El documento discute nuevos retos en la educación, como incorporar las competencias digitales y el aprendizaje invertido en las clases de lengua castellana. Específicamente, propone usar estrategias tecnológicas como videos interactivos para reforzar la lectoescritura en los primeros grados, permitiendo a los estudiantes aprender de forma más divertida y autónoma. El aprendizaje invertido ha resultado útil porque los estudiantes pueden acceder a los videos en línea para reforzar los nuevos conceptos las veces que lo deseen. En conclusión