CERTIFICADO para NIÑOS, presentacion de niños en la iglesia .pptx
Cuarta narración
1. Cuarta narración, la muerte de la virgen por Caravaggio
Bajo la fría y oscura noche me encontraba dispuesto a entrar. Un húmedo y silencioso ambiente se
vivía en aquella casa donde sobresalía el rojo intenso del telón que colgaba en la parte superior del
cuarto y las vestimentas del cuerpo sin vida, un grupo de personas que tapaban sus rostros de dolor
la rodeaban. Parientes más cercanos quizás, vecinos o simplemente personas que quieren llenar su
fetichismo del mal ajeno. Me abrí campo entre el oscuro recinto bajo los murmullos de los presentes
hasta llegar a aquella mesa de madera donde yacía aquella mujer, su cara pálida y adolorida, sus
pies hinchados y sus manos idas de cualquier fuerza daban muestras de su nefasta pero
contundente enfermedad que acabo con su vida. No tuve el valor de fijar mi mirada más de un
segundo, me aterraba la escena y el olor fúnebre que se consumía con el aroma del tinto recién
hecho me revolvía el estómago. Salí de inmediato a tomar un aire, más de una hora dure inmóvil,
exhausto no físicamente si no de recordar esa imagen que se formó en un instante de tiempo, ya
no podía borrarla de mi mente, cerraba mis ojos y lo único que veía era la muerte.
Se volvió tan traumática la escena que esa noche no podía conciliar el sueño ni las noches siguientes.
Vivencias pasadas, miedo inédito, pero una simple realidad de considerar la muerte como parte de
nuestra vida, el fin o el inicio de un mundo nuevo que cada persona estará por descubrir tarde o
temprano. Asimilando que tan cruel o benevolente puede ser tu vida, que tanto la aprovechaste,
obtuviste tus metas, dejaste una huella en el mundo, serás recordado o simplemente serás un
recuerdo banal de tu familia de nadie más, a lo cual me pregunto ¿qué tan grande es el impacto que
te da una imagen sobre el valor de la vida?
Abro mis ojos y me encuentro frente a esa fría y oscura noche, frente a la puerta de la que era
casa de aquella mujer que yacía muerta en aquella mesa de madera. ¿Estarías dispuesto a entrar
de nuevo?