2. Pedirles que creen productos para buscar sus
propias respuestas permitiendo que establezcan
reglas y normas para resolver conflictos entre
hermanos y amigos, haciendo que éstas sean
ingeniosas
Alabar los proyectos creativos incluso cuando los
resultados no son los esperados. Alabar el intento y
ayudarles a ver dónde estuvo el error, animándoles
para que lo intenten otra vez
Sugerirles nuevos enfoques
para hacer los trabajos de la casa
Dejar probar sus ideas
siempre que sea posible
3. Hacer preguntas que les animen
a expresarse de distintas formas
Ante una respuesta inesperada, pedir
que la expliquen
Mantener una actitud respetuosa
frente a preguntas que formulen, aunque resulten
absurdas o desconcertantes. Responder siempre a sus
preguntas
En situaciones conflictivas los “porque sí” o los “porque
no” deberían estar erradicados. Todo se puede
razonar. Es un buen momento para buscar
argumentos, mantener posturas y reconducir un
problema. Todo ello puede conseguir fortalecer la
comunicación.
“SUS” PREGUNTAS Y RESPUESTAS
4. Jugar mucho poniéndose a su nivel. Los niños
poseen una capacidad inalterada de imaginación que
nosotros hemos perdido; hay que dejarse llevar por
su fantasía participando en sus juegos espontáneos
Aprovechar el mundo mágico de los niños para
fomentar el entusiasmo por crear entornos o
personajes de fantasía e ir más allá de la
realidad. Se puede jugar a buscar personificaciones
a objetos, por ejemplo.
Leer o contar cuentos imaginados o de libros y
jugar a componer otras historias con personajes
nuevos
5. Potenciar la sensibilidad
social y el acercamiento
a otras culturas.
Cuando se participa en actos
de ayuda a otros o
se participa en talleres
interculturales, se desarrollan
actitudes de respeto y
altruismo que generan pensamientos
solitarios y flexibles.
Facilitar al niño el acceso a la música, el teatro, los
museos, la naturaleza, los viajes, los deportes…
En definitiva, toda clase de actividades y, sobre todo,
compartirlas con ellos
6. Incentivar los descubrimientos
y la propia iniciativa
Proporcionar toda clase
de recursos
para sus “investigaciones”
No tener miedo
a que experimenten,
construyan o investiguen
(destripar objetos),
pues todo ello facilitará su curiosidad
y generará nuevos interrogantes
a los que buscará respuestas.
7. Permitir un entorno familiar
y social variado. No solo es importante
el grupo de iguales, sino también
la conversación con adultos distintos
a los padres (abuelos, tíos o amigos
de la familia), pues enriquece la experiencia vital,
flexibiliza los puntos de vista al ver nuevas
perspectivas y aporta sentido de pertenencia, a la vez
que favorece la seguridad y la autoestima.
Tener en cuenta su opinión
en asuntos familiares (dependiendo
de la edad, claro está)
y facilitar su participación en las
deliberaciones
8. Crear una atmósfera flexible.
Ser tolerante con las ideas nuevas
Potenciar el humor, buscar dobles
sentidos a expresiones, figuras, dibujos
o situaciones.
De esta manera, generamos no solo
nuevos puntos de vista, lo cual enriquece
la percepción de la realidad y sus variaciones
(el ingenio), sino que permitimos una
relación con el entorno más flexible
y positiva.
9. De los errores se aprende:
todo no debe ser perfecto, ya
que nos podemos equivocar. Un
niño experimentará numerosas
veces esas sensaciones de
fracaso, pero la forma de
encauzar este sentimiento y
salir de la situación harán
crecer su seguridad y su
perseverancia.
Reconocer habilidades
naturales de los niños y
facilitar su desarrollo. Cada
uno de nosotros tenemos un
talento (musical, plástico,
matemático, …). Hay que
descubrirlo y potenciarlo
10. Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
Veíase el arpa
¡Cuanta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sepa arrancarlas!
¡Ay!- pensé- cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro espera
que le digan: "Levántate y Anda"
Gustavo Adolfo Bécquer