1. LA TAREA DE FORMARSE
Formarse no puede ser más que un trabajo sobre sí mismos, la tarea de formarse
es una orden pedagógica desde hace mucho tiempo el ejercicio de la enseñanza
ha estado subordinado a la adquisición de conocimientos y cursos.
En muchos sentido, la formación de los enseñantes surge de la problemática
general de la formación, esta problemática se construyo fuera del mundo de la
enseñanza.
La formación del docente se iniciaba con un tronco común donde se formo los
centros pedagógicos regionales y en 1980 se forman las escuelas normales.
La formación es un proceso de desarrollo individual pendiente a adquirir o
perfeccionar capacidades como el de sentir, actuar, imaginar, comprender
aprender, utilizar el cuerpo la formación también influye en las etapas de la vida
escolar con sus éxitos y fracasos es decir emprende obligaría o facultativamente
el trayecto de la formación.
Unas de las especificaciones que tiene la formación de los enseñantes es que es
una formación doble: el oficio de enseñante y una formación profesional que a
veces se reduce a una formación pedagógica. Los profesores de enseñanza
secundaria solo necesitaban una formación profesional.
La imagen del enseñante animador se asemeja más o menos a la del enseñante
educador, ya que la animación se adopta como una técnica pedagógica que
tiende a facilitar aprendizajes.
Ciertos responsables de la educación nacional, y en particular los cuerpos de
inspección, están a favor de una formación profesional, llevada a cabo en el
marco de la institución.
Desde el punto de vista de la competencia, hacía notar que el maestro de escuela
no es considerado por los otros