Definición de ira. Localización de la ira en el cerebro. Influencias del aprendizaje. Modificaciones y tolerancia. Trastornos comunes. Tratamiento a estas reacciones.
1. Alumna: Lennys Campos.
CI: V-14.338.070
Julio de 2017
República Bolivariana de Venezuela
Universidad Yacambú
Facultad de Humanidades
Barquisimeto – Lara
Fisiología y Conducta.
Sección: ED01D0V 2017-2
Prof.: Xiomara Rodríguez
2. IRA
Sentimientos de violencia, enojo, angustia e indignación generados en
torno a situaciones o personas específicas. La ira es para muchos
psicólogos y profesionales un sentimiento de descontrol anímico que
puede resultar muchas veces en diferentes tipos de violencia,
especialmente si no está bien canalizada.
La ira es sin dudas un instinto que, dependiendo de los casos
particulares, puede acercar al ser humano al estado casi animal, en el
cual el uso de la razón queda bloqueado por los sentimientos
irracionales.
3. Psicología Freudiana
La ira es el producto de una falta de amor o de cariño. Además,
Freud planteó también en sus escritos la posibilidad de que
exista cierta predisposición genética para que un individuo tenga
tendencias a sentir diferentes grados de ira ante determinadas
situaciones.
4. Localización de la ira en el
cerebro.
La corteza cingulada anterior:
La corteza se encarga del
control de las emociones.
La corteza dorsolateral
prefrontal del cerebro se
encarga, de la toma de
decisiones racionales, por lo
que impide que resalten los
impulsos.
5. Influencias de la Ira en el
Aprendizaje
El grado en que los trastornos emocionales puedan interferir la vida mental no
es nada nuevo para los profesores. Los alumnos que se sienten ansiosos,
enfurecidos o deprimidos no aprenden; la gente que se ve atrapada en esos
estados de ánimo no asimila la información de manera eficaz ni la maneja
bien.
La emociones desagradables poderosas (ira, ansiedad, tensión o tristeza)
desvían la atención hacia sus propias ocupaciones interfiriendo el intento de
concentración en otra cosa. Cuando las emociones entorpecen la
concentración lo que ocurre es que se paraliza la capacidad mental cognitiva
que los científicos llaman “memoria activa”, la capacidad de retener en la
mente toda la información que atañe a la tarea que estamos realizando. La
memoria activa es una función ejecutiva por excelencia en la vida mental, que
hace posible todos los otros esfuerzos intelectuales, desde pronunciar una
frase hasta de desempeñar una compleja proposición lógica.
6. Modificación de la Ira.
En muy pocas palabras podríamos decir que esto significa “cambiar la
forma de pensar”. Las personal coléricas tienden a maldecir, jurar y
expresarse en términos muy alterados que reflejan sus pensamientos
internos. Cuando estamos enfadados los pensamientos suelen ser muy
exagerados y dramáticos. Se trataría de sustituir estos pensamientos
por otros más racionales y adaptativos, huyendo de descalificaciones y
términos “absolutos” que no nos permiten procesar con relatividad la
situación que desencadena nuestra rabia. Es normal que tengamos
sentimientos encontrados con alguna persona o situación, es lógico
sentirse frustrado, decepcionado o dolido con ello pero sin llegar a
generar ira o emociones tan desproporcionadas. Este proceso no es
fácil ni automático, es más bien el resultado de un esfuerzo y un
cambio gradual para el que podemos necesitar la ayuda de un
especialista.
7. Tolerancia para la Ira
El objetivo del manejo de la ira es reducir los sentimientos y el
despertar fisiológico que provoca. A veces no podemos deshacernos de
las cosas o las personas que nos enfurecen, ni se pueden cambiar,
pero podemos aprender a controlar nuestras emociones. Técnicas
sencillas de relajación como el control de la respiración y la
visualización de imágenes agradables, se han demostrado muy
eficaces así como, ejercicios de control como el yoga y la meditación.
8. Trastornos Comunes
La expresión interna puede mantener este estado demasiado tiempo, con
un elevado nivel de activación psicofisiológico que se relaciona
enormemente con problemas de salud, especialmente a nivel
cardiovascular (hipertensión, infarto, etcétera). Frecuentemente, esta
clase de ira se acompaña de emociones negativas como frustración,
tristeza, etc.
9. Tratamiento a estas reacciones
Plantearse prevenir la ira es imposible, puesto que es una emoción
básica que debe aparecer y su ausencia sería motivo de una
posible patología emocional.
Lo que es ideal es experimentar la ira en las situaciones que así se
requieren, pero, sabiéndola expresar y gestionar de una manera
adecuada; en definitiva, debemos aprender a controlarla.
Por tanto, un enfado sano permite detectar y resolver problemas,
conseguir metas y aliviar o superar obstáculos que impiden
lograrlos. Por el contrario, un enfado excesivo puede bloquear
emocionalmente, dificultando percibir de forma adecuada la
situación.
10. Bibliografía.
Definición ABC https://www.definicionabc.com/salud/ira.php
[Consulta Julio 2017]
Carrión Otero, José. (13/05/2011). El Manejo de la Ira. Disponible:
http://www.cinteco.com/el-manejo-de-la-ira/ [Consulta Julio, 2017]
DR. LUIS M. LABATH. Médico Especialista en Medicina Interna. Ex
Director Médico del Hospital José M. Cullen. Miembro de Honor de
la Asociación Médica Argentina. Designado como Maestro de la
Medicina Latinoamericana por la Asociación Médica
Latinoamericana. Disponible: http://asociacioneducar.com/cerebro-
ira. [Consulta Julio, 2017]