Este documento proporciona directrices para evaluar las sesiones de Filosofía para Niños (FpN), reconociendo que la evaluación en este contexto no es sencilla. Se proponen varias herramientas de evaluación cualitativa como diarios de sesiones, autoevaluaciones y calificaciones basadas en conceptos en lugar de notas. El objetivo es registrar el progreso de los estudiantes sin comprometer la espontaneidad ni transformar las sesiones en competiciones por las calificaciones.
BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
Evaluación en fpn
1. La evaluación en la
FpN
MATERIAL PARA EL SEMINARIO DE
FORMACIÓN DEL PROFESORADO
Esteban Cortijo y Lourdes Cardenal
2. Este documento ha sido elaborado por Lourdes
Cardenal, con la ayuda y textos de Esteban Cortijo,
para el Seminario de formación docente de Filosofía
para Niños del CPR de Villanueva-Don Benito de la
Junta de Extremadura.
3. CRITERIOS DE EVALUACIÓN DE LAS SESIONES
Puede que alguien haya echado de menos, tratándose de filosofía, que no aparezcan una
prueba que es específica, el comentario de texto, para evaluar la capacidad de síntesis y de
comprensión de los alumnos.
Desde el primer momento de su aplicación, el programa de FpN intentó varios modelos para
evaluar las diferencias posibles entre los grupos que utilizaban este método con los que seguían el
habitual, pero no ha sido fácil. Podemos suponer la validez de estos instrumentos para un profesor,
pero no son totalmente fiables o no lo son en todos los casos para detectar el progreso en el
aprendizaje. En nuestro caso, con el Diario de Sesiones podemos ampliar su validez incorporando
en ocasiones, especialmente en el momento de realizar la autoevaluación, un ejercicio de redacción
de tema libre a partir de los datos recogidos en las sesiones de cada periodo o un comentario de
texto.
Cada profesor debe establecer si el Diario de sesiones de sus alumnos debe estar disponible
para que él pueda revisarlo en algún momento o si, por facilitar más espontaneidad en el mismo,
solo se limitará a “corregir” el impreso de la auto evaluación, redacción o comentario incluidos. La
nota general del periodo con que el alumno se califica puede ser respetada tal cual por el profesor
o someterla a una media con la suya, si la diferencia entre ambas sobrepasa, por ejemplo, dos
puntos sobre 10.
Estamos seguros de que cualquier profesor podrá verificar la validez de estas herramientas y,
en el caso de que esté dos años consecutivos con los mismos alumnos podrá comprobar su nivel de
mejora respecto a las competencias que el programa de Filosofía para Niños desarrolla tanto en el
pensar, como en el hablar o escribir con otros, no contra otros.
De acuerdo con la composición, los objetivos, el tema y la metodología de una clase realizada
de esta manera, la evaluación se constituye como un elemento interno y necesario, que precisa
elementos de clara expresión oral y escrita en el contexto de la comunidad de indagación que se
ha de constituir. La manifestación del pensamiento crítico y creativo ha de incorporar
necesariamente la evaluación cualitativa del mismo a través de la conducta generada en el grupo
no solo a la hora de resolver problemas puramente intelectuales sino a través del trato mismo entre
todos que hará imposible situaciones de dominio o maltrato. Que un alumno llegue a ser
coordinador o facilitador de un diálogo será sin duda un ejercicio excelente de observación tanto
para el profesor como para quien le sustituya y el resto de sus compañeros.
Será pues fundamental para el correcto seguimiento de una clase o curso la asistencia, la
participación y la actividad que desarrolle cada uno de sus participantes. Valores como la actitud
crítica con los demás y con uno mismo, la cooperación, la tolerancia y la solidaridad, etc. no
siempre se podrán percibir en el Diario, pero con frecuencia las preguntas y las ideas de los
participantes se fijan en detalles de este tipo que pasan desapercibidos para el profesor más
sagaz.
Apunte sobre la ficha resumen con la que llevar a cabo la auto evaluación
4. Por otra parte no hay que tener miedo al formalismo que supone el hacerles escribir, no solo
hablar, durante la sesión de clase. Así se les habituará a un “diario construido” que integre lo
personal dentro de lo que es el análisis de lo que dicen los demás, verán la calidad de las
argumentaciones, conocerán y aceptarán las buenas razones y uso de las reglas de la lógica, etc.
Para terminar valgan unas palabras acerca del profesor, coordinador o mediador de una
sesión de FpN. No podemos pedir que todo el mundo tenga una formación en lo que hasta hace
poco se llamaba la especialidad de “Filosofía pura”. Saber mucho no es malo, pero se convierte en
una dura losa cuando pretendemos enseñar en nuestras clases lo que finalmente entendimos el
último año de carrera. Creo que un profesor de FpN debe estar vestido con cierto toque de
escepticismo en las ideas y con buenas dosis de paciencia esperando que algunos asuntos que han
atormentado a tantos filósofos puedan aparecer en el lenguaje de los otros, sean niños, jóvenes o
adultos en su caso. Ha reflexionado sobre diversas teorías, le convenzan más o menos, pero sobre
todo debe estar a favor de que los niños, como el de Agustín de Hipona en la playa, si no saben
explicarse, al querer llenar de agua un foso arañado en la arena le están obligando a él a pensar y
observar otras realidades. Estoy convencido de que, sin duda, esta capacidad de reflexionar
sobre la acción, volver sobre lo que ha hecho, criticarse y mejorar, al fin, es la cualidad principal
del maestro de Filosofía para Niños.
Esteban Cortijo.
Vicepresidente de formación de la FpNEx
5. Evaluar la FpN no es tarea sencilla. Mas la dificultad de la empresa no radica en la complejidad del
proceso de evaluación sino en sus posibles consecuencias. Uno de los efectos más perjudiciales para
los mismos objetivos del programa es el hecho de que si los alumnos son conscientes de que cada
día, tras cada sesión, reciben una nota, puede perderse la fluidez y la espontaneidad que buscamos
en una auténtica comunidad de indagación, podría convertirse en una asociación en la que sus
intervenciones se vieran provocadas por el mero interés de obtener una nota, haciéndolas así más
forzadas y transformado el clima de cooperación en un clima de competición.
Por otro lado, no sería justo que valiese lo mismo el trabajo realizado por un alumno que se esfuerza
en participar y pensar que el de uno que está distraído y enreda con sus compañeros.
Es por ello que si queremos registrar la actitud e intervenciones de los alumnos durante las sesiones
ellos deben ser conocedores de cómo vamos a anotar, qué vamos a anotar y qué consecuencias va
a tener, pero no debemos darle un peso excesivo a esta parte de la FpN o de otro modo
condicionaremos el comportamiento de nuestros alumnos.
Una de las maneras para llevar el registro de las sesiones de FpN sin influir demasiado en el
alumnado pero intentando ser justos con su esfuerzo y trabajo es la siguiente:
En lugar de asignar una nota numérica calificar cualitativamente bien con caritas, bien con
conceptos.
De este modo podemos diferenciar entre aquel que molesta y no atiende, aquellos que no participan
pero están escuchando, los que participan algo y los que colaboran mucho y se esfuerzan por
pensar bien.
Aquí debemos tener en cuenta algo, no es lo mismo estar distraído y enredar y molestar que estar
escuchando pero no participar. En la FpN hay que respetar el ritmo de cada alumno, y en este
sentido puede ocurrir que algunos niños y niñas sean más introvertidos, escuchen y estén
aprendiendo de lo que dicen sus compañeros pero no sean capaces de transmitir verbalmente sus
ideas. Por ello, estar en silencio no debe ser nunca penalizado, sino respetado.
La solución que desde mi experiencia he encontrado y aquí aporto consiste en otorgarle a la labor
realizada por el alumnado durante las sesiones un carácter complementario a la nota que obtengan
en su diario de sesiones, donde realmente quedará reflejado lo aprendido y el nivel de profundidad
de sus reflexiones a medida que se va avanzando en el programa.
De este modo, tanto si optamos por recurrir a caritas como a otros sistemas como anotar si el alumno
ese día ha molestado (M), no ha dicho nada (N), ha participado algo (B) o ha participado mucho y/o
ha realizado argumentaciones y reflexiones profundas (MB) lo que al final de la evaluación haremos
será hacer la media de todas las sesiones, media que va de -1 (carita triste o M), al +2 (Carita muy
sonriente o MB) y sumar o restar esa nota a la obtenida en el diario de sesiones.
IDEAS PARA EVALUAR LA FpN
Lourdes Cardenal
Presidenta de la FpNEx
6. Pongamos algunos ejemplos.
Harry es un alumno tímido, casi nunca participa pero está atento a las intervenciones de sus
compañeros. Al corregir su diario de sesiones (para lo que podemos emplear la rúbrica que luego
presentaremos) vemos que ha hecho un gran trabajo y ha aprendido de la comunidad. Su nota en el
diario es un 9. ¿Tendría sentido que le bajáramos la nota por no haber hablado durante las sesiones?
Creo que no. De hecho, con nuestro sistema de evaluación no se verá afectada la nota. De 10
sesiones que se realizaron en esa evaluación tiene 8 N (no habló nada) y 2 B (dijo algo), la nota
correspondiente es un + 0,2, luego su nota final es un 9,2.
María enreda mucho en clase, varios días hemos tenido que llamarle la atención. Como apenas ha
atendido no tenía mucho que decir en el diario y su nota no es muy alta, es un 5. Ahora bien, puesto
que de 10 sesiones tiene 7 M (molesta) y 3 N (no dice nada), su nota de sesiones es un -0,7, lo que
hace que la nota de FpN sea un 4,3.
Finalmente, Lisa ha participado bastante, se ha tomado en serio las sesiones y se ha implicado en
buscar la respuesta a todos los cuestionamientos planteados. Tenemos registrado 5 MB y 5 B, lo que
sumará a su nota de diario de sesiones 1,5 puntos. En su diario de sesiones sin embargo sólo tiene un
6,5 ya que a la hora de redactar es perezosa y no profundiza tanto como a la hora de hablar. Puesto
que su trabajo diario ha sido muy bueno, la nota final es un 8.
El peso que le demos a la FpN en nuestras programaciones dependerá lógicamente del tiempo que le
vayamos a dedicar en clase. Asignaturas como Valores éticos o Ética y Ciudadanía se prestan a ser
impartidas casi o en su totalidad a través de la FpN por lo que podemos decidir que la nota de FpN
sea un 80 o incluso un 100% del total de la asignatura. Otras materias como Filosofía o Historia de la
Filosofía de Bachillerato quizás requieran un menor porcentaje. El número de sesiones dedicadas a la
FpN deberá, en cualquier caso, ser el indicador empleado para decidir el peso asignado a la FpN.
Si queremos agilizar el proceso de evaluar las
sesiones podemos utilizar herramientas como
Additio, las cuales por 9 euros al año nos
permiten asignar caritas o utilizar rúbricas de
manera rápida, personalizada y eficiente.
7. Este sistema se puede además combinar con la propuesta de Esteban Cortijo según la cual el alumno
se autoevalúa y si su nota no se desvía más de dos puntos respecto a la propuesta por el docente, se
mantiene la calificación del estudiante.
En este sentido sí sería interesante proporcionarle una rúbrica al alumno para que pueda reflexionar
críticamente acerca del trabajo por el mismo realizado durante las sesiones de la evaluación. Una
posibilidad de rúbrica para el alumno sería la siguiente:
También podemos optar por reunirnos con cada alumno e intentar consensuar con ellos la nota que
se merecen tras haber reflexionado alumno y docente tanto individual como conjuntamente y con
rúbrica en mano sobre el trabajo realizado. Este sistema, aún siendo de los ideales, requiere mucho
tiempo y dedicar al menos dos sesiones, cuando no tres, a la evaluación, por lo que recomendamos
su uso únicamente en el caso de grupos poco numerosos (máximo 15 alumnos).
Una tercera opción, más clásica, consistiría en hacer la media de las notas del docente y el alumno.
Esta última opción requiere menos capacidad crítica por parte del alumno ya que aunque la nota se
desvíe dos puntos de la del profesor hará media (y no exige por tanto que el alumno haga el
esfuerzo de intentar ser justo y honesto consigo mismo), no existiendo además ningún diálogo que
conduzca a la reflexión conjunta entre el docente y el estudiante.
8. Añadimos aquí algunas rúbricas que pueden ser de utilidad para aquellos docentes que se decidan
por la opción de evaluar el diario de sesiones así como por aquellos que utilicen disertaciones (bien
individuales bien colaborativas) o comentarios de texto como herramientas de evaluación o
actividades de clase.
DIARIO DE SESIONES
DISERTACIÓN INDIVIDUAL