La ira es una emoción primaria que surge cuando un organismo se ve bloqueado en la consecución de una meta o necesidad. Los psicólogos reconocen tres tipos de ira: la ira precipitada y repentina relacionada con el instinto de supervivencia, la ira estable e intencionada en respuesta a daños injustos, y la ira recurrente relacionada con rasgos de carácter como la irritabilidad. La ira se procesa en la amígdala del cerebro. Puede interferir en el aprendizaje al desviar la
1. República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular Para la Educación Superior
Universidad Yacambú
Vicerrectorado de Estudios a Distancia
Facultad de Humanidades
Carrera: Psicología
Curso: Fisiología y Conducta. (THF-0333)
TAREA 6:
LA IRA
Estudiante:
PEDRO GASCON
C.I. V-25011404
Sección: ED01D0V
Docente: Xiomara Rodríguez C.
2.
3. • Una de las definiciones más amplias y desde las que más
fácil resulta entender la ira es la dada por Izard (1977,
1991) que la describe como una emoción primaria que se
presenta cuando un organismo es bloqueado en la
consecución de una meta o en la obtención o satisfacción
de una necesidad.
• Tanto Izard (1993) como Danesh (1977) o Berkowitz
(1993a, 1999), parten de que el organismo responde ante
la percepción de una amenaza con un impulso de ataque,
que sería la ira, o con un impulso de huida, más
relacionado con el miedo y la ansiedad.
DEFINICION
4. La ira es vista como una forma de reacción y
respuesta de evolución para permitir a la gente
enfrentarse con amenazas. Tres tipos de ira son
reconocidos por los psicólogos: la primera forma
de ira, llamada “ira precipitada y repentina” por
Joseph Butler, un obispo del siglo VIII, está
conectada al impulso de autopreservación. Es
compartida por humanos y animales y ocurre
cuando están atormentados o atrapados.
TIPOS DE IRA
5. TIPOS DE IRA
El segundo tipo de ira es llamada “ira estable e
intencionada” y es una reacción a una percepción
de daño o trato injusto por otros de manera
malintencionada. Estas dos formas de ira son
“episódicas”. El tercer tipo de ira es, sin embargo,
recurrente y está relacionada más con los rasgos
de carácter que con los instintos o pensamientos.
Irritabilidad, resentimiento y actitudes de mala
educación son ejemplos de ira.
6. LA IRA Y EL ENFOQUE
FREUDIANO
Al final del siglo XIX, Sigmund Freud, el padre del
psicoanálisis, argumentó que los individuos nacen con un
innato sentido del amor, pero que la ira y la hostilidad
llegan cuando la necesidad de amor no es satisfecha o es
frustrada. Un siglo después, este punto de vista fue
criticado por la Sociedad Psicológica Estadounidense y
por la Asociación Antropológica estadounidense. Esta
última concluyó, en 1988, que el ser humano no está
genéticamente predispuesto a la ira ni a la violencia, y
que la violencia no puede ser científicamente relacionada
con el proceso natural de evolución.
7. EN QUE ÁREA DEL CEREBRO
ENCONTRAMOS LA IRA
Según el científico argentino Facundo Manes y
colaboradores, durante mucho tiempo se creyó que
todas las emociones se procesaban en un conjunto de
estructuras cerebrales interconectadas conocido como
sistema límbico. Esta área del cerebro se conoce como la
amígdala
8.
9. LA IRA Y SU INFLUENCIA EN
EL APRENDIZAJE
La emociones desagradables poderosas (ira, ansiedad, tensión
o tristeza) desvían la atención hacia sus propias ocupaciones
interfiriendo el intento de concentración en otra cosa. Cuando
las emociones entorpecen la concentración lo que ocurre es
que se paraliza la capacidad mental cognitiva que los
científicos llaman “memoria activa”, la capacidad de retener en
la mente toda la información que atañe a la tarea que estamos
realizando. La memoria activa es una función ejecutiva por
excelencia en la vida mental, que hace posible todos los otros
esfuerzos intelectuales, desde pronunciar una frase hasta de
desempeñar una compleja proposición lógica.
11. El trastorno explosivo intermitente implica episodios
repetidos de comportamiento impulsivo, agresivo y
violento o explosiones verbales enojadas en las que el
afectado reacciona bruscamente y de manera
desproporcionada a la situación
TRASTORNOS FRECUENTES
12. Las personas con trastorno explosivo intermitente
pueden agredir a otras personas o dañar sus
posesiones, causando lesiones corporales y daños a la
propiedad.
Las erupciones explosivas, por lo general duran menos
de treinta minutos y pueden ocurrir en grupos o estar
separados por semanas o meses.
Entre explosiones explosivas, la persona puede
estar irritable, impulsiva, agresiva o enojada.
TRASTORNOS FRECUENTES
13. El objetivo del manejo de la ira es reducir los
sentimientos y el despertar fisiológico que
provoca. A veces no podemos deshacernos de
las cosas o las personas que nos enfurecen, ni se
pueden cambiar, pero podemos aprender a
controlar nuestras emociones.
MANEJO DE LA IRA
14. Relajación
Técnicas sencillas de relajación como el control
de la respiración y la visualización de imágenes
agradables, se han demostrado muy eficaces
como, ejercicios de control como el yoga y la
meditación.
MANEJO DE LA IRA
15. Reestructuración cognitiva
Reestructuración Cognitiva
En muy pocas palabras podríamos decir que esto significa
“cambiar la forma de pensar”. Las personal coléricas tienden a
maldecir, jurar y expresarse en términos muy alterados que
reflejan sus pensamientos internos. Cuando estamos
enfadados los pensamientos suelen ser muy exagerados y
dramáticos. Se trataría de sustituir estos pensamientos por
otros más racionales y adaptativos, huyendo de
descalificaciones y términos “absolutos” que no nos permiten
procesar con relatividad la situación que desencadena nuestra
rabia.
MANEJO DE LA IRA
16. Cambiar el entorno
A veces es nuestro entorno inmediato el que nos da motivos
para estar irritados, las responsabilidades y los problemas
pueden convertirse en “trampas” llenas de acontecimientos y
personas que nos alteran.
Es necesario tomarse un descanso que podemos programar
en las horas más estresantes de la jornada. Se pueden
establecer códigos como el dedicarnos a nosotros mismos
unos minutos después del trabajo y antes de afrontar las
rutinas caseras y las demandas de los demás componentes
del núcleo familiar.
El objetivo es mantener la calma.
MANEJO DE LA IRA
17. Herrero, Neus (2011). ¿Qué ocurre cuando nos enfadamos?
Mente y Cerebro, Marzo/Abril 2011, Nº 47. (consultado el 07
de julio 2017)
DR. LUIS M. LABATH. EL CEREBRO Y LA IRA.
Disponible en: http://asociacioneducar.com/cerebro-ira
(consultado el 07 de julio 2017)
Goleman Daniel (1999). “La Inteligencia Emocional”. Editorial
Vergara. Buenos Aires, Argentina. (consultado el 07 de julio
2017)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS