TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
Antropología filosófica
1. Antropología filosófica
El Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci.
La antropología filosófica (del griego άνθρωπος, ánth-
ropos, 'hombre', y λόγος, logos, 'razonamiento' o 'discur-
so') se puede entender de varias maneras. Una sería el es-
tudio filosófico del ser humano elaborado a lo largo de los
siglos y actualmente, objeto de atención de los filósofos.
Otra manera de entender la expresión sería más restrin-
gida, y se aplicaría a un movimiento o escuela de pensa-
miento fundada en Alemania en los años 1920 y 1930,
de filósofos, antropólogos y sociólogos. Este movimien-
to tuvo una influencia decisiva en el panorama intelectual
alemán del siglo XX.
El tema general u objeto material de la antropología filo-
sófica es el fenómeno humano, es decir, la serie de ma-
nifestaciones que atestiguan la presencia del hombre. In-
teresan especialmente aquellas manifestaciones que en-
trañan un cierto enigma o paradoja, tales como el fenó-
meno del conocimiento científico, de los juicios de valor,
de la libertad, de la comunicación interpersonal y de la
religión. Su objeto formal (aspecto o ángulo especial que
escoge la ciencia para estudiar el objeto material) reside
en las características humanas que posibilitan dicho fenó-
meno. La psicología y la historia, por ejemplo, coinciden
en el objeto material de la Antropología filosófica, pero
no en su objeto formal.[1]
La antropología filosófica marca un punto de inflexión
en la filosofía por medio de la crítica del idealismo y del
dualismo cartesiano, con una concepción del hombre co-
mo una unidad física y psíquica. Fue también una res-
puesta a la teoría del historicismo alemán.
La base de su planteamiento consistía en utilizar las
enseñanzas de las ciencias naturales (como la biología,
zoología, etología, paleoantropología, etc.) y las ciencias
humanas para tratar de identificar las características de la
especie humana y su posición específica en el mundo y el
entorno natural.
Sus principales representantes son Max Scheler, Helmuth
Plessner y Arnold Gehlen. También destacan cerca de es-
ta corriente Gotthard Günther, Helmut Schelsky, Erich
Rothacker y Peter Sloterdijk. En los últimos años, algú-
nos intelectuales de Latinoamérica han analizado esta te-
mática, tal como nos explica el ecuatoriano Daniel Calva
(2013): “la mezcla de filosofía y de antropología, es el cal-
do de cultivo perfecto para la investigación sociohumana,
dos grandes disciplinas académicas que se parecen tanto,
pero que estudian a su manera a la humanidad, juntas in-
tentan darnos una mejor concepción del ser humano, no
solo como un ser racional o como un ser biótico, sino co-
mo un ente que ama, que siente, que forja su destino”.[2]
1 Orígenes
Los problemas que ocupan a la antropología filosófica se
han venido planteando a lo largo de la historia, pero la
disciplina como tal nace a mediados del siglo XIX.
En la Edad Antigua diversos autores ofrecieron reflexio-
nes filosóficas sobre el hombre. Como síntesis de sus ideas
podemos evocar a algunos de ellos. Sócrates, quien pro-
pone una mirada reflexiva sobre sí mismo; Platón, quien
sostuvo que el hombre tiene un alma unida a un cuer-
po y necesita mover a ambos simultáneamente (Timeo),
si bien el alma tiene el primado sobre el cuerpo (Fedón,
República). Aristóteles en cambio, sostuvo que el hombre
es una sustancia compuesta de cuerpo y alma.
En la Edad Media reinó un periodo teocéntrico, en el que
todo giraba en torno al concepto de Dios. Al hombre se
le interpreta por su relación con Dios, visto como un ser
creado por Dios a su imagen y semejanza (posesión de
inteligencia y capacidad de amar). El hombre es consi-
derado un compuesto de cuerpo y alma, y ésta es con-
siderada algo de naturaleza espiritual, libre e inmortal.
1
2. 2 2 EL PROBLEMA DE LA NATURALEZA DEL HOMBRE
San Agustín se apoya en un argumento platónico y dice
respecto a Platón: «Nadie como Platón se ha acercado
tanto a nosotros»[cita requerida]
. Aparece, por tanto, la idea
de salvación eterna, ésta vida es un tránsito; un camino
para conseguir la vida eterna por medio de la virtud, que
consiste en obedecer los mandamientos de la ley de Dios
y conduce a la felicidad de la salvación eterna; la vida só-
lo tiene sentido como camino de salvación. Lo contrario
sería la condena eterna.
En la Edad Moderna el filósofo francés René Descartes
puso la certeza del conocimiento en la pura autocerteza de
la conciencia (cogito ergo sum). El «yo» de la conciencia
está seguro de su propia existencia antes que de la exis-
tencia del resto de las cosas. Con la conciencia Descar-
tes no se refiere al hombre, sino a la pura razón. De este
modo en el modelo cartesiano el ser humano se presenta
como un agregado de dos realidades distintas e incomu-
nicables. Por un lado la razón, la conciencia pensante (res
cogitans) y por otro el mundo corporal extenso (res exten-
sa). Con ello se niega la unidad substancial entre cuerpo
y alma espiritual en el hombre y la posibilidad de una in-
teracción entre las dos substancias. Más tarde, Immanuel
Kant contrapondrá los conceptos de naturaleza y perso-
na. Según el Kant, la persona posee conciencia moral y
es el único ser que la posee. Kant define a la persona co-
mo «la libertad e independencia frente al mecanicismo
de la naturaleza entera». La persona es el único ser del
universo sometido a leyes propias, es decir, sometido a
leyes puras, prácticas establecidas por su propia razón.
«La persona es la libertad de un ser racional sometido a
leyes morales». Estas leyes morales de las que habla Kant
se las da el ser racional a sí mismo, lo cual no quiere decir
que sean arbitrarias.
En la Edad Contemporánea se abre espacio a una amplia
diversidad de corrientes que proponen una visión sobre
lo que es el hombre. La mayoría de éstas son el resultado
de una radicalización de las posturas surgidas en la Edad
Moderna. Por un lado se posiciona fuertemente una vi-
sión materialista sobre el hombre, según la cual en el ser
humano no existe más que el ser y el acontecer materia-
les. Se niega con ello lo espiritual en el hombre, que siglos
antes había sido considerado como la esencia misma del
ser humano. A favor de esta teoría se han intentado esgri-
mir argumentos surgidos de la teoría de la evolución de
Darwin. Por otro lado, la corriente existencialista ha ne-
gado que en hombre se de una esencia que lo determine,
abogando que el hombre es ante todo indeterminación y
libertad pura. En esta doctrina se enfatiza la inmediatez
de la experiencia personal y la autodeterminación de la
propia existencia por parte de cada individuo, con el pe-
ligro de caer en el relativismo ético. Una tercera corriente
muy fuerte surgida en la Edad Contemporánea para tra-
tar el tema del hombre es el personalismo. Esta corriente
filosófica busca poner el énfasis en el significado del ser
personal del hombre y su apertura constitutiva hacia los
demás. Parte de la segunda formulación del imperativo
categórico kantiano según el cual la persona se debe tra-
tar como un fin y nunca como un medio.
2 El problema de la naturaleza del
hombre
Podemos empezar enumerando tres tesis: «naturalismo o
monismo», «esencialismo o dualismo», y las contribucio-
nes de la filosofía hermenéutica.
2.1 Naturalismo o monismo antropológico
Según esta tesis, no hay una diferencia esencial entre el
hombre y el animal, sino diferencias de grado, de mo-
do que la vida superior del hombre resulta ser una forma
más desarrollada, perfeccionada o evolucionada de la se-
rie animal. Las formas más altas de la vida humana (pen-
samiento, lenguaje, arte, etc.) no son más que las resul-
tantes genéticas de procesos inherentes a las manifesta-
ciones más elementales. Las dos variantes de esta teoría
son la concepción mecánico-formal, y la concepción vi-
talista. La primera tiene dos variedades: el materialismo,
que reduce los fenómenos vitales y psíquicos a fenóme-
nos físicos-químicos; y el sensualismo, que considera que
todas las formas de fenómenos psíquicos son formas más
complejas de los datos sensibles. La segunda explica al
hombre en su integridad por la vida: el hombre se con-
vierte en el último producto de la evolución vital. Esta
concepción se diversifica según qué se considere como
decisivo en la variedad de los impulsos vitales. Algunos
le dieron importancia a los impulsos nutritivos, otros a los
impulsos de poder y otros a los impulsos sexuales.
2.2 Esencialismo o dualismo
Esta tesis afirma que el hombre se distingue esencialmen-
te, y no puramente de grado, de los demás seres vivos
pues en él hay un principio que le pertenece en exclusivi-
dad y que entraña la posibilidad de una separación radical
entre el hombre y el animal. El principio que diferencia
al hombre puede concebirse de distintas maneras: según
el hombre es el que razona al animal, en cambio el animal
por no tener raciocinio no puede razonar al hombre.
Según autores del mundo antiguo y medieval, la diferen-
cia básica entre hombres y animales está en el hecho de
que el hombre poseería un alma espiritual, no reducible
a los elementos materiales que componen el cuerpo hu-
mano.
2.3 Hermenéutica
El hombre no es algo que viene dado «esencialmente»,
sino que se configura a través de sus relatos, mitos, narra-
ciones, saberes, creencias, construcciones culturales. En
3. 3
todo esto tiene una importancia capital el lenguaje, que
le brinda la posibilidad de expresión y de «sentido», pero
también le muestra sus límites.
El hombre no está «atado» a algo fijo o estático, sino que
se va configurando. El ser humano se debe a un desa-
rrollo temporal (historia) y a la vez a un «proyecto» que
le configura como alguien en desarrollo, nunca acabado.
En esta historicidad, el hombre no es un espectador im-
parcial de los fenómenos, sino que se ubica frente a los
mismos desde presupuestos «heredados» (tradición) que
le orientan
3 Véase también
• Antropología
• Filosofía
• Tanatología
• Hermenéutica
4 Notas y referencias
[1] Gutierrez Saenz, Raul (1984). Introducción a la Antropo-
logia Filosofica. Esfinge.
[2] http://issuu.com/opinion_digital/docs/impreso_01_11_
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5 Bibliografía adicional
• Jacinto Choza Armenta (1988). Manual de Antro-
pología Filosófica. RIALP. ISBN 8432124621.
• Roberto Augusto (2007). La antropología filosófica
de Schelling: método antropomorfista y estructura
trinitaria. En: Contrastes. Revista Interdisciplinar de
Filosofía, Vol. XII, Universidad de Málaga, pp. 217-
229.
• Roberto Augusto (2005). La antropología filosófica
de Schelling en el Escrito sobre la libertad de 1809.
En: Arregui, J. V. (ed.), Thémata. Debate sobre las
antropologías, n.º 35, pp. 355-359.
• José Ramón Ayllón (1997). En torno al hombre.
Ediciones Rialp. ISBN 9788432128912.
• Juan Manuel Burgos (2005). Antropología: una
guía para la existencia. Ediciones Palabra. ISBN
9788482397450.
• Jorge Vicente Arregui, Jacinto Choza (1991).
Filosofía del hombre. Instituto de Ciencias para la
Familia. ISBN 9788432128288.
• Alfonso Pérez de Laborda (2000). Sobre quién es
el hombre: una antropología filosófica. Encuentro.
ISBN 9788474906059.
• Javier San Martín Sala (1988). El sentido de la filo-
sofía del hombre: el lugar de la antropología filosó-
fica en la filosofía y en la ciencia. Anthropos. ISBN
9788476581131.
• José Angel García Cuadrado (2006). Antropología
filosófica: una introducción a la filosofía del hombre.
EUNSA. ISBN 9788431324223.
• Ramon Lucas Lucas (2005). El hombre, espíritu en-
carnado. Sígueme. ISBN 9788430113910.
• Calva, Daniel. (2013, 1 de noviembre). Antropo-
logía Filosófica. Diario Opínion, sección Opínion,
pp.10. ISSUU.
• Ramon Lucas Lucas (2008). Horizonte vertical.
Sentido y significado de la persona humana. BAC.
ISBN 9788479149437.
• Ramon Lucas Lucas (2010). Explícame la persona.
Edizioni ART. ISBN 9788878791657.
• Clodoveo Astudillo (2000). Fundamentos Filosofi-
cos Historicos. Casa de la Cultura de Ecuador.
• Juan Fernando Sellés (2006). Antropología para
inconformes (2ª edición). Ediciones Rialp. ISBN
9788432135965.
• José Ramón Ayllón (2011). Antropología filosófica.
Editorial Ariel. ISBN 9788434468436.
• Gutiérrez Saenz, Raúl (1984). Introducción a la An-
tropología Filosófica.
6 Enlaces externos
• Sociedad Hispánica de Antropología Filosófica
SHAF
4. 4 7 ORIGEN DEL TEXTO Y LAS IMÁGENES, COLABORADORES Y LICENCIAS
7 Origen del texto y las imágenes, colaboradores y licencias
7.1 Texto
• Antropología filosófica Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Antropolog%C3%ADa_filos%C3%B3fica?oldid=90548552 Colaborado-
res: Juan Manuel, Julian Colina, Jarfil, Soulreaper, Petronas, Airunp, Taichi, Superzerocool, Amadís, BOT-Superzerocool, Varano, .Ser-
gio, Alejotheo, Alterzaratustra, Morza, Grizzly Sigma, Er Komandante, Yavidaxiu, MauricioBurbanoA, BOTpolicia, CEM-bot, Meltryth,
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