El documento habla sobre la violencia escolar, un problema que ha ido en aumento en las últimas décadas. Define la violencia escolar como conductas físicas o psicológicas repetidas de un estudiante hacia otro. Explica que este problema afecta negativamente el aprendizaje y las relaciones interpersonales. Finalmente, propone que es necesaria una colaboración entre la escuela, familias y comunidad para desarrollar ciudadanos pacíficos y aprender a convivir sin violencia.