3. POLIOMIELITIS:
DEFINICION
es una enfermedad contagiosa, también
llamada parálisis infantil y afecta
principalmente al sistema nervioso. La
enfermedad la produce el virus poliovirus. Se
llama infantil porque las personas que
contraen la enfermedad son especialmente los
niños entre cinco y diez años. Se dispersa de
persona a persona a través de secreciones
respiratorias o por la ruta fecal oral. La
mayoría de las infecciones de polio son
asintomáticas. Solo en el 1 % de casos, el
virus entra al sistema nervioso central (SNC)
vía la corriente sanguínea.
4. POLIOMIELITIS:
CLASIFICACION
Se suelen describir dos patrones de infección de la
polio: una enfermedad leve que no se asocia con el
sistema nervioso central (SNC), a veces llamado la
poliomielitis abortiva, y una forma que se asocia
con una enfermedad grave del SNC, que pueden
ser o no-paralítica. En la mayoría de las personas
con un sistema inmune normal, una infección por
poliovirus resulta ser asintomática.
Ocasionalmente la infección produce síntomas
menores, que pueden incluir infección del tracto
respiratorio superior, trastornos gastrointestinales,
catarro y enfermedades similares.
El virus entra en el sistema nervioso central en torno al 3% de las
infecciones. La mayoría de los pacientes con toque del SNC no paralítico
desarrollan una meningitis aséptica, con síntomas de dolor de cabeza,
cuello, espalda, dolor abdominal y extremidades, fiebre, vómitos, letargo e
irritabilidad. Aproximadamente 1 de cada 200 a 1 de cada 1000 casos, la
enfermedad progresa a la forma paralítica, en la que los músculos se
debilitan, se tornan hipotónicos y con movimientos mal controlados y, por
último, completamente paralizados, condición que se conoce como la
parálisis fláccida aguda
5. POLIOMIELITIS:
TRANSMISION
se propaga por contacto
directo de persona a persona,
por contacto con moco o
flema infectados de la nariz o
de la boca o por contacto con
heces infectadas. El virus
entra a través de la boca y la
nariz, se multiplica en la
garganta y en el tracto
intestinal para luego ser
absorbido y diseminarse a
través de la sangre y el
sistema linfático.
Los factores que aumentan el riesgo de
infección por poliomielitis o que afectan la
gravedad de la enfermedad incluyen la
deficiencia inmune, la desnutrición, la
amigdalotomía, la actividad física
inmediatamente después del inicio de la
parálisis, lesiones al músculo esquelético
debido a la inyección de las vacunas o
agentes terapéuticos, y el embarazo. A pesar
de que el virus puede atravesar la placenta
durante el embarazo, el feto no parece ser
afectado por una infección materna o de la
vacunación de la madre contra la
poliomielitis.
6. CUADRO CLINICO
Poliomielitis abortiva
Seguido de un período de incubación de
7-14 días aparecen aproximadamente tres
días de una enfermedad caracterizada por
fiebre, dolor de garganta, fatiga y, a
menudo, diarrea y vómitos. Para más de
tres cuartas partes de estos pacientes, la
consecuencia es la mejora, de donde
proviene la palabra abortiva: el fin del
curso de la infección. Las células del
sistema nervioso central (SNC) no están
afectadas.
Poliomielitis pre-paralítica
Aproximadamente el 5% de los
pacientes sintomáticos puede tener
afectación del sistema nervioso central,
en la que los síntomas anteriores, el
pródromo instalan la enfermedad actual.
Tras esa fase febril y quebrantos de
aproximadamente una semana, estos
pacientes desarrollan una meningiti que
aparece como un complejo bifásico. La
primera caracterizada por una fiebre
recurrente de unos 39 °C y dolor de
cabeza y rigidez en el cuello. El líquido
cefalorraquídeo puede tener un leve
aumento en el número de células y un
ligero aumento de la concentración de
proteína. La segunda fase suele cursar
con irritación meníngea y afectación del
sistema nervioso autónomo.
7. Poliomielitis paralítica
Normalmente se inicia con fiebre, que
ocurre de 5 a 7 días antes que otros
síntomas. Aparecen luego fatiga extrema,
dolor muscular y atrofia muscular que
causa parálisis flácida, proximal y
asimétrica pudiendo incluso afectar la
respiración y la deglución. Es un curso
muy infrecuente, presentándose en 0,01%
de los pacientes sintomáticos. Pasados
varios años, debido a la parálisis y la
evolución de la estática de la columna
vertebral, aparecen trastornos como la
escoliosis y deformidades permanentes
de los pies. Años o décadas después de
la infección se produce, el síndrome
post-polio tardío. Sus síntomas son fatiga
extrema, dolor muscular y atrofia
muscular en nuevas fibras musculares
así como aquellas previamente afectadas.
8. DIAGNOSTICO
El médico puede encontrar signos de
irritación meníngea (similar a la
meningitis), como rigidez de nuca o
espalda con dificultad para doblar el
cuello. La persona también podría
tener dificultad para levantar la cabeza
o las piernas cuando está acostada
boca arriba y sus reflejos podrían ser
anormales.
Los exámenes abarcan:
Análisis de LCR de rutina
Examen para niveles de anticuerpos frente al virus de la polio
Cultivos virales de gargarismos, heces o líquido cefalorraquídeo ( LCR
El análisis del líquido cefalorraquídeo (LCR), que se obtiene por medio de una punción
lumbar, por lo general revela un aumento del número de glóbulos blancos (linfocitos
principalmente) y un nivel ligeramente elevado de proteínas. La detección del virus en el
LCR es diagnóstico de poliomielitis paralítica, pero rara vez ocurre.
9. POLIOMIELITIS:
TRATAMIENTO-
PRONOSTICO
El objetivo del tratamiento es controlar los
síntomas mientras la infección sigue su
curso.
Las personas con casos graves pueden
necesitar medidas de salvamento,
particularmente ayuda con la respiración.
Los síntomas se tratan con base en su
gravedad y esto abarca:
Antibióticos para las infecciones
urinarias
Medicamentos, como el betanecol, para
la retención urinaria
Calor húmedo (paños calientes, toallas
calientes) para reducir el dolor y los
espasmos musculares
Analgésicos para reducir el dolor de
cabeza, el dolor muscular y los espasmos
(en general, no se suministran narcóticos
porque aumentan el riesgo de dificultad
respiratoria)
Fisioterapia, dispositivos ortopédicos o
zapatos correctivos, o cirugía ortopédica
para ayudar a recuperar la fuerza y
funcionalidad muscular
10. El pronóstico depende de la
forma de la enfermedad
(subclínica, no paralítica o
paralítica) y del sitio afectado. Si
la médula espinal y el cerebro
no están comprometidos, como
ocurre en más del 90% de los
casos, es probable una
recuperación completa.
El compromiso del cerebro y de
la médula espinal es una
emergencia médica que puede
provocar parálisis o la muerte,
generalmente por dificultades
respiratorias.
La discapacidad es más común
que la muerte. La infección en la
parte alta de la médula espinal o
en el cerebro incrementa el
riesgo de problemas
respiratorios.
11. COMPLICACIONES:
Neumonía por aspiración
Hipertensión arterial
Cálculos renales
Falta de movimiento
Problemas pulmonares
Miocarditis
Íleo paralítico (pérdida de la función
intestinal)
Parálisis muscular, discapacidad o
deformidad permanentes
Edema pulmonar
Shock
Infecciones urinarias