilusiones perdidas,
ay, son hojas desprendidas
del árbol del corazón (...)
Tú eres, mujer, un fanal
transparente de hermosura;
¡ay de ti, si por tu mal
rompe el hombre en su locura
tu misterioso cristal!
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
108. DON DIEGO (desembozándose):
Don Félix; ¿no conocéis
a don Diego de Pastrana?
DON FÉLIX:
A vos no, mas sí a una hermana
que imagino que tenéis.
DON DIEGO:
¿Y no sabéis que murió?
DON FÉLIX:
Téngala Dios en su gloria.
DON DIEGO:
Pienso que sabéis su historia
y quién fue quien la mató.
DON FÉLIX (con sarcasmo)
¡Quizá alguna calentura!
DON DIEGO:
¡Mentís! ¡Vos!
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
DON FÉLIX:
Calma, don Diego,
que si os morís vos luego,
es tanta mi desventura
que aun me lo habrán de achacar.
Si se murió, a lo hecho pecho,
ya no ha de resucitar.
DON DIEGO:
Os estoy mirando y dudo
si habré de manchar mi espada
o echaron al cuello un nudo
con mis manos, y con mengua,
en vez de desafiaros,
el corazón arrancaros
y patearos la lengua (...)
¡Villano!
TODOS:
¡Fuera de aquí
a armar quimera!
FÉLIX: (con calma)
Tened,
don Diego, la espada, y ved
que estoy yo muy sobre mí,
y que me contengo mucho,
no sé por qué, pues, tan frío
en mi colérico brío
vuestras injurias escucho.
DON DIEGO:
Salid de aquí; que a fe mía,
que estoy resuelto a mataros,
y no alcanzara a libraros
la misma Virgen María (...)
Venid conmigo.
DON FÉLIX:
Allá voy;
pero si os mato, don Diego,
que no me venga otro luego
a pedirme cuenta.
109. Calado el sombrero y en pie, indiferente,
el féretro mira don Félix pasar,
y al paso pregunta con su aire insolente
los nombres de aquellos que al sepulcro van.
Mas cuál su sorpresa, su asombro cuál fuera,
cuando horrorizado con espanto ve
que el uno don Diego de Pastrana era,
y el otro, ¡Dios Santo, y el otro era él! (...)
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
110. Y algazara y gritería,
crujir de afilados huesos,
rechinamiento de dientes
y retemblar los cimientos,
y en pavoroso estallido
las losas del pavimento
separando sus junturas
irse poco a poco abriendo,
siente Montemar, y el ruido
más cerca crece, y a un tiempo
escucha chocarse cráneos
ya descarnados y secos (...)
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
111. En cuanto a ese espectro que decís mi esposa,
raro casamiento venísme a ofrecer;
su faz no es, por cierto, ni amable ni hermosa,
mas no se os figure que os quiera ofender.
Por mujer la tomo, pues es cosa cierta
y espero no salga fallido mi plan,
que, en caso tan raro y mi esposa muerta,
tanto como viva no me cansará (...)
El carïado , lívido esqueleto;
los fríos, largos y asquerosos brazos
le enreda en tanto en apretados brazos
y ávido le acaricia en su ansiedad;
y con su boca cavernosa busca
la boca a Montemar, y a su mejilla,
la ávida, descarnada y amarilla,
junta y refriega, repugnante faz (...)
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
112. Los espectros bailan una danza macabra, celebrando las
espantosas nupcias. Por fin, Montemar desfallece y muere.
Llega la mañana. Por Salamanca corre la noticia de que el
diablo, disfrazado de mujer, se ha llevado al infierno a
Montemar. Espronceda acaba con un rasgo de humor:
Y si, lector, dijerdes ser comento,
como me lo contaron te lo cuento.
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
113. Mujer que amor en su ilusión figura,
mujer que nada dice a los sentidos
ensueño de suavísima ternura,
eco que regaló nuestros oídos,
de amor la llama generosa y pura,
los goces dulces del placer cumplidos,
que engalana la rica fantasía,
goces que avaro el corazón ansía;
¡ay! aquella mujer, tan solo aquella,
tanto delirio a realizar alcanza,
y esa mujer tan cándida y tan bella
es mentida ilusión de la esperanza.
Es el alma que vívida destella
su luz al mundo cuando en él se lanza,
y el mundo con su magia y galanura,
es espejo no más de su hermosura`[…]
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL DIABLO MUNDO
114. ¡Oh llama santa! ¡Celestial anhelo!
¡Sentimiento purísimo! ¡Memoria
Acaso triste de un perdido cielo,
Quizá esperanza de futura gloria!
¡Huyes y dejas llanto y desconsuelo!
¡Oh mujer, que en imagen ilusoria
Tan pura, tan feliz, tan placentera
Brindó el amor a mi ilusión primera…! […]
Mas ¡ay! Que es la mujer ángel caído
o mujer nada más y todo inmundo
hermoso ser para llorar nacido
o vivir como autómata en el mundo;
sí, que el demonio en el Edén perdido
abrasara con fuego del profundo
la primera mujer, y ¡ay! Aquel fuego
la herencia ha sido de sus hijos luego.
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL DIABLO MUNDO
115. Brota en el cielo del amor la fuente
que a fecundar el universo mana,
y en la tierra su límpida corriente
sus márgenes con flores engalana;
mas ¡ay! huid: el corazón ardiente
que el agua clara por beber se afana,
lágrimas verterá de suelo eterno,
que su raudal lo envenenó el infierno.
Huid, si no queréis que llegue un día
en que, enredado en retorcidos lazos
el corazón, con bárbara porfía
luchéis por arrancároslo a pedazos;
en que al cielo en histérica agonía
frenéticos alcéis entrambos brazos,
para en vuestra impotencia maldecirle,
y escupiros, tal vez, al escupirle.
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL DIABLO MUNDO
Los años ¡ay! de la ilusión pasaron;
las dulces esperanzas que trajeron,
con sus blancos ensueños se llevaron,
y el porvenir de oscuridad vistieron;
las rosas del amor se marchitaron,
las flores en abrojos convirtieron,
y de afán tanto y tan soñada gloria
sólo quedó una tumba, una memoria..
117. LA POESÍA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX
Durante la segunda mitad del siglo XIX se compuso abundante y variada poesía, que
debe entenderse en un contexto en el que la burguesía dominante impone sus gustos
dentro de un modelo de sociedad donde cultura y política parecen unidas.
Pueden distinguirse tres tendencias poéticas:
POESÍA REALISTA ANTIRRETÓRICA
POESÍA REALISTA GRANDILOCUENTE
POESÍA INTIMISTA POSROMÁNTICA
118. • Adoptó formas expresivas nuevas que la
alejaban del Romanticismo.
• Es la lírica que con más propiedad puede
denominarse realista.
• Se reivindica un lenguaje prosaico y
antirretórico, que supere la retórica romántica,
y que, de acuerdo con la mentalidad positivista
y burguesa, sirva de cauce para las nuevas
ideas y no las oculte bajo el peso de la carga
ornamental.
POESÍA REALISTA ANTIRRETÓRICA
LA POESÍA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX
119. LA POESÍA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX
• Esta poesía se abre camino desde mediados de
siglo gracias a la figura de Ramón de
Campoamor.
• El ideal poético de Campoamor es el
prosaísmo: el uso de un lenguaje claro y
sencillo que acerque la poesía a la prosa.
• Otras características de su poesía son la ironía,
el escepticismo, la sentenciosidad, las
apelaciones al sentido común, etc.
• Entre sus obras destacan Doloras (1846),
Pequeños poemas (1872-4) y Humoradas
(1886-8).
POESÍA REALISTA ANTIRRETÓRICA
120. LA POESÍA DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX
• La poesía realista grandilocuente enlaza con el
neoclasicismo a través de la figura de
Quintana, tanto en sus temas de carácter cívico
como en su preocupación por la forma rotunda
y bien construida.
• El autor más representativo de esta tendencia
es Gaspar Núñez de Arce, que compone
poemas de tono declamatorio próximos a la
grandilocuente oratoria política de la época.
POESÍA REALISTA GRANDILOCUENTE
121. LA POESÍA DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX
• La poesía intimista posromántica, cuya figura
fundamental es Gustavo Adolfo Bécquer, busca
superar el Romanticismo retórico y trivial a
través de la condensación y la simplificación
formales, como medio de sugerir con la
palabra, la imagen y el símbolo las ideas que
rozan lo inefable.
• Junto a Bécquer, Rosalía de Castro constituye
uno de los máximos exponentes de la lírica
posromántica, caracterizada por el intimismo y
la melancolía.
POESÍA INTIMISTA POSROMÁNTICA
123. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
• Gustavo Adolfo Domínguez Bastida nació en
Sevilla en 1836. Era hijo de un pintor
costumbrista, y, como él, adoptó el apellido
Bécquer de sus antepasados flamencos, que se
habían instalado en Sevilla años atrás.
• Pronto quedó huérfano de padre y madre. Vivió
en cada de su madrina, en cuya surtida
biblioteca desarrolló su afición a la lectura y
formó sus gustos literarios.
• Comenzó estudios pictóricos, al igual que su
hermano Valeriano, en el taller de su tío. Pero,
mientras que su hermano se convirtió en un
importante pintor, Gustavo aunque no
abandonó nunca del todo el gusto por el dibujo
y la pintura probó otros caminos artísticos,
como el de la música.
124. • Ya por entonces había empezado a componer
poemas y, con dieciocho años, marchó a
Madrid para forjarse una carrera literaria.
• Pero su situación económica era precaria, por lo
que para sobrevivir tradujo o adaptó obras
teatrales, escribió él mismo otras en
colaboración, así como libretos de zarzuelas, y
realizó diversos trabajos periodísticos.
• Desde 1860 su dedicación al periodismo fue
más constante y llegó a ser director del
periódico conservador El Contemporáneo.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
125. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
• Por estas fechas entabló relación con el poeta
Augusto Ferrán, traductor de Heine, al que dio a
conocer a Bécquer: este mostró luego en sus
versos un influjo directo de la poesía delicada e
intimista del alemán.
• Enfermo de tuberculosis, pasó varias temporadas
en el monasterio zaragozano de Veruela.
• En 1861 contrajo matrimonio con Casta Esteban,
pero el matrimonio fracasó y acabaron
separándose.
• Económicamente, vivió una situación desahogada
durante los últimos años del reinado de Isabel II,
pues fue protegido por el ministro conservador
González Bravo, quien le proporcionó el bien
remunerado cargo de censor de novelas.
A los 21 años contrajo la
tuberculosis. Se enamoró de Julia
Espín y la amó en silencio.
Consiguió un trabajo, pero lo
perdió porque pasaba el tiempo
dibujando.
Se enamoró de Elisa Guillén, que
lo abandonó, resentido, se casó
con Casta Esteban.
126. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
• Perdió el empleo con la revolución de 1868.
• Se fue entonces a vivir con su hermano
Valeriano a Toledo, y reescribió su obra
poética, que había reunido tiempo atrás y
entregado a González Bravo, interesado en
publicarla, pero ese manuscrito se había
perdido durante los sucesos revolucionarios
de septiembre del 68.
• Con sólo treinta y cuatro años murió
Gustavo Adolfo Bécquer en Madrid a finales
de 1870, cuando convivía nuevamente con
su mujer, tras el fallecimiento de su
hermano Valeriano pocos meses antes.
127. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
OBRA EN
PROSA
Ensayo literario en forma epistolar sobre
la mujer, fuerza motriz y objeto último
del proceso de creación poética.
OBRA EN
VERSO
84 poemas breves, asonantados en general, y de metros variados,
en los que se funda la importancia de Bécquer en la poesía
española.
Crónicas compuestas durante una
estancia de reposo en el monasterio de
Veruela.
Leyendas
28 relatos con
claros rasgos
románticos
El amor imposible: El rayo de luna.
Lo misterioso y lo sobrenatural: Maese
Pérez, el organista.
Lo exótico: El caudillo de las manos
rojas.
Lo costumbrista: La venta de los gatos.
Cartas literarias a una mujer
Cartas desde mi celda
Rimas
128. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Rimas
La obra lírica de Bécquer está recogida en su obra Rimas
que, en su edición de 1871, son setenta y nueve poemas
breves, asonantados en general, y de metros variados, en
los que se funda la importancia de Bécquer en la
literatura.
De estos poemas, solo quince se publicaron en vida del
autor. Bécquer las reunió para editarlas en un libro y se las
entregó a su protector, el ministro González Bravo, que se
había comprometido a publicarlas, pero en un saqueo en
el domicilio de este durante los tumultos de 1868,
desapareció el original.
Posteriormente, el autor reprodujo los textos de
memoria, sin un orden determinado, al final de un
cuaderno que, con el título de Libro de los gorriones, bajo
el epígrafe “Poesías que recuerdo del libro perdido”, se
conserva en la Biblioteca Nacional
129. Tras la muerte del poeta, sus amigos, Casado del Alisal, Nombrela, Campillo, Rodríguez Correa y
Augusto Ferrán prepararon una edición de las Rimas, publicada en 1871, en la que los poemas
aparecen ordenados en cuatro grupos:
RIMAS I -XI
Reflexión sobre la
creación poética y sus
motivos básicos: el
amor, el misterio, etc.
Trata además del deseo
de expresarse mediante
la poesía.
RIMAS XII- XXIX
Las diecisiete rimas de
este grupo obedecen a
una contemplación
afirmativa y confiada
de la belleza femenina
y del amor.
RIMAS XXX -LI
Rimas amargas y
dolientes, con tonos
que van desde la ira a la
desesperación. Poetiza
su experiencia de amor
desengañado por Elisa
Guillén, quien lo
abandonó por otros
hombres.
RIMAS LII- LXXVI
Tratan de la soledad y
de la muerte desde un
punto de vista
desolado y pesimista.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
130. Los núcleos temáticos de la poesía de Bécquer están relacionados con el ordenamiento de las Rimas.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Poesía y creación artística
Amor, desengaño amoroso y
decepción
Soledad y muerte
El sueño y la naturaleza
TEMAS DE LA
POESÍA DE
BÉCQUER
131. Los núcleos temáticos de la poesía de Bécquer están relacionados con el ordenamiento de las Rimas.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Poesía y creación artística Concibe la poesía como una forma de expresión inmediata de
emociones íntimas que están más allá del poeta mismo y solo
esperan al escritor que sepa formularlas.
Bécquer parte de la idea romántica de la inspiración, pero se aleja
de ella y busca una poesía sintética, breve, nada grandilocuente y
en la que la expresión de las ideas se apoya a menudo en objetos
materiales.
La inspiración no se explica sin la razón que da la forma definitiva al
poema.
No se puede desligar a Bécquer de la estética realista.
Los poemas de Bécquer, partiendo de la realidad cotidiana, intentan
expresar ideas (belleza, amor, poesía), que se resisten a ser
expresadas con palabras.
132. Los núcleos temáticos de la poesía de Bécquer están relacionados con el ordenamiento de las Rimas.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Amor, desengaño amoroso y
decepción
El amor, relacionado con la poesía, la naturaleza y Dios, es el tema
central de las Rimas.
El amor se considera un ideal inalcanzable, y la amada, expresión
máxima de la belleza, resulta ser un ideal, un ser inaccesible, un
misterio intangible, que se desvanece como un sueño.
El resultado es el fracaso de la experiencia amorosa, el desengaño.
La decepción se muestra, unas veces, con ironía, crueldad y
sarcasmo, y otras con la angustia más profunda y la desesperación
sin límites del yo poético.
133. Los núcleos temáticos de la poesía de Bécquer están relacionados con el ordenamiento de las Rimas.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Soledad y muerte La soledad es un sentimiento consustancial al yo lírico romántico,
para el que la naturaleza, aun en su aspecto más agresivo, puede
constituir un refugio.
El individuo se siente solo en la soledad del mundo y no encuentra
respuestas para los interrogantes vitales.
La soledad se intensifica frente al enigma de la muerte y queda
simbolizada en la tumba abandonada, que todos ignoran.
134. Los núcleos temáticos de la poesía de Bécquer están relacionados con el ordenamiento de las Rimas.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
El sueño y la naturaleza La realidad se percibe como una integración de lo racional y lo
soñado; existe una fusión entre mundo y sueño.
Los sueños permiten la expresión del espíritu y la fantasía, en ellos
se presentan zonas y seres misteriosos, desconocidos y un mundo
de visiones que enriquece la percepción del universo.
Aunque la naturaleza es a veces un marco impasible e indiferente,
en muchos de los poemas de Bécquer es expresión de los
sentimientos del yo lírico, quien busca la integración en el mundo
natural.
En general, se presenta en constante movimiento, y las imágenes
relacionadas con la luz y el aire adquiere especial importancia.
135. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Estilo poético
de Bécquer
Tras su aparente sencillez y espontaneidad, hay una cuidada elaboración de los
textos.
Métrica
Poemas breves. Muchas veces los poemas parecen truncados al cerrarse con un
verso quebrado que condensa la idea expresada y abre nuevas sugerencias.
Combinación de elementos cultos con populares
Estrofas clásicas (octava real, serventesio…)
Estrofas populares (copla asonantada, seguidilla…)
Preferencia por la rima asonantada.
Poemas extensos. Utiliza el paralelismo, las correlaciones, las antítesis, anáforas y
repeticiones.
136. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Lenguaje
becqueriano
Saeta/ hoja/ gigante ola/ luz… esa soy yo.
Metáforas
Léxico prosaico
(realista)
Comparaciones Como la brisa que la sangre orea…
Tus ojos/ verdes como el mar…
Imágenes
Golondrinas, búho, viento, huracán,
campanillas, madreselvas, violeta, árbol,
mar…
Naturaleza
Música Arpa, lira, compás, cadencia, laúd…
átomo, máquina, roncar, comer, engordar, billete de banco,
diccionario…
Léxico
romántico
suspiros, sueño, dolor, vértigo
Capacidad de
sugerencia
Más allá del significado denotativo, los elementos de la
realidad se corresponden con emociones íntimas y descubren
otros sentidos insospechados.
137. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
RIMA IX
Besa el aura que gime blandamente
las leves ondas que jugando riza;
el sol besa a la nube en occidente
y de púrpura y oro la matiza;
la llama en derredor del tronco ardiente
por besar a otra llama se desliza
y hasta el sauce inclinándose a su peso
al río que le besa, vuelve un beso.
Métrica
138. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Métrica
RIMA X
Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman,
el cielo se deshace en rayos de oro,
la tierra se estremece alborozada.
Oigo flotando en olas de armonías
rumor de besos y batir de alas;
mis párpados se cierran… ¿Qué sucede?
¿Dime?... ¡Silencio! ¡Es el amor que pasa!.
139. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Brevedad
Rima XLI
Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!
¡No pudo ser!
Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡tenías que romperte o que arrancarme!
¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo: acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder:
la senda estrecha, inevitable el choque…
¡No pudo ser!
140. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Comparaciones
RIMA XLVIII
Como se arranca el hierro de una herida
su amor de las entrañas me arranqué,
aunque sentí al hacerlo que la vida
me arrancaba con él.
Del altar que le alcé en el alma mía
la Voluntad su imagen arrojó,
y la luz de la fe que en ella ardía
ante el ara desierta se apagó.
Aun para combatir mi firme empeño
viene a mi mente su visión tenaz…
¡Cuándo podré dormir con ese sueño
en que acaba el soñar!
141. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Diálogos
RIMA XLIV
Como en un libro abierto
leo de tus pupilas en el fondo.
¿A qué fingir el labio
risas que se desmienten con los ojos?
¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre… y también lloro.
142. No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira.
Podrá no haber poetas, pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista;
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista;
mientras la humanidad, siempre avanzando,
no sepa a dó camina;
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!
Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan;
mientras haya esperanzas y recuerdos.
¡habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa.
¡habrá poesía!
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
143. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
RIMA VII
Del salón en un ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo,
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay! pensé; ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: "¡Levántate y anda!"!.
144. RIMA XI
—Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión;
de ansia de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?— No es a ti, no.
—Mi frente es pálida, mis trenzas de oro,
puedo brindarte dichas sin fin;
yo de ternuras guardo un tesoro.
¿A mí me llamas? —No, no es a ti, no.
—Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible;
no puedo amarte.—¡Oh, ven; ven tú!
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
145. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
RIMA XIII
Tu pupila es azul, y cuando ríes,
su claridad süave me recuerda
el trémulo fulgor de la mañana
que en el mar se refleja.
Tu pupila es azul , y cuando lloras,
las transparentes lágrimas en ella
se me figuran gotas de rocío
sobre una violeta.
Tu pupila es azul, y si en su fondo
como un punto de luz radia una idea,
me parece en el cielo de la tarde
una perdida estrella.
146. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
RIMA XXI
¿Qué es poesía? —dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... ¡eres tú!
RIMA XXIII
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo:
por un beso..., ¡yo no sé
qué te diera por un beso
RIMA X
Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman,
el cielo se deshace en rayos de oro,
la tierra se estremece alborozada.
Oigo flotando en olas de armonías
rumor de besos y batir de alas;
mis párpados se cierran...¿Qué sucede?
¡Es el amor que pasa!
147. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
RIMA XXX
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor
yo digo aún: "¿Por qué callé aquel día?"
Y ella: "¿Por qué no lloré yo?
148. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
RIMA XXXI
Nuestra pasión fue un trágico sainete,
en cuya absurda fábula
lo cómico y lo grave confundidos
risas y llanto arrancan.
Pero fue lo peor de aquella historia
que, al fin de la jornada,
a ella tocaron lágrimas y risas,
¡y a mí solo lágrimas!
149. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
RIMA XLII
Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas;
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de dónde estaba.
Cayó sobre mi espíritu la noche;
en ira y en piedad se anegó el alma...
¡Y entonces comprendí por qué se llora!
¡Y entonces comprendí por qué se mata!
Pasó la nube de dolor... Con pena
logré balbucear unas palabras...
¿Quién me dio la noticia? Un fiel amigo...
¡Me hacía un gran favor! Le di las gracias
150. RIMA LIII
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
esas...¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
esas... ¡no volverán!
Volverá del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...desengáñate,
así…¡no te querrán!.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
151. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
RIMA XXXVIII
Los suspiros son aire y van al aire,
las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer: cuando el amor se olvida
¿sabes tú a dónde va?
152. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
RIMA LXI
Al ver mis horas de fiebre
e insomnio lentas pasar,
a la orilla de mi lecho.
¿quién se sentará?
Cuando la trémula mano
tienda próximo a expirar,
buscando una mano amiga
¿quién la estrechará?
Cuando la muerte vidríe
de mis ojos el cristal,
mis párpados aún abiertos,
¿quién los cerrará?
Cuando la campana suene,
si suena en mi funeral,
una oración al oírla,
¿quién murmurará?
Cuando mis pálidos restos
oprima la tierra ya,
sobre la olvidada fosa,
¿quién vendrá a llorar?
¿Quién, en fin, al otro día,
cuando el sol vuelva a brillar,
de que pasé por el mundo,
quién se acordará?
153. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
RIMA LXVI
¿De dónde vengo?... El más horrible y
áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura,
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿A dónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
154. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
OBRAS EN PROSA
• Como prosista, Bécquer escribió:
• Numerosas colaboraciones periodísticas
• Historia de los templos de España
(inconclusa)
• Cartas literarias a una mujer (1860)
• Cartas desde mi celda (1864)
• Leyendas (en prensa entre 1854-64), se
recogieron en un solo libro en 1871 en el
mismo volumen que las Rimas.
155. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
LEYENDAS
Las Leyendas son un conjunto de relatos cortos de
carácter fantástico y ambientación romántica (la Edad
Media, el mundo oriental o morisco, el halo de misterio,
la noche…) Muchas de ellas son muy conocidas: El
caudillo de las manos rojas, El Monte de las Ánimas, El
Miserere, La corza blanca, El beso…
156. GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
LEYENDAS
Las Leyendas se encuentra muy cerca del Romanticismo
tradicional, por los precedentes del género (Zorrilla,
Espronceda, duque de Rivas, la novela histórica) y por los
temas que desarrolla (la mujer ideal, el desengaño, el
ansia de amor absoluto…), así como por los personajes
(caballeros, galanes, artistas, bellas mujeres) y por los
ambientes exóticos o legendarios. Pero Bécquer acierta a
crear un nuevo género, el de la leyenda lírica.
La prosa becqueriana destaca en las Leyendas por sus
valores rítmicos y musicales y por sus calidades
pictóricas, que preludian ya las narraciones modernistas.
158. • Natural de Santiago de Compostela y de
noble familia.
• Conoció su origen ilegítimo a los quince
años, lo que le produjo una grave crisis
espiritual.
• Se casó con Manuel M. Murguía, famoso
historiador y escritor gallego, y tuvo seis
hijos.
• Vivió en diversos lugares de Castilla, pero
siempre añoró Galicia.
• Su vida estuvo llena de penalidades, lo que
se refleja en su obra.
• Murió en La Matanza, Iria Flavia. Sus restos
fueron trasladados a un monumento
funerario erigido por suscripción popular.
ROSALÍA DE CASTRO
159. • Aunque escribió también en prosa, destaca
sobre todo como poetisa.
• Compuso versos tanto en gallego, Cantares
galegos (1863) y Follas novas (1880) como
en castellano, En las orillas del Sar (1884).
• Con Rosalía de Castro nos encontramos ya
muy cerca de la poesía contemporánea
entendida como comunicación de una
experiencia personal: aflora de forma
directa el mundo interior, se manifiesta la
subjetividad abiertamente y no envuelta en
el tono declamatorio y muchas veces
superficial del Romanticismo externo.
ROSALÍA DE CASTRO
160. Escrita en gallego, en ella aparece la
añoranza de la tierra natal lejana, además de
la crítica por la situación de muchos de sus
paisanos.
ROSALÍA DE CASTRO
CANTARES GALEGOS
Por ello algunos poemas tienen un tono de
protesta y rebeldía.
161. Poemario compuesto también en gallego en el que
paisaje de su tierra se convierte en un escenario para
versos que expresan dolor y desengaño vital.
ROSALÍA DE CASTRO
FOLLAS NOVAS
162. Escrita en castellano, en ella Rosalía de Castro
continúa, con un tono melancólico y pesimista,
poetizando el paso del tiempo, las ilusiones perdidas
y la deseada muerte que libere el dolor de vivir
ROSALÍA DE CASTRO
EN LAS ORILLAS DEL SAR
En esta obra, Rosalía de Castro alcanza muchos
momentos de honda emoción y de expresión de una
intimidad conflictiva que anticipan lo más granado
de la poesía posterior.
163. Lenguaje emocionado
e intimista
ROSALÍA DE CASTRO
ESTIL
O
Influida por Heinrich Heine y la poesía popular.
Huye del estilo grandilocuente.
Presencia de
elementos de la
naturaleza
Aportan a su poesía un tono de autenticidad, de
experiencia vivida.
Versos y estrofas
poco usuales
Estrofas polimétricas que combinan versos
alejandrinos, decasílabos, pentasílabos, etc.
Esta innovación la convierte en la pionera de la
poesía moderna.
164. ROSALÍA DE CASTRO
Cando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pe dos meus cabezales
tornas facéndome mofa.
Cando maxino que es ida,
no mesmo sol te me amostras,
i eres a estrela que brila,
i eres o vento que zoa.
Si cantan, es que ti cantas;
si choran, es ti que choras;
i es o marmurio do río,
i es a noite, i es aurora.
En todo estás e ti es todo,
pra min i en min mesma moras,
ni me abandonarás nunca,
sombra que sempre me asombras.
Cuando pienso que te huyes,
negra sombra que me asombras,
al pie de mis cabezales,
tornas haciéndome mofa.
Si imagino que te has ido,
en el mismo sol te asomas,
y eres la estrella que brilla
y eres el viento que sopla.
Si cantas, tú eres quien cantas;
si lloran, tú eres quien llora;
y eres murmullo del río
y eres la noche y la aurora.
En todo estás y eres todo,
para mí y en mí misma moras,
nunca me abandonarás,
sombra que siempre me asombras
165. ROSALÍA DE CASTRO
Un-ha vez tiven un cravo
cravado no corazón,
y eu non m’acordo xa s’era aquel cravo
d’ouro, de ferro ou d’amor.
soyo sei que me fixo un mal tan fondo,
que tanto m’atormentóu,
qu’eu día e noite sin cesar choraba
cal chorou Madalena n’a Pasión.
“Señor, que todo ó podedes
—pedinlle un-ha vez a Dios—
daime valor pr’arrincar d’un golpe
cravo de tal condiçon.”
e duomo Dios o arrinqueismo
mas… ¿quén pensara?… Despois
xa non sentín máis tormentos
nin soupen qu’era delor;
soupen sô que non sei que me faltaba
en donde ò cravo faltóu;
e seica… seica tiven soidades
d’aquela pena…¡Bon Dios!
Este barro mortal qu’envolve ò esprito
¿quén-o entenderá, Señor?
Una vez tuve un clavo
clavado en el corazón
y yo no me acuerdo ya si era aquel clavo
de oro, de hierro o de amor.
Sólo sé que me produjo un mal tan hondo,
que tanto me atormentó,
que yo día y noche sin cesar lloraba
como lloró Magdalena en la Pasión.
“Señor que todo lo puedes
—le pedí una vez a Dios—
dame valor para arrancar de un golpe
clavo de tal condición.”
y diómelo Dios y me lo arranqué,
pero… ¿quién lo pensara?… Después
ya no sentí tormentos
ni supe lo que era dolor;
supe tan sólo que no sé qué me faltaba
en donde el clavo faltó,
y me parece… me parece que tuve añoranza
de aquella pena… ¡Buen Dios!
Este barro mortal que envuelve el espíritu
¿quién lo entenderá, Señor?
166. ROSALÍA DE CASTRO
Alma que vas huyendo de ti misma,
¿qué buscas insensata en los demás?
Si en ti secó la fuente del consuelo,
secas todas las fuentes has de hallar.
¿Que hay en el cielo estrellas todavía
y hay en la tierra flores perfumadas?
Sí… Mas no son ya aquellas
que tú amaste y te amaron, desdichada.
167. ROSALÍA DE CASTRO
Recuerda el trinar del ave
y el chasquido de los besos
los rumores de la selva
cuando en ella gime el viento
y del mar las tempestades
y la bronca voz del trueno;
todo halla un eco en las cuerdas
del arpa que pulsa el genio.
Pero aquel bronco latido
del corazón que está enfermo
de muerte y que de amor muere
y que resuena en el pecho
como un bordón que se rompe
dentro de un sepulcro hueco
es tan triste y melancólico
tan terrible y tan supremo
que jamás el genio pudo
repetirlo con sus ecos.