Entre marzo y abril de 2017, se realizó el curso abierto sobre educación financiera impartido por la Universidad de Chile de manera on-line. El trabajo final consistió en elaborar estrategias para mejorar destrezas financieras tomando como referencia la experiencia personal y las fuentes adquiridas en el curso.
Adopté el contexto post-neoliberal local y global para comprender desde lo macro la conducta económica propia.
BREVE ANÁLISIS SOBRE EXPERIENCIA FINANCIERA INDIVIDUAL FRENTE AL CONTEXTO POST-NEOLIBERAL (NACIONAL Y GLOBAL)
1. BREVE ANÁLISIS SOBRE EXPERIENCIA FINANCIERA INDIVIDUAL FRENTE AL CONTEXTO
POST-NEOLIBERAL (NACIONAL Y GLOBAL).
Tras las sucesivas dictaduras latinoamericanas nuestro modelo local acogió el
neoliberalismo con principios privatizadores y de libre mercado. Tras su fracaso en pleno
desarrollo (reflejado principalmente en un marcado distanciamiento sectorial poblacional)
le sucedió un sistema post-neoliberal, basado por un lado en vestigios sustanciales aún
vigentes en el inconsciente colectivo y que caracterizan los modelos de desarrollo
esperados y, por otro lado, una cultura global, que se encuentra tanto en las repercusiones
de sus desaciertos históricos como en sus desafíos comunes e inminentes. Es entonces, en
este contexto, que los individuos deben afrontar el principal problema a superar para una
adaptación exitosa: el desconocimiento financiero. Para entender este problema es
necesario dilucidar sus causas:
1. Educación inexistente en etapas tempranas (desde entornos de hogar y educativo)
2. Debilidades matemático-financieras (desde la educación temprana)
3. Influencia de cultura de masas en el consumo y de medios de información
nacionales e internacionales como reguladores de finanzas particulares
4. Dependencia de medios e instituciones establecidas y subordinación decisoria del
destino financiero personal.
Nuestro país no ha inculcado efectivamente educación financiera aun y las causas
detectadas tienen su explicación en las huellas ideológicas que aun permean una
inconsciente tendencia a la no participación, que provoca como resultado áreas de poder
difusas (voluntarias) pero con claros objetivos económicos y de producción, y de los cuales
somos parte (involuntariamente).
Encontrar una ecuación que de una salida a tal explicación compleja toma tiempo y plazos
largos, pero nuestra vida cotidiana no admite plazos, sino que nos exige sustentos,
herramientas y procesos; por ello es fundamental adoptar como estrategia el desarrollo de
hábitos económicos para sustentar recursos. Tras esta premisa las soluciones concretas se
traducen en:
1. Alfabetización digital, política y económico-financiera (que permita el correcto uso
de herramientas públicas disponibles junto con la6 expresión económica)
2. Ciudadanía ética y resocialización de la economía (que transmita la importancia de
derechos económicos y de deberes o de responsabilidad social)
3. Consumo consciente (que liquide nuestro impacto ambiental actual y futuro)
4. Trabajo enpsicología económica,que modele yplasme habilidadescognitivaspara
decisiones económicas óptimas (es decir, pensamiento sistémico, pensamiento
crítico y planificación anticipada).
Una eficiente educación en hábitos económicos para sustentar recursos puede marcar un
progreso en las pautas sociales en materia de tratamiento económico y un asentamiento
en los individuos de valoresy actitudesde autoconocimiento, autonomía y autocontrol.Tras
estas máximas, corresponde un factible crecimiento económico.
(Por Ángela Bahamondes Morales).