Woods, Thomas E. - Cómo la Iglesia construyó la Civilización Occidental [ocr]...
Historia de la Filosofía Antigua: Manual de epícteto, ensayo (rgy)
1. Manual de Epícteto
Rafael García Yeomans
El presente ensayo pretende reflexionar sobre las ideas expuestas en el manual de Epícteto,
además de marcar posturas en torno al texto.
Para poder entender el texto de Epícteto es indispensable identificar que el texto en casi su
totalidad, parece ser de un corte ético, orientado hacia la felicidad. Se puede entrever una
inclinación hacia la corriente filosófica llamada Estoicismo, esto pues el concepto de
libertad que se deja ver en el texto gira en torno a que la libertad consiste sólo en una
aceptación del propio destino, y este destino es el de vivir conforme a la naturaleza.
Partiendo de la premisa anterior se puede hacer un análisis y marcar posturas del texto en
cuestión. Epícteto comienza definiendo lo que está en nuestras posibilidades y afirma que
el juicio, el impulso, el deseo y la aversión son acciones nuestras y estas las cataloga como
las que dependen de nosotros. En cambio define como cosas que no dependen de nosotros,
el cuerpo, la riqueza, honras, puestos de mando.
Declara como un obstáculo para la felicidad el no aceptar que las cosas ajenas no son
propias y reduce a “fantasía perturbadora” toda acción que no siendo propia, se quisiese
adjudicar a nuestra libertad.
Sigue Epícteto definiendo los objetos de los deseos y aversiones y afirma que quien no
logra lo que desea es desafortunado, pero quien cae en lo que teme es desgraciado. Invita
inmediatamente a no tener aversión por las cosas que no dependen de nosotros y
recomienda que apliquemos la aversión a las cosas que dependen de nosotros. Después
invita a suprimir el deseo enteramente para las cosas que no dependen de nosotros. En este
punto es donde quizá difiera, pues a pesar de que la felicidad según los estoicos se centra en
la virtud, pareciera que en este texto se olvida la virtud de la esperanza, con la cual somos
capaces de esperar, aquello que pareciera no depender de nosotros.
Si esto fuera como lo explica Epícteto, entonces en mi parecer, la vida consistiría en una
resignación, por otro lado no me queda clara esa “ley natural” en la que se basa para hacer
todas estas afirmaciones.
Por otra parte coincido con la postura que recomienda ante realidades como la enfermedad,
la muerte o la pobreza, sin embargo la idea de un Dios providente y no lejano abre una gran
puerta a la esperanza.