1. ¿Dispones de un buen dominio de los
conocimientos anteriores? ¿Tienes un
vocabulario pobre? ¿Comprensión
lectora? ¿Tienes dificultades en la
expresión? ¿Problemas de organización?
Adquiere habilidad para darte cuenta de
dónde tienes esas lagunas que te dejan
indefenso.
Su momento no es la víspera del examen
sino mucho antes, cuando estás
estudiando más bien para comprender
que para memorizar
2. Cada uno de nosotros tiene distinta facilidad para llegar a comprender y
dominar las cosas. Y esta facilidad puede variar bastante entre unas asignaturas y
otras. Con esto hay que contar.
Si crees que tu capacidad es sobrada, me alegro por ti y te recomiendo que la
explotes trabajando lo necesario, pues la mera capacidad no es suficiente.
Y por si crees que tu caso en alguna asignatura es más bien el contrario:
Con frecuencia el problema no está en que no sea uno capaz de
comprender, sino en que se requiere más tiempo para hacerlo. La
solución está en aumentar el número de ejercicios, revisiones y repasos y sobre
todo en adquirir experiencia en detectar dónde están los “puntos oscuros”.
No olvides que en los Institutos se estudian, por razones que no vienen ahora al
caso, sólo ciertas materias, tales como Matemáticas o Idiomas. Pero el mundo es
mucho más amplio que eso, y es seguro que hay disciplinas o actividades para las
que tu capacidad resulta más notable. Preocúpate de conocerlas para poder
encaminar hacia ellas tu futuro.
3. ¿Por qué habrán puesto esas asignaturas en el Bachillerato? ¿Por qué la gente
se interesa en ellas? ¿Sirven para mi formación? ¿Para qué estudios futuros
sirven?
Recuerda que en la Selectividad se tiene muy en cuenta el expediente del
Bachillerato. Por eso, ser demasiado conformista y no esforzarse en
mejorar las notas finales de cada curso puede costar quedarse sin entrar luego
en la carrera que a uno le gusta
Piensa en tu futuro. Debes ir forjándote una idea de lo que te gustaría hacer
al salir del Instituto. La oferta actual de estudios universitarios y profesionales es
muy extensa, pero tendrás que estar bien preparado para hacerles frente. La
ilusión de estudiar cierta carrera suele suponer un buen tirón para la voluntad.
https://www.youtube.com/watch?v=rlQ_LrHUnOQ
.
4. ¿Dónde y cómo sueles estudiar?
¿Tumbado?
¿Con música?
¿En la cocina?
Busca un lugar fijo y silencioso. Mesa
despejada y con todo lo que preciso para
estudiar.
Estudio sentado en una silla ergonómica.
Buena luz y Temperatura
5. Existen distractores internos.
Si tienes algún conflicto en tus relaciones personales, dedica un solo
minuto a pensar en ello cuando te sientes y propón sacudirlo de ti en las
próximas horas. Concentrarte en el estudio te ayudará a que no te tiranice,
al menos durante ese rato.
Pero a veces, merece la pena resolver algún asunto pendiente, si es posible
y si es muy serio, antes de ponerse a estudiar, en el caso de que creas que
no va a poder alejarse de tu pensamiento.
Si la materia se hace demasiado pesada, o incluso odiosa, altera tu plan
primitivo y cámbiala por otra más suave o atractiva. Pero ingéniatelas para
conseguir más motivación el día siguiente.
¡Refuérzate|Prémiate cada vez que consideres que has hecho un buen
trabajo.
6. Es atrevido decir cuántas horas hay que estudiar a la semana, porque eso depende de:
Lo que eres capaz de rendir en cada hora
De cómo aprovechas el tiempo de clase,
De las notas a que aspires
….. pero nos atreveremos:
entre quince y veinte, si la falta de base no es muy grave.
Fija tus objetivos, teniendo en cuenta cuánta materia has de estudiar, cuánto tiempo tienes,
y cuántas páginas puedes asimilar en cada periodo de estudio.
Comprométete a cumplir lo que te hayas propuesto. Busca objetivos sencillos, de los que
sepas que están a tu alcance: correrás menos riesgo de fallar y desmoralizarte.
Confecciona un horario diario y semanal, distribuyendo tu tiempo de estudio disponible.
Revísalo periódicamente, introduciendo las correcciones pertinentes.
Se constante y estudia todos los días.
• Horario constante y fijo, empezando a la misma hora.
Busca las horas de estudio donde tu rendimiento sea más alto.
Prevé el orden de cada materia, procurando empezar por lo que te resulte más complejo o
que te agrade menos. Aplica este principio cada día que estudies, cada semana y cada mes,
para que puedas estar más descansado/a y concentrado/a ante materias difíciles, contando
con más oportunidades para repasarlas.
7. • Concreta que lo que vas a estudiar en cada periodo y ten sobre la mesa
únicamente esa documentación. No conviene estudiar más de 45
minutos seguidos, pues podrías fatigar a la memoria y dejaría de estar a tu
disposición para el resto de tiempo que tenías pensado continuar estudiando.
• Realiza un descanso de 3 a 5 minutos en cada periodo de estudio.
Durante este descanso tienes que levantarte de la silla, para que la memoria
crea que has terminado de estudiar y no se fatigue. En el descanso NO debes
leer (la memoria supondría que sigues estudiando). Puedes hacer algo que no
esté relacionado con el estudio. (oír música, relajarte en un sillón, beber agua,
llamar por Tf).
• Y cuando vuelvas a la silla, realiza un repaso de 7-10 minutos (guardar
como) jerárquico, atendiendo primero a lo más importante y después, si queda
tiempo, a los detalles. Es lo que denominamos primer repaso y es lo que
permite que guardes la información en la memoria y que puedas recuperarla
más adelante.
• Cuando lleves 2 períodos de estudio has de intercalar 20 minutos de
descanso, procurando relajarte con tus ojos cerrados e imaginando que estás
en un lugar especial, sintiendo lo que allí sentirías (brisa del aire, aromas,
sabores, sensaciones en tu cuerpo).
8. Atiendo, tomo notas y apuntes
sólo de lo importante.
Uso abreviaturas.
Pregunto las dudas.
Apuntes revisados y
ordenados por materias.
Confrontados con
compañeros/as
Participa activamente en ella
9. Leo sin volver atrás, sin mover los labios, sin
detenerme en mitad de la palabra, sin señalar
con el dedo, sin hacer movimientos laterales
de cabeza cuando acabo una línea o renglón
Leo los temas antes de que se expliquen
10. • Lo preparo con antelación, memorizando esquemas y resúmenes
que luego podré exponer de manera amplia, haciéndome las preguntas
que pueden caer en el examen.
• El día anterior respeto las horas habituales de descanso.
• Durante el examen, leo y entiendo bien las instrucciones, antes de
responder, y distribuyo el tiempo que tengo, para decidir cuánto
tiempo voy a dedicar a cada cuestión, antes de contestar.
• Hago anotaciones sobre ideas claves o esquemas antes de contestar a
cada pregunta.
• Contesto primero a las preguntas que me sé, y luego respondo a las
restantes, procurando que mis respuestas sean coherentes.
• Antes de entregar el examen, repaso mis respuestas por si tengo que
corregir algo.
• Después del examen, comparo lo que he escrito con los apuntes,
detectando lo que podía faltar, los fallos cometidos, cómo me organicé y si
mi exposición fue clara, para mejorar en las próximas pruebas de
evaluación.
11. • Descanso diariamente de 8-9 horas, y me levanto con tiempo suficiente.
• Me alimento de manera equilibrada y suficiente, procurando desayunar
fuerte.
• Suelo practicar algún tipo de deporte o actividad de ocio.
• Hay que seleccionar qué cosas nos gustan de verdad. Rehuir el ocio
cuando no compense con una satisfacción suficiente. Valora lo que realmente
te importe y rechaza todas las que puedas si interfieren con tu estudio. Cada
rechazo es un triunfo de tu voluntad. Crecerá tu confianza y te sentirás mejor.
• Cuento con buenos/as amigos/as, con los/as que me relaciono
personalmente de manera habitual. No te encierres en el pequeño mundo de
tus amigos y tus entretenimientos, ni tampoco en el de tus libros de texto:
ábrete a todo lo que el mundo pone ante ti y míralo con curiosidad.