2. Pocos familiares afectados
◦ Ibiza demostró una vez más que es una isla solidaria. Medio millar de personas
respondieron a la llamada de Cáritas y de Manos Unidas y disfrutaron de una comida
solidaria en el hipódromo de Sant Rafel. El dinero recaudado en el arroz de
matanzas, en las rifas y en una ´Fila 0´ se hará llegar a los damnificados del tifón, entre
ellos familiares de la numerosa comunidad filipina que reside en la isla.
3. ◦ Los tres explicaron que viajan pocas veces a su país, por la lejanía y por el coste de los
billetes, y que la mayoría de los filipinos que residen en Ibiza proceden de islas que no
se han visto afectadas por el tifón. «Aunque hay casos de familiares que han perdido
sus casas. En algunos lugares está todo inundado todavía», apuntaron Ruiz, Iaguiriaan
y Palacios, que calculaban que unos 30 compatriotas asistirían a la comida.
4. ◦ Mientras unos voluntarios se afanaban en poner las mesas, otros preparaban la
comida. Una decena de personas, capitaneadas por el cocinero Felipe de la Peña y
por Francisco Marí, se encargaron de preparar el plato principal, un arroz de
matanzas. «Hemos empezado a las diez y media de la mañana, con la limpieza de las
paelleras (cada una con capacidad para 400 platos). Después, hemos salteado el
pollo y lo hemos retirado», explicó de la Peña. Marí detalló el secreto del arroz de
matanzas, una buena picada, en el caso de ayer con 60 ñoras, cinco kilos de
higadillos de pollo, siete de tomates, cuatro de pimientos rojos y verdes, tres de ajos y
cinco manojos de perejil.
5. ◦ Además, emplearon unos cien kilos de carne, de pollo y de cerdo (costilla y magro), y
cerca de 80 kilos de arroz redondo, aparte de los pebrassos recogidos en el campo.
Los comensales disfrutaron antes de una ensalada y de postre hubo naranjas y
mandarinas, también ibicencas, orelletes y café caleta. Todo regado con agua,
refrescos, cerveza o vi de Sant Mateu. Para los que no quisieron coger el coche, HF
Vilàs puso a su disposición un autobús.
6. ◦ «Ha sido un éxito, todo el mundo ha salido muy contento y el arroz de matanzas
estaba buenísimo», comentó por teléfono después de la comida Francisca
Marí, mientras ayudaba a recoger las mesas y a limpiar. «Ha sido una jornada
agotadora, pero estamos muy satisfechos», concluyó la presidenta de Manos Unidas.