1. Favorecer el hábito lector
"El hábito de leer y comprar libros se crea desde la infancia y por ello es recomendable
hacerse la siguiente pregunta: ¿cuántas veces al año ha visitado una librería usted con su
hijo?..."
Psicóloga: Neva Milicic
Los hábitos de lectura se forman en la niñez y leer es una forma privilegiada de insertarse en
el mundo y de habitar mundos diversos. Con motivo de la muerte de la premio Nobel Doris
Lessing, el 18 de noviembre del 2013, en el diario El País Alberto Manguel sostiene que: "Ser
lector es para Doris Lessing, una toma de poder, un acto revolucionario que nos permite
acceder a la memoria del mundo, a ser ciudadanos en el sentido más profundo de la palabra".
Lamentablemente los chilenos somos malos lectores, aunque la última encuesta sobre el tema
da cuenta de un ligero aumento en la lectura. El porcentaje de personas que habían leído al
menos un libro en el año subió de 41,4 en 2009 a 47,6 el año 2012. Pero aún los lectores
están en minoría. Los datos son de una encuesta que se aplica a mayores de quince años de
todo el país para conocer los hábitos culturales y artísticos de los chilenos.
La brecha por nivel socioeconómico es impactante. En el nivel ABC1 el 70,3 por ciento dijo
haber leído algún libro, en tanto que en el nivel E sólo el 29, 8 dijo haber leído durante 2012.
En un nueve por ciento de los hogares no hay libros y las bibliotecas familiares no superan, en
promedio, los 50 ejemplares. El hábito de leer y comprar libros se crea desde la infancia y por
ello es recomendable hacerse la siguiente pregunta: ¿cuántas veces al año ha visitado una
librería usted con su hijo?
Los niños se quejan de que los libros que les hacen leer en el colegio son muy aburridos y
poco comprensibles. La comprensión y la velocidad lectora explican de manera importante el
rendimiento escolar, y no hay ninguna manera de desarrollar estas dos áreas si no es leyendo.
Para favorecer en los niños el gusto por la lectura, hay que proponerles textos que les
interesen y dejarles un margen para escoger. Decía Daniel, un niño muy inteligente de sexto
básico, con problemas de rendimiento escolar debido a sus bajos niveles de comprensión
lectora:
"Me cargan los libros que me dan a leer en el colegio, llenos de nombres para memorizar y
sobre temas que no me interesan. Los únicos libros que me han gustado son el que me regaló
mi madrina ´Soy de la Unión´ y uno sobre leyendas de viajes que mi papá me dejó comprar
cuando lo acompañé a una librería". La madrina escogió el libro sabiendo que su ahijado era
fanático del fútbol y que era hincha de la Unión Española, por lo que iba a la segura con el
entretenido texto de Patricio Hidalgo. El papá tuvo la inteligencia de invitarlo a una librería y
dejarlo escoger. Ambos son ejemplos de empatía. Eso les permitió conectarse con lo que el
niño quería.
¿Ha visitado con su hijo alguna biblioteca?. El número de visitas a bibliotecas bajó del 23,8 por
ciento en 2005 a 18,2 por ciento en 2012. Es posible que en este descenso influya el que
muchos buenos lectores leen por E-book o en los tablets. En todo caso, visitar las bibliotecas
es un excelente panorama cultural, que favorece la lectura.