1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
INSTITUTO UNIVERSITARIO ANTONIO JOSÉ DE SUCRE
EXTENSIÓN BARQUISIMETO- ESTADO LARA
PARTICIPANTE:
MARÍA VIRGINIA CANELÓN
C.I: V- 20.811.425
2. HEMORRAGIAS
Se refiere a la pérdida de sangre y puede ocurrir dentro del cuerpo
(internamente) o por fuera de éste
(externamente). Se puede presentar:
Dentro del cuerpo, cuando la sangre
se filtra desde los vasos sanguíneos u
órganos.
Por fuera del cuerpo, cuando la
sangre fluye a través de una abertura
natural (como la vagina, la boca o el
recto).
Por fuera del cuerpo, cuando la sangre sale a través de una ruptura en la
piel.
Los diferentes tipos de hemorragias se clasifican según su origen anatómico, el tipo
de vaso sanguíneo afectado, o la causa que lo origino.
CLASIFICACION DE LAS HEMORRAGIAS
Según su origen
Hemorragia interna: Es la ruptura de algún vaso sanguíneo en el interior del
cuerpo.
Hemorragia externa: Es la hemorragia producida por ruptura de vasos
sanguíneos a través de la piel, este tipo de hemorragias es producida
frecuentemente por heridas abiertas.
Hemorragia exteriorizada: a través de orificios naturales del cuerpo, como
la boca vomitando (hematemesis) o tosiendo (hemoptisis), la nariz
(epistaxis), cualquier parte del aparato digestivo (hemorragia
gastrointestinal), el recto (rectorragia), la vagina (metrorragia), la uretra
(hematuria), el oído (otorragia), y el ojo (hiposfagma).
3. Según el tipo de vaso sanguíneo roto
Hemorragia capilar: Es la más frecuente y la menos grave, pues los
capilares sanguíneos son los vasos más abundantes y
que menos presión de sangre tienen. La sangre fluye
en sábana.
Hemorragia venosa: El sangrado procede de alguna
vena lesionada y la sangre sale de forma continua, pero
sin fuerza: es de color rojo oscuro.
Hemorragia arterial: Es la más grave si no se trata a
tiempo puede llegar a la muerte. El sangrado procede
de alguna arteria lesionada y la sangre sale en forma de chorro intermitente:
es de color rojo rutilante.
Según Su Etiología
Según la causa que la provoque, puede ser por:
REXIS: solución de continuidad o rotura de un vaso
(lesión por arma blanca por ejemplo, se refiere a daño
intencionado).
DIÉRESIS: lesión por incisión quirúrgica o accidental.
DIABROSIS: corrosión de la pared vascular con
bordes mal definidos.
DIAPÉDESIS: aumento de la permeabilidad de los vasos sin perder su
integridad anatómica con la consiguiente salida de elementos formes.
4. TIPOS DE HEMORRAGIAS
Hemorragia capilar. Una lesión de los capilares o pequeños vasos
sanguíneos produce una hemorragia
lenta a través del tejido.
Hemorragia arterial. Es más intensa y
abundante, pues la sangre circula con
cierta fuerza por el torrente arterial. Su
color es rojo intenso porque en esta vía la
sangre transporta mucho oxígeno.
Hemorragia venosa. Es una hemorragia
lenta porque la sangre circula con menor
presión por esta vía. Su color es rojo muy
oscuro, debido a la falta de oxígeno en la circulación de retorno.
ACTUACIÓN ANTE UNA HEMORRAGIA EXTERNA
Aplicación de gasas o telas lo más limpias posible sobre la herida ejerciendo
presión moderada durante cinco minutos continuados como mínimo.
Elevar el miembro afectado.
Vendar la herida sin retirar las gasas aplicadas con anterioridad.
Pedir asistencia especializada.
HEMORRAGIA INTERNA. SINTOMAS.
Ante la sospecha de una hemorragia interna, lo mejor es avisar a los servicios
médicos con urgencia.
Palidez extrema y piel fría.
Debilidad del pulso.
Respiración agitada.
Inconsciencia o sensación de desvanecimiento.
Mientras tanto es importante mantener la temperatura corporal del paciente
y ponerlo de lado para facilitar la respiración con las piernas elevadas. No
darle agua aunque la pida.
5. PRIMEROS AUXILIOS
Los primeros auxilios son apropiados para el sangrado externo, pero si hay un
sangrado intenso o si se sospecha de una hemorragia
interna, ¡consiga ayuda médica inmediatamente!
Calme y bríndele confianza a la persona, ya que
ver sangre puede ser muy atemorizante.
Si la herida es superficial, lávela con agua tibia y
jabón, y séquela con palmaditas suaves, sin
frotarla. Las heridas superficiales o rasguños
son lesiones que afectan las capas superficiales
de la piel y el sangrado de este tipo de heridas a menudo se describe como
“exudado”, debido a que es lento.
Deje a la persona acostada. Esto reduce la
posibilidad de un desmayo al aumentar el flujo de
sangre al cerebro. Siempre que sea posible,
eleve la parte del cuerpo que está sangrando.
Retire cualquier residuo suelto o suciedad visible
de la herida. Si un objeto, como un cuchillo, trozo
de madera o flecha, está enterrado en el cuerpo,
NO lo retire, pues esto puede causarle incluso
más daño y puede empeorar la hemorragia.
Coloque almohadillas y vendajes alrededor del
objeto y péguelo con cinta en el lugar.
Aplique presión directa sobre la herida externa
con un vendaje estéril, un trozo de tela limpio o
incluso con una prenda de vestir. Si no hay otra
cosa disponible, use las manos. La presión
directa es lo mejor para un sangrado externo, excepto para una lesión ocular.
Mantenga la presión hasta que se detenga el sangrado. Cuando éste se haya
detenido, envuelva fuertemente el apósito sobre la herida con cinta adhesiva
6. o con un pedazo de tela limpio. Coloque una compresa fría sobre el apósito.
No mire por debajo del vendaje para ver si el sangrado se ha detenido.
Si el sangrado continúa y se rezume a través del material que está siendo
sostenido sobre la herida, no lo retire; simplemente, coloque otro vendaje
sobre el primero. Asegúrese de buscar atención médica.
Si el sangrado es profuso, busque ayuda médica y tome las medidas
necesarias para evitar el shock. Mantenga la parte del cuerpo lesionada
completamente inmóvil. Acueste a la persona horizontalmente, levántele los
pies unas 30 cm y cúbrala con un abrigo o una manta. NO mueva a la persona
si ha habido una lesión en la cabeza, el cuello, la espalda o una pierna, ya
que al hacerlo se puede empeorar dicha lesión. Consiga ayuda médica lo
más pronto posible.
NO SE DEBE
NO aplique un torniquete para controlar el sangrado, excepto como último
recurso, pues hacerlo puede causar más mal que bien. Un torniquete sólo se
debe usar en una situación
potencialmente mortal y lo debe aplicar
una persona que tenga experiencia.
Si la presión continua no ha detenido el
sangrado y éste es extremadamente
copioso, se puede emplear un torniquete
hasta que llegue la ayuda médica o el
sangrado sea controlable.
Se debe aplicar a la extremidad entre el
sitio del sangrado y el corazón, y apretarlo de manera que se pueda controlar
el sangrado aplicando presión directa sobre la herida.
Para elaborar un torniquete, utilice vendajes de 5 a 7,5 cm de ancho y
envuélvalos alrededor de la extremidad varias veces. Amarre un nudo medio
o cuadrado, dejando puntas lo suficientemente largas como para atar otro
nudo. Se debe colocar un palo o vara firme entre ambos nudos. Retuerza el
7. palo hasta que el vendaje esté bien apretado para detener el sangrado y
luego asegúrelo en su sitio.
Revise el torniquete cada 10 a 15 minutos. Si el sangrado se puede controlar
(es manejable aplicando presión directa), retire el torniquete.
NO eche una ojeada a la herida para ver si el sangrado se detuvo. Cuanto
menos moleste la herida, mayor será la probabilidad de que pueda controlar
el sangrado.
NO hurgue una herida ni hale un objeto incrustado en ella, pues esto
generalmente provoca más sangrado y daño.
NO retire un apósito si está empapado en sangre. En vez de esto, coloque
un nuevo vendaje encima.
NO trate de limpiar una herida grande, ya que esto puede causar un sangrado
más profuso.
NO intente limpiar una herida una vez controlado el sangrado. Consiga ayuda
médica.
SE DEBE BUSCAR ASISTENCIA MÉDICA DE EMERGENCIA SI
Busque ayuda médica si:
El sangrado no se puede controlar,
requirió el uso de un torniquete o fue
causado por una lesión grave.
La herida podría necesitar puntos de
sutura.
La arenilla o suciedad no pueden
eliminarse fácilmente limpiando con
suavidad.
Usted cree que puede haber una
hemorragia interna o shock.
Aparecen signos de infección, tales
como incremento del dolor,
enrojecimiento, hinchazón, líquido
8. amarillento o marrón, ganglios linfáticos inflamados, fiebre o vetas rojas que
se diseminan desde el sitio hacia el corazón.
La lesión se debió a una mordedura de animal o de humano.
El paciente no se ha hecho aplicar la vacuna antitetánica en los últimos 5 a
10 años.