1. PARADIGMA
El paradigma se define desde la epistemología, la ciencia del conocimiento,
como aquel gran conjunto de creencias que permiten ver y comprender la
realidad de determinada manera. Dichas creencias incluyen también ciertas
preconcepciones y creencias filosóficas, que en un determinado momento
comparte la comunidad científica. Como es posible intuir, los paradigmas se
encuentran en constante cambio, cambios que guarda relación con los
avances y descubrimientos científicos que abren nuevas perspectivas y
horizontes.
En términos sencillos, un paradigma es el conjunto de cosas que asumimos
y creemos, lo que sirve como base o filtro para nuestra percepción e
interpretación de la realidad; por ejemplo si nos mostraran rápidamente un
set de una baraja de cartas, pasando rápidamente una a una, pero aquellas
que sean de "corazones" con estos en color negro en vez del tradicional y
acostumbrado rojo, veremos los corazones de color rojo, ya que es lo que
"esperamos" de la realidad de un set de cartas - los colores, figuras y
números forman en este caso parte de nuestro paradigma para lo que son las
cartas en una baraja. Todos llevamos puestos unos lentes invisibles que nos
hacen ver la realidad de acuerdo a un conjunto de convenciones y expectativas
sobre lo que las cosas son y deberían ser, lo que en otras palabras constituye
un paradigma.
El uso del concepto de paradigma encuentra su origen unos años atrás, en
1962, cuando Thomas Kuhn, en su escrito “La estructura de las revoluciones
científicas” se refiere al hecho de que tanto en la ciencia como en la política y la
historia en general, existen momentos en los que se piensan ciertas cosas,
dominando un conjunto de ideas por sobre otros. Además, hace alusión al
hecho de que dicho conjunto de ideas siempre es reemplazado por uno nuevo,
instalándose así, un nuevo paradigma, lo que en la mayoría de los casos
implica un momento de crisis o revolución. Un claro ejemplo de esta situación
fue lo acontecido durante el Renacimiento, cuando se hizo el drástico giro de la
física clásica, en la que la Tierra se constituía como el centro del Universo, la
teoría Geocéntrica, por la controversial teoría Heliocéntrica de Nicolás
Copérnico.
Algo fundamental de los paradigmas es que éstos no sólo incluyen creencias
científicas, sino que poseen elementos religiosos, sociales, estéticos y
filosóficos propios del contexto, entre otros, que muchas veces tienen estrecha
relación con el éxito que tengan los nuevos paradigmas a medida que vayan
naciendo.
A partir de lo anterior, se dice que un paradigma se encuentra inserto en un
contexto de descubrimiento, que junto con aquellos elementos netamente
científicos y objetivos, denominado contexto de justificación, le permiten a un
paradigma instalarse como tal en determinado momento histórico.
2. Revolución Científica
Se denomina habitualmente al periodo comprendido entre 1500 y 1700 durante
el cual se establecen los fundamentos conceptuales e institucionales de la
ciencia moderna.
Se considera revolución científica a todos aquellos episodios de desarrollo no
acumulativo, en que un paradigma antiguo es reemplazado completamente o
en parte, por otro nuevo, incompatible.
En lo que a conceptos, el elemento central de la Revolución Científica es el
abandono de la visión cosmogónica en la que la Tierra ocupaba el centro del
Universo (sistema geocéntrico de Ptolomeo) y de la física aristotélica, por una
en la que los planetas se mueven en torno al Sol (sistema heliocéntrico), una
idea que, aunque también habían considerado algunos antiguos (Astiarco), fue
introducida con detalle por Nicolás Copérnico