2. Es una emoción que nos acompaña a lo largo de nuestra vida. No
en vano, la ira siempre esta presente en situaciones de conflicto, ya
sean con otros o con nosotros mismos y puede oscilar desde una
leve irritación hasta el más profundo de los odios
Cuando percibimos que somos tratados injustamente, cuando nos
sentimos heridos o cuando vemos dificultada la consecución de
alguna meta importante, sentimos ira
LA IRA
3. El sistema límbico es la zona del cerebro que dirige nuestras
emociones y nuestras sensaciones más primitivas: aquellas
relacionadas con la supervivencia (como por ejemplo EL
MIEDO Y LA IRA) y con las sensaciones del ser humano en
torno a nuestro comportamiento sexual. De hecho, muchos
científicos han llegado a llamarle el cerebro reptil puesto que
se encarga de nuestros instintos más básicos
LOCALIZACIÓN DE LA IRA EN EL CEREBRO
4. Cuando las emociones entorpecen la concentración lo que ocurre es que se
paraliza la capacidad mental cognitiva que los científicos llaman “memoria
activa”, la capacidad de retener en la mente toda la información que atañe a la
tarea que estamos realizando. La memoria activa es una función ejecutiva por
excelencia en la vida mental, que hace posible todos los otros esfuerzos
intelectuales, desde pronunciar una frase hasta de desempeñar una compleja
proposición lógica
La corteza prefrontal ejecuta la memoria activa y el recuerdo es el punto en el
que se unen las sensaciones y emociones. Cuando el circuito límbico, que
converge en la corteza prefrontal, se encuentra sometido por la perturbación,
queda afectada la eficacia de la memoria activa: no podemos pensar
correctamente
INFLUENCIAS DEL APRENDIZAJE
5. MANEJO Y TOLERANCIA
El objetivo del manejo de la ira es reducir los sentimientos y el despertar fisiológico
que provoca. A veces no podemos deshacernos de las cosas o las personas que nos
enfurecen, ni se pueden cambiar, pero podemos aprender a controlar nuestras
emociones.
Las personas que se enojan con facilidad, por lo general tienen, a lo que conocemos
como baja tolerancia a la frustración, sienten que no deberían haber sido sometidos
a la frustración, la incomodidad o molestia. Ellos no pueden tomar las cosas con
calma, y son particularmente exaltados si la situación parece de alguna manera
injusta: por ejemplo, que los demás les corrijan por un error sin importancia.
6. El ataque de ira, o ataque explosivo intermitente, se caracteriza por episodios coléricos y
violentos, en los que la persona no puede controlar estos impulsos de ferocidad y de
pérdida del control mental y emocional, comprometiendo la seguridad de otros,
insultándolos o lesionando, o dañando todo a su alrededor sin medir las consecuencias.
El control de la ira comienza al tomar conciencia de que se tiene un problema y se busca
ayuda profesional.
La terapia se centra en reorganizar la forma de pensar, aprendiendo a hacerlo de forma
positiva y abandonando los pensamientos negativos. Asimismo, se busca dotar a la
persona de herramientas y mecanismos que le permitan proporcionar los hechos acorde
a su justa dimensión, con razonamientos lógicos. Se le enseña al paciente a mantener el
control emocional de manera permanente y a suprimir, con técnicas de pensamiento y
respiración, el momento explosivo.
TRASTORNOS COMUNES.