1. De
la
exégesis
a
la
contextualización
E.deSendek-‐
S.
Gutiérrez
1/1
Apéndice: La ética estoica
El estoicismo, que surge en la antigüedad en Grecia y se desarrolla sobre todo en la Roma
imperial, es una de las doctrinas morales más importantes de la historia del pensamiento, y
seguramente la más popular (cuando decimos “hay que tomar las cosas con filosofía”, utilizamos
el término “filosofía” en el sentido de la filosofía estoica).
Para los estoicos el primer imperativo ético es vivir conforme a la naturaleza, lo cual equivale
a decir conforme a la razón, pues la naturaleza es racional, es un orden justo (no se trata de
vivir conforme a una naturaleza primitiva o instintiva, como hacían los cínicos, que llevaban una
vida incivilizada e indecente).
Como el orden universal es justo, la aceptación del destino se convierte en la actitud debida. El
hombre virtuoso es el que no se rebela contra el destino, el que acepta tranquilamente lo que le
pasa porque comprende que estaba determinado a pasar. … Ahí radica toda la dignidad y la
libertad del hombre: conocer el orden necesario del mundo y ser parte consciente del mismo.
Esta es la ventaja del sabio sobre el ignorante, lo que le da el estado de imperturbabilidad, que
es el estado de felicidad para los estoicos: que sabe que todo está determinado. …
Cabe plantearse, si todo está determinado, ¿qué pinta una ética? Todo obedece
necesariamente al destino, como hemos dicho, pero el hombre puede resistirse a él, porque la
razón del hombre puede extraviarse y oponer al bien universal un bien propio ficticio: salud,
riqueza, honor, etc. Lo ficticio, lo falso; esta es la especificidad de la naturaleza humana,
lo que la lleva a contrariar el orden universal. Observemos que la misma Razón que le permite
al hombre sobresalir en dignidad le puede también degradar.
La naturaleza humana, como parte congruente con el todo de la naturaleza cósmica, es la
norma de conducta, y toda tendencia natural es, por tanto, buena. Pero la naturaleza humana
puede desorientarse, proponiéndose aquel bien ficticio, y entonces surge la pasión (pathos).
Crisipo distingue cuatro tipos de pasiones:
-dolor, ante el mal presente
-temor, ante el mal futuro
-placer, ante el bien presente
-deseo, ante el bien futuro
Las pasiones separan al hombre de su felicidad y le hacen correr detrás de falsos bienes
materiales; a medida que el hombre se afana en la consecución de esos bienes materiales,
mayor es la necesidad (ficticia) de ellos. Frente a la pasión, la virtud consiste en el autodominio
y en la apatheia (impasibilidad).
. El desorden pasional proviene del error del juicio (de la inteligencia) y de una falsa opinión. La
razón es culpable de este falso juicio. … Si la pasión se origina, por tanto, es con el
asentimiento de la razón. Los estoicos intentan mostrar hasta qué punto las pasiones dependen
de nosotros. El mismo Crisipo habla del prejuicio que nos hace creer que es bueno y
apropiado entregarnos a la tristeza cuando muere un pariente.
Siendo un efecto causado por un mal juicio, la pasión debe ser corregida atajando éste. Los
estoicos pretenden apartar al individuo de las pasiones no por una resistencia -ascética- directa
a ellas, sino por una corrección del juicio mediante máximas o sentencias razonadas (y este es el
papel de la filosofía).
http://acacia.pntic.mec.es/~falvar4/estoica.htm