M1 u.1.2antecedentesyconceptualizaciondelagobernanza

DIPLOMADO EN GOBERNANZA
MÓDULO 1: MARCO CONCEPTUAL DE LA GOBERNANZA
UNIDAD DIDÁCTICA 1.2: ANTECEDENTES Y CONCEPTUALIZACIÓN
DE LA GOBERNANZA

Unidad 1.2: Antecedentes y Conceptualización de la Gobernanza 2
Módulo 1: Marco Conceptual de la Gobernanza
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Í N D I C E
Introducción
1. Antecedentes.
1.1 El legado corporativo: la gobernanza como eje de la organización empresarial.
2. Gobernanza. Concepto General y de Política Pública.
3. La Buena Gobernanza como un Horizonte a Lograr.
4. Aportación de la Gobernanza al Desempeño Organizacional.
5. La Nueva Gestión Pública. Un paso Hacia la Nueva Gobernanza
Resumen
Glosario
Bibliografía

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INTRODUCCIÓN
Frente a la dinámica de los cambios que ocurren en un contexto global, son muchos los
desafíos que las Sociedades y las Organizaciones contemporáneas deberán enfrentar en el
siglo XXI. Durante las próximas décadas van a requerir que sus Órganos de Gobierno, se
apoyen en estrategias y políticas mejor diseñadas, más integrales, y más enfocadas e
incluyentes en la toma de decisiones para la ejecución de los proyectos comunes que
requieren para lograr su desarrollo.
Las mejores vías para alcanzar los resultados deseados no son, ni han sido, el cortoplacismo,
la improvisación, la simulación, la impericia técnica, la opacidad y los intereses restringidos.
Por el contrario, éstas prácticas han distorsionado, frenado y agravado las posibilidades de
que las colectividades construyan mejores democracias, así como pactos constitucionales
más duraderos y efectivos, expandiendo con ello sus niveles de igualdad, libertad y justicia.
Por lo tanto, es necesario construir un nuevo patrón de gobernabilidad. La Gobernanza se
presenta como la forma de gestión a adoptar para atender esta realidad, una gobernanza, que
permita mejorar la capacidad de gestión y el desempeño del gobierno y de las organizaciones,
mediante el fortalecimiento de sus instrumentos gerenciales, la legitimización de sus acciones,
la transparencia, la rendición de cuentas, y la inclusión de los diversos actores en el proceso
de dirección nacional u organizacional.
La Gobernanza es un concepto que hace referencia a los complejos mecanismos, procesos,
relaciones e instituciones mediante los cuales los ciudadanos y grupos articulan sus intereses,
ejercen sus derechos y obligaciones y tratan de resolver sus diferencias.
Cuando se habla de gobernanza a nivel público y corporativo en general el concepto se refiere
a estructuras, normas, procesos, prácticas y principios éticos y de responsabilidad social
dirigidos a gestar un nuevo estilo de gobernar un país, nación, municipalidad u organización.
Esta cultura de buen gobierno permite relaciones transparentes entre los diferentes agentes
públicos y sociales y genera credibilidad, confianza y la cohesión necesarias para movilizar las
prioridades del país, la competitividad económica y el desarrollo económico, político y social.
La confianza y la credibilidad son consideradas el capital más valioso que tiene cualquier país
u organización para gestionar las reformas y las conductas requeridas para atender las
situaciones de crisis y las necesidades cambiantes de su entorno. El buen gobierno depende
de la confianza pública.

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1. ANTECEDENTES.
Diversos autores consideran que los conceptos de Gobernabilidad y Gobernanza surgen en
forma paralela a la preocupación por los efectos de la acción de gobernar en las sociedades
modernas. Estas sociedades han sufrido importantes transformaciones en las últimas dos
décadas, derivado del impacto del proceso de globalización mundial y de los cambios en los
comportamientos sociales en los que rigen valores como la propiedad privada, el
individualismo, el mercado y el pluralismo social.
El uso del término “gobernanza” comienza a generalizarse en 1989 a partir de un reporte del
Banco Mundial (BM) sobre “El África Subsahariana: de la crisis al desarrollo sustentable”, en
el que se argumentaba que la incapacidad de gobernar y administrar de los gobiernos
africanos estaba al origen de las dificultades de sostener el desarrollo, por lo que era
fundamental dar origen a una “mejor gobernanza”, que debía incluir el imperio de la ley, lucha
contra la corrupción, transparencia en las operaciones y rendición de cuentas, capacidad
técnica del gobierno para diseñar e implementar políticas públicas de crecimiento y desarrollo.
A partir de ese reporte comenzó a utilizarse el término en documentos de los organismos
internacionales y se volvió central en la concepción del desarrollo sustentable en el Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En el ámbito de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a mediados de la década de
los noventa, se comenzó a emplear el concepto de gobernanza en un sentido descriptivo. Por
ejemplo, en un documento relevante del PNUD se definió a la gobernanza como "...el
ejercicio de la autoridad política, económica y administrativa para manejar los asuntos
de la nación. Es un complejo de mecanismos, procesos, relaciones e instituciones por
medio de los cuales los ciudadanos y los grupos articulan sus intereses, ejercen sus
derechos y obligaciones y median sus diferencias". En el documento se adopta un
significado "amplio" de gobernanza, en el cual se incluyen tres importantes dominios de la
misma, que contribuyen a alcanzar el desarrollo humano sustentable: 1) el dominio del Estado
(instituciones políticas y gubernamentales); 2) el dominio de las organizaciones de la sociedad
civil, y 3) dominio del sector privado. De esta manera, gobernanza ha venido a ser entendida
como una forma en que se conduce una sociedad o una institución para organizar la acción
colectiva para el logro de objetivos comunes, en la que participan tanto actores que ejercen el
gobierno, como actores sociales sujetos a ese gobierno. En este sentido, representa una
forma distinta de visualizar los asuntos de "gobierno" que bajo una concepción tradicional
(enfoque de gobernabilidad) se centraba en los poderes públicos.
Es a partir de esos años cuando empieza a hablarse de "gobernanza" en el BM, o para ser
más exactos, de la necesidad de impulsar "buena gobernanza" en los países como
precondición para generar el desarrollo de la sociedad. Por ejemplo, en el discurso del Banco
Mundial, es posible encontrar a partir de los años noventa, una forma de entender la
gobernanza en un sentido prescriptivo, bajo la idea del "buen gobierno". Cabe señalar que el
surgimiento de dicho concepto está vinculado al cambio de visión de parte del BM en relación
con el papel del Estado en el proceso de desarrollo, cambio de visión que pasó de considerar

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al Estado como problema, a visualizarlo como parte de la solución. Como indica Theobald, en
el marco de una revisión de su estrategia de impulso al desarrollo, y ante las limitaciones y
magros resultados de la estrategia seguida hasta el inicio de los noventas, el BM comenzó a
interesarse en sus diagnósticos y programas por las instituciones y estructuras del Estado, los
procesos de toma de decisiones, las capacidades para la implementación de políticas
públicas, así como las relaciones entre el gobierno (o la administración) y la sociedad (y en
esto se ve una vinculación con la llamada "nueva gestión pública"). La idea básica era que las
instituciones públicas tienen una función indispensable y constructiva en la creación de un
ambiente económicamente ventajoso y en el establecimiento de un adecuado sistema de
distribución de bienes y beneficios.
Por su parte, la OCDE también ha sido fuente relevante en la generación y difusión
internacional del concepto de gobernanza en el sentido prescriptivo. De hecho, en un
documento en el que vincula el término governance con public management reforms, la OCDE
perfila que vendría a ser un nuevo paradigma (ideal) de gestión pública:
 Un enfoque más cercano a los resultados en términos de eficiencia, eficacia y calidad
del servicio;
 El reemplazo de estructuras altamente centralizadas y jerarquizadas, por ambientes
administrativos descentralizados, en los que las decisiones sobre distribución de
recursos y provisión de servicios son hechas en el punto que permiten
retroalimentación de otros grupos de interés.
 Flexibilidad para explorar alternativas en la provisión de servicios y regulación que
pueda generar mejores resultados en términos de costos y efectividad;
 Un mayor enfoque en la eficiencia en los servicios provistos, estableciendo metas de
productividad y resultados.
 El fortalecimiento de capacidades estratégicas en el centro para guiar la evolución de la
organización y permitirle responder a los cambios externos, y a diversos intereses de
manera automática, flexible y al menor costo.
En el medio académico, no obstante los antecedentes conceptuales que algunos autores
quieren o creen encontrar en los enfoques de Sociología de las Organizaciones, la Elección
Racional, el Neoinstitucionalismo, la Nueva Gestión Pública, el concepto aparece formalmente
en 1993, en el libro coordinado por Jan Kooiman, “Modern Governance: New Government –
Society Interactions”, un libro que reúne a varios autores europeos relevantes en los campos
de la política pública, la administración pública y la ciencia política. En el libro se plantea por
primera vez como objeto y problema de conocimiento específico y explícito el cambio
que ocurre a fines del siglo XX en el modo de gobernar, y que se explica por los
cambios sociales, económicos y tecnológicos ocurridos, que han dado origen a formas
de interdependencia entre los actores políticos y sociales en la solución de los
problemas sociales y en el aprovechamiento de oportunidades de futuro.

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Por primera vez se distingue entre “el gobernar” del gobierno o de una organización y “la
gobernanza”, entendida ésta como el nuevo proceso de dirección de la sociedad. Se
sustenta asimismo la validez cognoscitiva que tiene el concepto de gobernanza para explicar
las nuevas relaciones entre gobierno y sociedad, así como su utilidad práctica para renovar o
reformar las funciones del gobierno.
Kooiman es preciso y programático en su argumento, al afirmar que en las condiciones
contemporáneas, complejas, dinámicas y diversificadas, “hay muchas señales que indican que
la capacidad de gobernar de los sistemas político-administrativos (entendiendo por ello las
organizaciones, autoridades, grupos y personalidades que de manera separada o conjunta
tienen a su cargo realizar las acciones de gobierno) está por cruzar o ha cruzado ya la
frontera de la ley de los rendimientos decrecientes. En esta situación, los actores, miembros
de los sistemas de gobierno intentan reducir por separado o en conjunto la necesidad de
gobernar (dejar que los problemas se resuelvan por sí mismos) o tratan de reajustar sus
capacidades (dejar que otros participen y ayuden). Estos cambios no ocurren en el vacío, sino
representan un cambio en la preferencia de los modos de gobernanza”, en razón de que en
las condiciones sociales actuales “ningún actor, público o privado, tiene la información y el
conocimiento requerido para resolver problemas complejos, dinámicos y diversificados, ni
tiene el mirador suficiente para seleccionar los instrumentos eficaces y menos aún el poder
suficiente para dominar unilateralmente”. El resultado es lógicamente un cambio del modo
de gobernar que transita de las formas de unilateralidad gubernamental hacia formas de
interdependencia con la sociedad.
La esencia del argumento es que la gobernanza de las sociedades y organizaciones
modernas es una mezcla de todo tipo de esfuerzos de gobierno por todo tipo de actores
sociopolíticos, públicos, sociales y privados; que ocurren entre ellos a niveles diferentes, en
diferentes modos y órdenes de gobernanza. Estas mezclas son "respuestas" sociales a las
"demandas" persistentes y cambiantes, en el contexto de una cada vez mayor
diversidad social, dinámica y compleja de las sociedades y de las organizaciones.
En su perspectiva, no hay ya ningún sujeto o instancia social con el poder intelectual,
financiero y político dominante para imponer a los demás una determinada orientación y línea
de comportamiento o para transferirles los costos de la solución de problemas o de la
realización de objetivos de importancia social, tratando de obtener ganancias exclusivas.
Los tiempos de la dominación de una clase sobre el gobierno, o los de la dominación suprema
del gobierno sobre la sociedad dependiente han terminado o están terminando. Querer
prolongar artificialmente su agotamiento es prolongar la ineficacia directiva, destinando
a un país a su decadencia. “Las pautas tradicionales de gobernar, que eran antes de
‘tráfico en un solo sentido’, que iban de los gobernantes a los gobernados, han
cambiado hacia un modelo de ‘tráfico en dos sentidos’, en el que se toman en
consideración las condiciones, cualidades, problemas y oportunidades del sistema de
gobierno, pero también los del sistema de los gobernados. Estas nuevas formas
pueden seguir siendo llamadas gerencia, control, dirección, conducción, pero el énfasis

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ya no está en el aspecto unilateral sino bilateral y multilateral de esos modelos de
gobernar.
1.1 El Legado Corporativo: La Gobernanza como Eje de la Organización Empresarial
Es importante resaltar, que antes de ser apropiada como categoría analítica por disciplinas
como la ciencia política y las políticas públicas, la gobernanza tuvo un período intermedio de
elaboración y uso por parte de las actividades corporativas que llevaban a cabo las grandes
empresas a inicios de siglo XX. Es más, los primeros desarrollos y aproximaciones sobre la
gobernanza abrevan del campo económico y empresarial, y de la gestión organizacional que
se realiza en ese ámbito. Por ello era casi natural, o directo, asociar al término con el
desempeño de las corporaciones privadas con la expresión de “gobernanza corporativa”
(corporate governance). En su origen, esta gobernanza se limitaba a las relaciones más
inmediatas o directas que se establecían en una empresa. Luego, se sopesó la necesidad de
diferenciar y abarcar otros roles e interacciones que también resultaban claves en su dinámica
como organización. Como lo recuerdan Meredith Edwards y Robyn Clough (2005):
El término ‘gobernanza corporativa’ tiene su génesis en el sector privado y las
concepciones en torno a éste se centraron tradicionalmente en la relación empresa-
accionista. Cada vez más, sin embargo, las definiciones de gobernanza corporativa
pusieron la atención en un conjunto más amplio de relaciones que incluyen a los
involucrados, o con un interés en la organización (por ejemplo, empleados, directores,
proveedores, accionistas), y partes interesadas al servicio de, o que se ven afectadas
por, la organización (por ejemplo, los clientes y las comunidades locales).
Se trató de un ejercicio que metodológicamente se reveló muy sólido y fino, ya que permitía
establecer a nivel del sector privado el sistema de actores y vínculos que caracterizaba a
éstos. La relevancia de este desarrollo analítico trascendió al ámbito empresarial, y ha sido
robustecido por el análisis de las políticas públicas al involucrarse a actores como el Estado y
la sociedad civil, así como a las organizaciones sociales y público-privadas orientadas a la
solución de asuntos colectivos concretos.
2. GOBERNANZA. CONCEPTO GENERAL Y DE POLÍTICA PÚBLICA
El Estado, como se comentó en la unidad anterior, ha sido visto como la institución elemental
que favorece el crecimiento y desarrollo económico de las naciones, pero a su vez, a través
de sus acciones es fuente de inestabilidad, estancamiento y declive de las economías. La
“gobernanza”, se enfoca en una nueva manera de gobernar, que busca el desarrollo
económico, social e institucional a partir de un equilibrio: Estado, Sociedad Civil y Mercado.
Joan Prats, al respecto de este término menciona:
“La eficacia y legitimidad del actuar público se fundamenta en la calidad de la
interacción entre los distintos niveles de gobierno y entre éstos y las organizaciones
empresariales y de la sociedad civil. Los nuevos modos de gobernar en que esto se
plasma tienden a ser reconocidos como gobernanza”.

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Etimológicamente, la palabra gobernanza remite al verbo griego “kubernân”: el cual
literalmente significa pilotear un barco o un tanque. Como metáfora, fue el filósofo Platón el
primero que lo usó al referirse al papel que les toca jugar a los gobernantes en una sociedad.
Gobernanza no es un término nuevo, pero ha estado siendo utilizado con mayor frecuencia en
las últimas tres décadas por diversos sectores y actores. En todo este período, las nociones y
prácticas han tomado diferentes cursos y se las ha interpretado e implementado en distintas
maneras, dependiendo del autor, la agencia u organización que haga uso de ellas.
La gobernanza estudia todos los mecanismos, procesos y reglas a través de los cuales se
ejerce la autoridad, política, económica y administrativa tanto del Estado como de una
organización pública, privada o social (gobernanza corporativa). Busca comprender cómo
queda determinada la actuación del Gobierno o de las organizaciones por todo el conjunto
diverso de personas, grupos y reglas que influyen sobre ellos.
El gobierno es uno de los actores en la gobernanza. Los actores dependen del nivel de
gobierno del que estemos hablando. En las zonas rurales, por ejemplo, los actores incluyen
los dueños de las tierras, las asociaciones de campesinos, las cooperativas, ONG’s, los
institutos de investigación, los líderes religiosos, el ejército, etc. La situación en las zonas
urbanas es mucho más compleja, además de los actores mencionados anteriormente, existen
otros actores como empresas de todo tipo, sindicatos, medios de comunicación, lobbies,
organismos internacionales, corporaciones multinacionales, etc. Que tienen que ver en el
proceso de toma de decisiones. Todos los actores, a excepción del gobierno y del ejército se
clasifican como parte de la sociedad civil.
La definición más simple de “gobernanza” es: proceso de adopción de decisiones y
proceso mediante el cual se aplican o no esas decisiones. Por ello, la gobernanza se
refiere a la toma de decisiones por parte de una gama de personas o ‘partes interesadas,
incluyendo a quienes ocupan posiciones formales de poder y a ciudadanas y ciudadanos
‘comunes’. Estas decisiones tienen un enorme impacto sobre las maneras en que mujeres y
hombres conducen sus vidas, sobre las normas que se espera que observen y las estructuras
que determinan dónde y cómo trabajan y viven. En teoría, esto significa que múltiples
personas y organizaciones – o partes interesadas – participan en la planificación estratégica:
“Expresan sus intereses, influyen en cómo se adoptan las decisiones, en quiénes las toman y
cuáles decisiones se adoptan’ (Instituto de Gobernabilidad 2009; UNESCAP 2009).
Se espera que las personas decisorias tengan en cuenta estos aportes y rindan cuentas a las
partes interesadas por las decisiones que toman y la forma en que éstas son implementadas a
través de la gestión de los asuntos y el gasto de la organización. No obstante, la realidad es
que no todas las partes interesadas tienen el poder necesario para influir en las decisiones y
lograr que las personas decisorias rindan cuentas.
La teoría de la gobernanza, supone apertura, inclusión y empoderamiento de los
diferentes actores sujetos a la dirección del Gobierno en el proceso de decisiones

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tendientes a la formulación, ejecución y evaluación de las directrices económicas,
políticas, sociales y administrativas de gobierno.
A nuestra consideración y para los fines del diplomado, es importante diferenciar la
gobernanza de nociones afines como “gobierno”, “gobernabilidad” y “gobernación”. Sucede
que en la literatura política, jurídica y de las ciencias sociales, es frecuente encontrar
planteamientos que confunden esos términos. Se trata pues de llevar un ejercicio necesario y
pertinente de esclarecimiento.
A continuación, se sintetiza muy esquemáticamente esas distinciones:
La gobernanza y sus distinciones conceptuales
Gobierno Gobernación Gobernabilidad GOBERNANZA
Es el cargo,
autoridad o
función definida
formalmente para
ejercer el poder (o
control) en la
sociedad.
Dice Jean Leca:
“Gobernar es
tomar decisiones,
resolver
conflictos, pro-
ducir bienes
públicos,
coordinar
comportamientos
privados, regular
los mercados,
organizar las
elecciones,
recaudar los
recursos, causar
los gastos.”
Es la capacidad
de control (o
dominio) en la
vida política que
tiene una
sociedad sobre sí
misma.
Dice Luis F. Aguilar:
“Gobernabilidad denota la
posibilidad o probabilidad de
que el gobierno gobierne a
su sociedad, mientras su
opuesto, ingobernabilidad,
significa la posibilidad o
probabilidad de que el
gobierno deje de gobernar a
su sociedad, [o de que, en
definitiva] no la gobierne.”
Según la Organización de
los Estados Americanos,
Gobernabilidad significa:
Estabilidad institucional y
política, y efectividad en la
toma de decisiones y la
administración.
La Gobernabilidad
depende de la
Gobernanza, por ejemplo
del nivel de madurez en
una sociedad organizada y
su capacidad para asumir
responsabilidades
compartidas en la
implementación de
decisiones y en el arte de
gobernar correctamente.
La Gobernanza se refiere a
los procesos de gobierno
y la Gobernabilidad a los
Es la puesta en marcha de la
gobernación de una sociedad.
El diccionario de la Real Academia
Española, la define como el “Arte o
manera de gobernar que se propone
como objetivo el logro de un
desarrollo económico, social e
institucional duradero, promoviendo
un sano equilibrio entre el Estado, la
sociedad civil y el mercado de la
economía”.
Según Luis F. Aguilar: Es el proceso de
dirección de la sociedad en el que la
definición de los objetivos y de las
acciones y formas de organización
para realizarlos ya NO es obra
exclusiva del gobierno como director
único o dominante, capaz de
subordinar a actores clave y disuadir a
opositores o críticos. Sino más bien es
el proceso de dirección de la sociedad
que es producto y obra de la
interacción, interdependencia y
asociación entre el gobierno y los
ciudadanos, entre gobierno y las
organizaciones económicas y sociales
públicas y privadas.
Según la Comisión sobre Gobernanza
Global, la gobernanza es: "la suma de
las múltiples maneras como los
individuos y las instituciones, publicas

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resultados de éstos. y privadas, manejan sus asuntos
comunes. Es un proceso continuo
mediante el que pueden acomodarse
intereses diversos y conflictivos y
adoptarse alguna acción cooperativa.
Incluye las instituciones formales y los
regímenes con poder para imponer
obediencia, así como arreglos
informales que las personas y las
instituciones han acordado"
Según Fasen-fest, es “el conjunto de
decisiones y procesos que reflejan las
expectativas sociales a través de la
gestión o liderazgo del gobierno (…)”.
Se materializa, afirman Healey y
Robinson, “en arreglos institucionales,
mecanismos de consulta, procesos de
formulación de políticas públicas, y
mediante la naturaleza y el estilo de
liderazgo en un sistema político dado.”
FUENTE: Elaboración propia basada en Aguilar (2010), Fasenfest (2010), Leca (en Favre 2003), Healey y Robinson (1994), Diccionario
de la real Academia Española, y Commission on Global Governance, 1995.
En una veta similar, la Organización Mundial de la Salud, en relación a temas globales
aplicados a la salud humana sostiene que: “La gobernanza se refiere a las diferentes
formas en que las organizaciones, instituciones, empresas y gobiernos gestionan sus
asuntos. La gobernanza es el acto de gobernación, y por lo tanto implica la aplicación
de leyes y reglamentos, así como también de costumbres, pautas éticas y normas.”
(OMS 2014). Tampoco es correcto, por otra parte, aparejar en automático gobernanza con
“buen gobierno”, como sucede a veces con algunos autores o posturas institucionales. Sobre
este mismo proceder, la OMS advierte: “El buen gobierno significa que los asuntos se
gestionan bien, no implica que las leyes, reglamentos o normas son en sí mismos
necesariamente ‘buenos’.”
Una gobernanza por sí misma no asegura (ni deriva necesariamente en) buen gobierno. Y
tampoco el término tiene un alcance reservado exclusivamente al ámbito político y público.
También es aplicable a organizaciones no políticas de una sociedad y al sector privado
existente en ella.
La gobernanza es un concepto clave para el estudio de sociedades contemporáneas. Su
conexión principal tiene que ver con el modelo político-institucional que subyace a distintas
entidades colectivas; su sistema de actores; sus prácticas, valores y reglas asentadas de
organización; así como, las escalas de ubicación y horizontes temporales que las caracteriza.
Pero debido a su carácter complejo, elusivo y multi-temático, se requiere precisar sus
componentes y relaciones conceptuales más relevantes (Véanse los Recuadros 1 y 2).

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RECUADRO 1. El concepto de gobernanza
(según Patrick Le Galés, 2009)
“La gobernanza es un campo de investigación acerca de las formas de coordinación,
orientación y dirección de sectores, de grupos y de la sociedad, más allá de los órganos
clásicos de gobierno. (…) En el ámbito de las políticas públicas, la gobernanza está ligada al
gobierno. La noción de gobernanza emerge frente al diagnóstico de una ‘incapacidad’ de los
gobiernos para responder a los problemas que le son sometidos a consideración y para
adaptarse a las nuevas formas de organización social, económica y política.” [Por otra parte]
“La gobernanza puede ser definida como un proceso de coordinación de actores, de
grupos sociales, de instituciones, con el ánimo de alcanzar objetivos definidos y
discutidos colectivamente. La gobernanza se refiere, entonces, a un conjunto de
instituciones, de redes, de directivas, de reglamentos, de normas, de usos políticos y
sociales, así como a actores públicos y privados que contribuyen a las estabilidad de
una sociedad y de un régimen político, a su orientación, a la capacidad de dirigir y de
proporcionar los servicios, y a asegurar su legitimidad.”
El concepto de gobernanza
(según Gambhir Bhatta, 2006)
“En general, la gobernanza se refiere a la relación entre el gobierno y los ciudadanos
que hace posible que las políticas y programas públicos sean formulados,
implementados, y evaluados. En un contexto amplio, ello se refiere a las reglas,
instituciones, y redes que definen como funciona un país u organización.”
RECUADRO 2.
Alianza Mundial para la Participación Ciudadana (CIVICUS):
“La gobernanza participativa tiene que ver con facultar a las ciudadanas y los
ciudadanos para que participen en los procesos de adopción pública de decisiones que
afectan sus vidas”.
De acuerdo con Kooiman
La gobernanza en las sociedades modernas es una mezcla de todo tipo de esfuerzos de
gobierno por todo tipo de actores socio-políticos, públicos y privados; que ocurren
entre ellos a niveles diferentes, en diferentes modos y órdenes de gobernanza. Estas
mezclas son "respuestas" sociales a las "demandas" persistentes y cambiantes, en el
contexto de una cada vez mayor diversidad social, dinámica y compleja.
Para concluir este punto, en forma sencilla basta dar respuesta a la siguiente pregunta:
¿Cómo surge el concepto de Gobernanza?
Siempre que existen personas agrupadas en torno a un objetivo, existe la necesidad de
Gobernanza, al aparecer las siguientes interrogantes:
• ¿Quién tiene poder?

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• ¿Quién toma las decisiones?
• ¿Cómo hacen los demás que su voz sea tomada en cuenta?
• ¿Cómo se rinden cuentas?
Gobernanza es el conjunto de acuerdos entre los actores sociopolíticos (gobierno y
ciudadanos, gobierno y organizaciones económicas y sociales, tanto públicas como
privadas) para otorgar dirección, estabilidad y desarrollo de la sociedad.
3. LA BUENA GOBERNANZA COMO UN HORIZONTE A LOGRAR
Respecto a lo que define a una buena gobernanza, valdría la pena preguntarse sobre los
principios que la guían y hacen posible. En este caso, Meredith Edwards y Robyn Clough
(2005) señalan:
Hay algunos principios o elementos clave de una buena gobernanza,
comúnmente aceptados, que son aplicables tanto a los tres sectores: público,
social y privado. Los tres más comunes son: la rendición de cuentas –por medio
de mecanismos internos y externos–; la transparencia y apertura; y el
reconocimiento de derechos de los interesados/accionistas. A menudo, a éstos
se agregan otros como: la eficiencia, la integridad, la austeridad, el liderazgo, el
énfasis en el rendimiento, así como en el cumplimiento, y la participación de los
interesados o la inclusividad.
En diferentes momentos y en distintas organizaciones, los elementos a los que se dará
énfasis varían, y definir esto siempre constituye una cuestión de valorar un equilibrio
entre ellos.
Elementos clave para una buena gobernanza
Principalmente son:
• Rendición de cuentas
• Transparencia y apertura
• Reconocimiento de los derechos de los involucrados
Otros elementos de relevancia:
− Eficiencia
− Integridad
− Austeridad
− Liderazgo
− Capacidad de rendimiento
− Inclusividad
FUENTE: Elaboración propia basada en Edwards y Clough (2005).
También algunos organismos técnicos a nivel internacional han expuesto su apreciación y
postura al respecto:
En la Organización de la Naciones Unidas (ONU), la gobernanza se considera «buena» y
«democrática» en la medida en que las instituciones y procesos de cada país sean

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transparentes. La buena gobernanza promueve la equidad, la participación, el pluralismo, la
transparencia, la responsabilidad y el estado de derecho, de modo que sea efectivo, eficiente
y duradero. El cumplimiento de estos principios se ha convertido en una escala de valores
imprescindible para medir la credibilidad y el respeto de los países en el panorama mundial.
La mayor amenaza para la buena gobernanza viene de la corrupción, la violencia y la
pobreza, todo lo cual debilita el desempeño, la transparencia, la seguridad, la participación y
las libertades fundamentales.
El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD “Gobernanza y Desarrollo Humano
Sustentable, 1997”) expone los principios que, con algunas variaciones, aparecen mucho en
la literatura con respecto al tema. Existe una fuerte evidencia que estos principios tienen un
reconocimiento universal. Se agrupan en 5 temas.
Los Cinco Principios de la Buena Gobernanza
Los Cinco Principios de la
Buena Gobernanza
Los principios y su fundamento con relación al texto PNUD
1. Legitimidad y Voz
Participación – Todo hombre y mujer deberían ser parte de la toma
de decisiones, ya sea de manera directa o por medio de
instituciones legítimas que representen sus necesidades. Dicha
participación se basa en la libertad de expresión y de asociación,
asimismo se participa de manera constructiva.
Orientación por consenso – Una buena gobernanza decide que
es lo mejor para el grupo por medio de un consenso, y cuando sea
posible también se someterá a un consenso las políticas y
procedimientos que se llevarán a cabo.
2. Dirección
Visión estratégica – Los líderes y la sociedad deben tener una
perspectiva de buena gobernanza y el desarrollo humano a largo
plazo, así como tomar en cuenta lo que se necesita para lograr tal
desarrollo, sin dejar de lado las complejidades históricas, culturales
y sociales de la sociedad.
3. Ejecución
Capacidad de respuesta – Las instituciones se comprometen a
atender las necesidades de quienes representan.
Eficiencia y Eficacia – Las instituciones deben de demostrar que
están haciendo buen uso de los recursos para satisfacer lo
solicitado.
4. Responsabilidad
Responsabilidad – Las decisiones que toman el gobierno, el sector
privado y las asociaciones civiles son responsables ante la
sociedad, esta responsabilidad difiere dependiendo si las
decisiones tomadas son internas o externas.
Transparencia – Se construye a partir del libre flujo de información,
se tiene libre acceso a la misma y asimismo se supervisa el trabajo
de las instituciones.
5. Justicia
Equidad – Todo hombre y mujer tiene la oportunidad de mantener
o mejorar su bienestar.
Ley – Los marcos jurídicos deben ser justos e imparciales, sobre
todo aquellos que involucren los derechos humanos.

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En el caso del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA, por sus siglas en
inglés) de la ONU, la (buena) gobernanza opera como un concepto central para entender el
rol del sector público en las sociedades contemporáneas. Y considera que dichas
dimensiones centrales que se traducen como una noción de política pública son cuatro:
eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y participación.
Eficiencia: Es un aspecto clave de la gobernanza ya que da cuenta de la previsibilidad en la
acción de las instituciones y sus políticas instrumentadas. Un sistema económico sostenido y
dinámico, así como un marco legal justo e integrado, son factores que posibilitan aún más
esta vía inicial de la gobernanza. El gobierno de una sociedad, orientado por ella, tendrá que
sopesar su rol ante las demandas públicas más sentidas, y los servicios que es capaz de
brindar a sus gobernados (DESA 2007).
Transparencia: La acción gubernamental basa su legitimidad en el conjunto de ciudadanos e
individuos que conforman una comunidad política. En esa medida, su desempeño tiene
sentido cuando se abre al conocimiento y escrutinio públicos; no cuando lo opaca u oculta.
Además, no basta la disponibilidad de esa información sino también que sea posible un mayor
acceso o alcance a todos. Lo contrario, daría lugar no sólo a niveles muy reducidos o nulos de
participación política, sino también al abuso, la corrupción y la incompetencia en el sistema
político con que se cuente.
Rendición de Cuentas: Cuando se avanza sólo en transparencia, se resuelve
insuficientemente la creación de una gobernanza sólida y duradera para los Estados
modernos. A través de la rendición de cuentas, los gobiernos someten el desempeño de sus
organismos a criterios de evaluación (muy puntuales, rigurosos y justificables) para
dimensionar y reajustar las políticas que llevan a cabo. Formas concretas de esa rendición de
cuentas pueden identificarse, a nivel económico y financiero, valorando por ejemplo la
eficiencia en el uso de recursos, el control del gasto, y las auditorías internas y externas.
Participación: Es un eje indispensable en la gobernanza democrática de las sociedades
contemporáneas. Considerarla es esencial, ya que expresa el nivel y grado de compromiso
que define a una sociedad civil. “El sector público puede promover la participación mediante la
promulgación de una legislación que fortalece la libertad y la pluralidad de los medios de
comunicación, el establecimiento de un organismo electoral independiente, y el fomento de la
inclusión del público en la toma de decisiones sobre los planes del gobierno y la
presupuestación”. (DESA 2007). Para que tal participación ocurra, en definitiva, se requiere
tanto de actores comprometidos y forjados en la deliberación pública, como de una vocación
abierta y visionaria en las políticas impulsadas por las élites gobernantes.
En suma, una gobernanza basada sólidamente en los principios antes indicados, y que,
además, refuerza con el paso del tiempo su arraigo y perdurabilidad, es capaz de alcanzar las
líneas básicas del cometido para el cual ha sido destinada, ya sea en el sector público o
privado, o en los ámbitos donde se generan asociaciones constructivas y sostenidas entre
tales sectores.

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4. APORTACIÓN DE LA GOBERNANZA AL DESEMPEÑO ORGANIZACIONAL
El alcance del concepto de gobernanza, se ha extendido en los últimos decenios a otros
campos, tales como: la economía institucional, las relaciones internacionales, la psicología
cognitiva y cultural, los negocios, la gestión, la planeación y la administración, entre otros. En
particular, una sub-disciplina que entrecruza a los anteriores dominios, aportando un impulso
abarcador e integrador de sus tópicos y aplicaciones, es el área de los estudios
organizacionales. Así, debido a la cobertura multi-temática que caracteriza a la gobernanza,
las posibilidades de estudio e incidencia profesional que ella encuentra y detona en esos
espacios son cada vez más reconocidos y aprovechados. El encuentro entre los estudios
organizacionales y la gobernanza no podría encontrar la posibilidad de un vínculo más
fecundo y promisorio como es la conducción de las organizaciones.
El concepto de “gobernanza corporativa” engloba todo el sistema de dirección y supervisión
de una empresa, incluida su organización, los principios políticos y directrices que rigen sus
operaciones y los mecanismos de control y supervisión tanto internos como externos. El
objetivo de la gobernanza corporativa es la dirección y el control de una organización
orientada por unos valores establecidos de forma responsable y sostenible.
De acuerdo con el Instituto de Gobernanza Empresarial y Pública (IGEP), que es una
asociación civil sin fines de lucro radicada en Argentina y dedicada a estudiar, desarrollar y
promover las mejores prácticas de gobernanza en organizaciones empresariales, no
gubernamentales y públicas: La gobernanza estudia todos los mecanismos, procesos y
reglas a través de los cuales se ejerce la autoridad económica, política y administrativa
de una organización, tanto empresarial como estatal o del tercer sector (ONG’s). Busca
comprender cómo queda determinada la conducta de las instituciones por todo el
variado conjunto de agentes y reglas que influyen sobre ella.
El IGEP, también señala que este enfoque multidisciplinario analiza, entre otras cosas:
• Cuál es el diseño interno de una estructura organizacional,
• Cómo opera el sistema de incentivos que regula las relaciones entre sus miembros,
• Cómo impactan las normas legales que rigen sus acciones,
• Cuáles son las restricciones morales y sociales que pesan sobre la conducta de sus
funcionarios, directivos o gerentes,
• Cómo influyen en la organización los distintos actores con intereses potencialmente
afectados por ella.
El desempeño organizacional que encauza una gobernanza logra movilizar una gama amplia
de valores, elementos cognitivos, fuerzas ideacionales, esquemas de acción y los roles e
identidades de los agentes que concretan las tareas cotidianas y mediatas en las entidades
colectivas en que ello tiene lugar.

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La gestión de la organización en términos de gobernanza tiene el valor de aportar un
modo particular de pensar y proceder en las organizaciones. Pensar en términos de
gobernanza implica reconocer que las cuestiones sociales son complejas y que pueden
ser vistas desde distintas ópticas según sean los ojos de quien mire. Es importante
tener presente, que una sola perspectiva no es suficiente en la mayor parte de los
casos para definir el estado deseado y diseñar los caminos para alcanzarlo. Menos aún
cuando quienes definen y diseñan son unos, pero el “estado deseado” de otros, que
son quienes luego sufrirán las consecuencias. Por ejemplo, en nuestro país la visión de
desarrollo y bienestar de la sociedad que tiene el gobierno, no es la misma que tiene la
sociedad.
Por ello, se considera que utilizar la gobernanza como modelo de gestión
organizacional, es vital para realizar una gestión escuchando y dando lugar a las voces
de los distintos actores interesados para que todos estén representados a la hora de
“definir una necesidad, diseñar el camino para satisfacerla, implementar las decisiones,
controlar su implementación y evaluar el éxito o fracaso del proceso” es una manera
eficaz de gestionar.
En la actualidad el término “Gobernanza” puede servir de base para generar el marco
conceptual relativo a las transformaciones (proceso de cambio) de las Organizaciones con su
entorno interno y externo. Su utilidad reside en que se busca abarcar todo el complejo
proceso de determinación de la conducta organizacional y no sólo el proceso formal de toma
de decisiones. A través de la claridad diagnóstica que produce la gobernanza se logra un
mayor grado de gobernabilidad institucional, tanto a nivel estatal como empresarial.
Por lo tanto, una gobernanza, orientada en el sentido antes señalado, es crucial para lograr un
buen desempeño de las organizaciones públicas o privadas. De este modo, un campo de
aplicación de la gobernanza como herramienta de innovación o transformación deberá partir,
de nociones y lineamientos que definen el “cambio organizacional” y sus “claves” esenciales
que lo detonan al interior de una organización, como se explica en los siguientes cuadros:
¿Qué es el cambio organizacional?
De acuerdo a A. Carol Rusaw (2007, 349): “El cambio organizacional es un proceso
integral, colaborativo y planificado de la solución de problemas que ocurre a través de
la alteración de los supuestos y las creencias fundamentales de los individuos con el
fin de mejorar el contenido del trabajo, las estructuras y las relaciones en las
organizaciones. Una creencia principal es que las personas definen colectivamente los
significados del trabajo que realizan y desarrollan formas de llevarlo a cabo. En efecto,
dependiendo de la forma en que definen el trabajo, las personas desarrollan una serie de
tecnologías o tareas coordinadas para ponerlo en marcha. El cambio organizacional es un
proceso global e interrelacionado. Se trata de modificar dicha labor a través de cambios
en las premisas habituales en las que se sustenta. El cambio organizacional es, por lo
tanto, un proceso en el que las personas definen una meta o dirección asumiéndola como la
más deseable respecto al actual estado de cosas; en esa medida, también involucra a las
personas que crean condiciones que alinearán los supuestos, las metas y el trabajo. Las

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personas que ayudan a los demás a hacer dichos cambios (llamadas agentes de
cambio) facilitan el desarrollo de nuevos marcos mentales y habilidades de trabajo que
son necesarios para una afrontar una situación futura.”
Claves para el cambio de una organización
(Según John P. Kotter)
Los 8 pasos Los 8 errores comunes
1. Establecer un sentido de urgencia.
2. Armar la coalición reformadora.
3. Articular la visión y la estrategia.
4. Transmitir la visión y convencer.
5. Movilizar a los trabajadores.
6. Producir ganancias pequeñas pero
prontas.
7. Consolidar las ganancias y empujar más
cambios.
8. Hacer que el cambio se convierta en
cultura.
1. Caer en la complacencia (“vamos bien”).
2. Dejar fuera a aliados estratégicos (“pode-
mos solos”).
3. Subestimar el poder de la visión (“por el
camino arreglamos las cargas”).
4. Comunicar la visión con palabras pero no
con los hechos.
5. No mirar bien los obstáculos.
6. Retardar las primeras ganancias.
7. Cantar victoria demasiado pronto.
8. No construir la cultura del cambio.
FUENTE: Citado por el Informe sobre Desarrollo Humano para América Central, 2009-2010.
En términos concretos, la gobernanza –entendida como un gran marco organizacional, y en
esa medida como una perspectiva estratégica transversal a una organización– aporta al
desempeño y al cambio, al afrontar cuestiones cruciales de las entidades colectivas que la
adoptan, respuestas a preguntas (adaptadas a partir de Pannoni y Ricketts [2010]) como las
que siguen a continuación:
• ¿Qué estamos tratando de lograr?
• ¿Cuál es la mejor estrategia para lograrlo?
• ¿Cuáles son los efectos evidentes y no evidentes del cambio en varios grupos dentro
de la organización, así como en las personas y los procesos existentes?
• ¿Cuál es el equilibrio adecuado de la centralización o estandarización en
contraposición al control local?
• ¿Cómo podemos hacer de esto una "victoria" tanto para las personas que se verán
afectadas por este cambio como para la organización?
• ¿Qué podría salir mal y cómo nos aseguramos de que no se llegue a ello?
• ¿Cómo se conectan los procesos que define a la organización en cada etapa del ciclo
de vida del proyecto, y cuáles son las implicaciones de esas vinculaciones?
• ¿Cómo vamos a manejar no sólo la implementación, sino también el funcionamiento
continuo y la mejora continua?
• ¿Cómo una iniciativa particular se conecta con otras iniciativas en toda la organización?

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• ¿Cómo vamos a medir el éxito?
Bajo estas pautas lo que se busca es no reducir la mirada estratégica sólo a situaciones
inmediatas e inconexas entre sí, y que las organizaciones deben afrontar en su cotidianidad,
construyendo salidas hechas a la medida de esas circunstancias parciales, sino se pretende
que los “agentes” o “emprendedores” del cambio viren o “salten” cualitativamente hacia
integraciones estratégicas de varios componentes, iniciativas y propósitos organizacionales
como un todo, bajo una enfoque comprehensivo, permanente, aguzado y auto-correctivo.
5. La Nueva Gestión Pública. Un paso Hacia la Buena Gobernanza
Las grandes transformaciones que han ocurrido desde las dos últimas décadas del siglo XX
hasta hoy en día, derivadas del proceso de globalización mundial, han puesto en el centro de
la discusión el papel del Estado, del gobierno y de la administración pública en la economía y
su relación con la sociedad civil, lo cual ha obligado directa o indirectamente a todos los
gobiernos a revisar la forma de conducción y gestión del país.
La Nueva Gestión Pública (NGP) o New Public Management, como conjunto de técnicas y
principios innovadores gerenciales surgidos desde el ámbito privado ha desplazado, desde
mediados de los 80, al paradigma burocrático de la administración pública tradicional o
Weberiana. Este modelo de gestión que fomentó algunas características que la administración
pública debía desarrollar, como la separación de los cargos públicos de las personas que los
ocupan, la organización jerárquica basada en la autoridad, la confianza en los expedientes y
las órdenes escritas, la ética pública, y la administración desinteresada e impersonal entre
otros valores para favorecer el desarrollo de una sociedad moderna, se encuentra en crisis
porque se afirma que ha contribuido muy poco a la solución de los problemas y se ha
cuestionado su eficiencia, eficacia y capacidad de respuesta, la cual se mostraba más
interesada en maximizar los presupuestos públicos, asegurando así la expansión de
estructuras administrativas y del consiguiente déficit del sector público que de la calidad de los
bienes y servicios que otorga el Estado a la sociedad.
Dado que este modelo de administración pública tradicional, no ha resuelto los principales
problemas de acción colectiva de las naciones y comunidades, se hizo necesario constituir un
nuevo patrón de gestión pública, en el cual el Estado/ Gobierno debe redefinir sus funciones y
su forma de actuación, además de incrementar su capacidad de gestión estatal, mediante la
profesionalización de la burocracia estratégica, el fortalecimiento de sus instrumentos
gerenciales y el mejoramiento de su desempeño en la elaboración de políticas públicas.
La Nueva Gestión Pública actual supone que para maximizar los resultados económicos,
asegurar la cohesión social y recuperar la legitimidad de la sociedad, la administración pública
debe adaptarse a las circunstancias cambiantes de un mundo cada vez más globalizado,
explorar nuevas posibilidades y utilizar adecuadamente los recursos disponibles.
La NGP ha sido presentada como un cuerpo de ideas y principios, más o menos homogéneos,
que destaca elementos tales como una orientación marcada hacia los resultados, en función
de la eficiencia, eficacia y calidad del servicio público para asegurar un buen desempeño; el

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control y la rendición de cuentas; el desarrollo de competitividad y elección; la provisión de
servicios de acuerdo a la demanda de los ciudadanos-usuarios; el mejoramiento de la
administración de los recursos humanos; la optimización de las tecnologías de la información;
el mejoramiento de la calidad regulatoria estatal y el fortalecimiento de las funciones de
dirección.
Componentes Fundamentales de la Nueva Gestión Pública
Sin embargo, la realización de modificaciones en la gestión del aparato administrativo
no es suficiente. Es imprescindible la recuperación de las bases de legitimidad y de la
eficacia social de la acción gubernamental, es decir, de la buena gobernanza de los
países.
En este sentido, el desafío actual de la gobernabilidad es hacer la gestión pública más
transparente, más efectiva en términos de los resultados de las políticas y más
responsable en relación con los ciudadanos.
La gobernabilidad se refiere a las adaptaciones y procesos en el marco del Estado y de
la administración pública para mejorar su relación (vertical) con la ciudadanía y el
proceso de toma de decisiones. La gobernanza estaría articulada, fundamentalmente, a
la forma de mejorar la relación horizontal entre una pluralidad de actores públicos y
privados, igualmente, para mejorar los procesos de decisión, gestión y desarrollo de lo
GESTIÓN PÚBLICA: Que asegure y optimice el desempeño del sector público
GESTIÓN ESTRATÉGICA: Sentido de misión, visión, orientación con valores,
proactiva, alineación de políticas públicas, presupuestos y acciones hacia objetivos
fundamentales de la sociedad.
Llevar a la práctica los planes, no quedarse en la formulación ni en la simulación.
GESTIÓN DE CALIDAD: Cambio de cultura / actitud centrada en el ciudadano y en
la generación de valor / mejora continua / orientación a resultados / impactos
conforme a demandas y expectativas del usuario - ciudadano. Trabajo en equipo,
revaloración de la importancia del momento de la prestación del servicio.
REORGANIZACIÓN DE LA ESTRUCTURA ADMINISTRATIVA: Bajo principios de
descentralización, alianzas horizontales, colaboración con los beneficiarios, mayor
autonomía del personal. Gestión que se guía con indicadores de desempeño del
personal, indicadores de productos e indicadores de resultados.
TRANSPARENCIA Y RENDICIÓN DE CUENTAS: Abrir la información al escrutinio
público y establecer formas concretas de rendición de cuentas
TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN: Uso de TIC’s para la
administración y provisión de servicios a los ciudadanos/usuarios.

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público y colectivo, teniendo en cuenta una relación con características de integración
y de interdependencia.
Gobernanza es el concepto de reciente difusión que designa la eficacia, calidad y buena
orientación de la intervención del Estado, que le proporciona al mismo la legitimidad en lo que
se define como una "nueva forma de gobernar." La gobernabilidad es la manera en que se
implementen las acciones dentro del sistema de gobernanza establecido, definiéndose como
un estilo de gobierno caracterizado por un mayor grado de cooperación e interacción entre el
Estado y los actores sociales. El concepto se enmarca en el ámbito de "la capacidad de
gobierno". La calidad de la gobernabilidad está basada en el grado de desarrollo institucional
de la gobernanza que hay en una sociedad. Un sistema es gobernable cuando está
estructurado socio-políticamente de modo tal que todos los actores estratégicos se
interrelacionan y resuelven sus conflictos conforme a un sistema de reglas y de
procedimientos dentro del cual formulan sus expectativas y estrategias.
Toda sociedad, en cualquier época, tiene sus procesos de gobernabilidad y gobernanza. La
gobernabilidad y gobernanza surgen frente a conflictividades presentes o futuras. No hay
modelo universal de gobernabilidad o de gobernanza. Estos procesos pueden descomponerse
en elementos constitutivos y pueden ser estudiados o construidos con una metodología
adecuada.
Para el Estado y las organizaciones públicas, privadas y sociales la Gobernanza implica
desarrollar nuevas competencias y talentos tanto en una perspectiva integral como en una
perspectiva sectorial.
RESUMEN
La función y gestión de los asuntos públicos de cualquier país, es un valor social que requiere
necesariamente que se involucren todos los sectores de la sociedad para alcanzar el
desarrollo “deseado”. La única forma de cambiar el errático desempeño gubernamental, es
que los gobiernos adopten una nueva forma de gestión de la administración pública que
permita la participación de todos los agentes en la toma de decisiones, la prestación de
servicios públicos de calidad, ágiles y confiables; rendir cuentas de manera efectiva y
transparente; seguridad y justicia; y en general que atienda y resuelva los temas medulares y
conduzca al país hacia mejores estadios de desarrollo.
El buen gobierno depende de la confianza pública. Los ciudadanos esperan que los
funcionarios públicos sirvan a los intereses del ciudadano con equidad y manejen los recursos
públicos en forma adecuada diariamente. La Gobernanza se presenta como la forma de
gestión a adoptar por parte de los Estados modernos para atender esta realidad.
Hay que recordar que Joan Prats, respecto a la Gobernanza mencionó: La eficacia y
legitimidad del actuar público se fundamenta en la calidad de la interacción entre los
distintos niveles de gobierno y entre éstos y las organizaciones empresariales y de la
sociedad civil.

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La gobernanza se define como un proceso de coordinación de actores, de grupos
sociales, de instituciones, con el ánimo de alcanzar objetivos definidos y discutidos
colectivamente. La gobernanza se refiere, entonces, a un conjunto de instituciones, de
redes, de directivas, de reglamentos, de normas, de usos políticos y sociales, así como
a actores públicos y privados que contribuyen a las estabilidad de una sociedad y de un
régimen político, a su orientación, a la capacidad de dirigir y de proporcionar los
servicios, y a asegurar su legitimidad (Patrick Le Galés, 2009).
El término gobernanza puede ser utilizado en diferentes contextos, como por ejemplo
gobernanza corporativa, gobernanza internacional, gobernanza nacional y gobernanza
local. Es relevante como concepto y marco analítico para entender y afrontar los
procesos, retos y perspectivas de las sociedades actuales. Su carácter dinámico y
multidimensional tiene una influencia no sólo en el ámbito académico y profesional, sino
también en los arreglos y actividades de la vida pública en general: En el primero, motiva
esfuerzos para una mejor conceptualización, y su uso como una herramienta de análisis (o de
estrategias de cambio) en cuanto a situaciones, experiencias e impactos tangibles que viven
los actores sociales. En el terreno de la acción colectiva, en cambio, puede convertirse en un
parámetro orientador para diagnosticar, evaluar e incidir en aspectos prácticos que implican a
distintas esferas sociales (bienestar, salud, justicia, cultura, educación, ciencia, entre otros).
En definitiva, apoyarse en ella conlleva una elaboración teórica, así como un impacto en las
ideas, valores, comportamientos, instituciones y organizaciones de una sociedad.
En el plano conceptual, la gobernanza se considera básicamente como una noción
compleja y procesual que conecta dos características analíticas: actores y modos de
dirección, dando como resultado marcos o arreglos específicos (jerarquías, mercados,
redes y comunidades). Los usos teóricos y empíricos de este concepto, se ligan
principalmente a disciplinas como la ciencia política y el análisis de política pública. La
gobernanza –por mucho tiempo equiparada a gobierno, y usada como referente de la
dirección corporativa de las empresas– pasó a valorarse como un tamiz esencial para estudiar
la dinámica y organización políticas de los Estados (y sus gobiernos). No obstante, su vínculo
fuerte con procesos decisorios, diseños institucionales, capacidades regulatorias, de gestión y
negociación en entidades colectivas de distinta índole, condujo a una amplia contribución y
estima de ella en el campo y los estudios de lo organizacional en un sentido amplio (que
incluyen lo público, lo privado y sus interacciones).
En términos del campo organizacional, la gobernanza emerge como un componente
significativo para el análisis de, e incidencia en, los sistemas, políticas, programas,
planes, iniciativas y la integración de esos procesos en una dirección o gestión
determinada. Sostener esto no implica asegurar anticipadamente que toda gobernanza tenga
un sentido positivo o benéfico. Por el contrario, lo más probable es que su situación inicial no
sea lo más satisfactoria o deseable para los que se ven afectados por ella, y que incluso esté
plagada de dificultades, distorsiones e involuciones que requieran ser atendidas y abatidas.

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La propuesta de una buena gobernanza, debe ser entendida como una herramienta de
cambio, de gestión transformadora (alternativa, innovadora y progresista), que sirva para
examinar la situación, evolución y tendencias de las organizaciones (públicas, sociales o
privadas), y para mejorar la gestión gubernamental u organizacional que permita apertura,
inclusión y empoderamiento de los diferentes actores en el proceso de decisiones tendientes
a la formulación, ejecución y evaluación de las directrices económicas, políticas, sociales y
administrativas de un gobierno o de una organización.
Glosario:
Gobernanza: La mayoría coincide en que el componente central de la gobernanza es la
adopción de decisiones (Instituto de Gobernabilidad 2009). De acuerdo con diversos autores e
Instituciones, Gobernanza se considera:
• Luis F. Aguilar: Es el proceso de dirección de la sociedad en el que la
definición de los objetivos y de las acciones y formas de organización para
realizarlos ya NO es obra exclusiva del gobierno como director único o
dominante, capaz de subordinar a actores clave y disuadir a opositores o
críticos. Sino más bien es el proceso de dirección de la sociedad que es
producto y obra de la interacción, interdependencia y asociación entre el
gobierno y los ciudadanos, entre gobierno y las organizaciones económicas y
sociales públicas y privadas.
• Fasen-fest: es “el conjunto de decisiones y procesos que reflejan las
expectativas sociales a través de la gestión o liderazgo del gobierno (…)”.
• Kooiman: La gobernanza en las sociedades modernas es una mezcla de todo
tipo de esfuerzos de gobierno por todo tipo de actores socio-políticos, públicos y
privados; que ocurren entre ellos a niveles diferentes, en diferentes modos y
órdenes de gobernanza. Estas mezclas son "respuestas" sociales a las
"demandas" persistentes y cambiantes, en el contexto de una cada vez mayor
diversidad social, dinámica y compleja.
• Comisión sobre Gobernanza Global: la gobernanza es: "la suma de las múltiples
maneras como los individuos y las instituciones, publicas y privadas, manejan sus
asuntos comunes. Es un proceso continuo mediante el que pueden acomodarse
intereses diversos y conflictivos y adoptarse alguna acción cooperativa. Incluye las
instituciones formales y los regímenes con poder para imponer obediencia, así
como arreglos informales que las personas y las instituciones han acordado"
• Banco Asiático de Desarrollo: ‘Gobernanza es la manera en que se ejerce el poder
en la administración de los recursos sociales y económicos para el desarrollo de un
país. Gobierno es la forma en que usan el poder quienes tienen poder...’.
• PNUD: ‘[Gobernabilidad es] el ejercicio de la autoridad política, económica y
administrativa en la gestión de los asuntos de un país en todos los planos. La

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gobernabilidad abarca los complejos mecanismos, procesos e instituciones por
conducto de los cuales los ciudadanos y los grupos expresan sus intereses, ejercen
funciones de mediación respecto de sus diferencias y ejercitan sus derechos y
obligaciones jurídicas’.
• CIVICUS: ‘La gobernanza participativa tiene que ver con facultar a las ciudadanas y
los ciudadanos para que participen en los procesos de adopción pública de decisiones
que afectan sus vidas’.
• OMS: “La gobernanza se refiere a las diferentes formas en que las organizaciones,
instituciones, empresas y gobiernos gestionan sus asuntos. La gobernanza es el acto
de gobernación, y por lo tanto implica la aplicación de leyes y reglamentos, así como
también de costumbres, pautas éticas y normas.”
Gobernabilidad: Dice Luis F. Aguilar: “Gobernabilidad denota la posibilidad o probabilidad
de que el gobierno gobierne a su sociedad, mientras su opuesto, ingobernabilidad, significa la
posibilidad o probabilidad de que el gobierno deje de gobernar a su sociedad, [o de que, en
definitiva] no la gobierne.”
Gobernación: Es la capacidad de control (o dominio) en la vida política que tiene una
sociedad sobre sí misma.
Gobierno: Es el cargo, autoridad o función definida formalmente para ejercer el poder (o
control) en la sociedad. Dice Jean Leca: “Gobernar es tomar decisiones, resolver conflictos,
producir bienes públicos, coordinar comportamientos privados, regular los mercados,
organizar las elecciones, recaudar los recursos, causar los gastos.”
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