3. • EL INOCENTE:
• Este arquetipo no conoce la maldad,
desea experimentar el paraíso y
simplemente ser feliz.
• El arquetipo inocente se asocia con
grandeza, moralidad, simplicidad,
es altamente idealista.
4. • El Huérfano resulta de la
caída del Paraíso, tras la
pérdida de la inocencia el
mundo nos parece peligroso
d o n d e h a y v i l l a n o s y
obstáculos con los que
podemos tropezar. Debemos
m a n t e n e r n o s a s a l v o ,
sobrevivir y encontrar a
alguien que nos cuide porque
nosotros no podemos hacerlo
ya que nos vemos incapaces.
• El huérfano es
eminentemente una víctima
del mundo.
• EL HUÉRFANO:
5. • Su deseo principal es encontrar respuestas, la libertad de encontrarse a
sí mismo a través de la exploración del mundo. Su meta es experimentar
una vida mejor, más auténtica y satisfactoria. Tiene un compromiso para
ser honesto con él mismo y a no sacrificar su alma o subordinarla a otros.
• EL BUSCADOR:
6. • Este tipo de carácter es por lo
general representado como un
anciano, como aquella figura del
padre que utiliza su conocimiento
personal de la gente y del mundo
para ayudarse a contar historias y
ofrecer orientación, que de una
m a n e r a m í s t i c a , p u e d e
impresionar a su audiencia al
mostrar quienes son y en qué se
convertirán, actuando de este
modo como un mentor. Puede
aparecer de forma ocasional como
la figura del profesor de mente
distraída, perdiendo el control de
su entorno a causa de lo absorto de
sus pensamientos.
• EL SABIO:
7. • El Mago es el elemento que
continuamente transforma y
cura a nuestro yo interior
cuando las cosas se vuelven
demasiado rígidas. Actúa
c o m o u n a g e n t e d e
regeneración y renovación,
tanto para él mismo como
para los demás. Es la parte de
nuestro carácter que puede
integrar la parte oscura del
Huérfano y transformarla en
energía útil.
• EL MAGO:
8. • Éstos poseen valentía y altos ideales, están dispuestos a arriesgar sus
vidas para defender sus reinos y honrar y proteger a los débiles de
cualquier peligro. El Guerrero de nuestro interior nos llama a tener valor,
fuerza e integridad; la capacidad de tener metas y persistir en ellas y la
habilidad para luchar cuando haga falta en defensa propia o de los demás.
Demanda un alto nivel de compromiso de nuestra integridad y si es
necesario, viven luchando por sus principios y valores aún cuando tenga
un precio económico o social.
• EL GUERRERO:
9. • Altruista, compasivo y generoso. Esta subfaceta desarrolla un sentido
moral y de responsabilidad por el cuidado y bienestar de otros. Se preocupa
no sólo por las personas en sí, sino por el bien global de la humanidad. Tiene
la habilidad de sacrificarse por un bien mayor común.
• EL CUIDADOR:
10. • El creador nos ayuda a despertar la semilla de nuestra identidad genuina,
nuestro ser más profundo. Crea muchos proyectos e ideas, tiene la fuerza
de lanzar sin parar nuevas cosas, pero también muchas veces encuentra
su energía dispersa en demasiados sitios, convirtiéndose más en cargas e
insatisfacciones. El creador es nuestra potencia e iniciativa para sacar lo
mejor de nosotros mismos y convertirlo en realidad.
• EL CREADOR:
11. • El loco es el elemento de nuestro carácter que representa la multiplicidad
de la conciencia. Como el bufón de la corte, el Loco se ríe del rey y de
todos aquellos alrededor suyo, arrebatándoles el poder y haciendo que
las cosas pierdan su sentido rígido. El Loco nos enseña que la mayoría de
las veces sólo estamos expresando una de nuestras facetas o máscaras
de la lista de arquetipos, pero casi nunca nuestro yo verdadero. El Loco
es así la avanzadilla de este yo verdadero, nos enseña a reírnos de
nosotros mismos, a no tomar nada excesivamente en serio y nos muestra
el camino hacia donde encontrarnos realmente.
• EL LOCO:
12. • El dirigente se asocia con la creación del orden y el mantenimiento de
las reglas. Su función principal es la de organizar, poner paz, unificar
y armonizar su alrededor. Este subcarácter del ego es una especie de
Rey Arturo de la Mesa Redonda, siempre encargado de que todo este
en perfecto orden y estado.
• EL DIRIGENTE:
13. • Libre, individualista y algo hedonista. Estar al margen de lo establecido es
su premisa aparente. Su deseo principal es una venganza o una revolución.
Su meta es destruir y reinventar lo que no funciona.
• EL DESTRUCTOR:
14. • Romántico, idealista,
cualquier ser humano que
encara la vida como un
desafío, se arriesga a una
entrega sin medida. Se deja
seducir por la pasión. Ha
buscado y ha encontrado
una persona, una causa,
una actividad, y no ha
p o d i d o s u s t r a e r s e a l
torbellino de pasión con que
esa causa, esa persona, esa
actividad, le ha succionado.
• EL AMANTE: