La innovación es clave para el éxito de una empresa. Una empresa innovadora es aquella que ha introducido con éxito innovaciones en su modelo de negocio. La innovación permite a las empresas mejorar su posición competitiva y enfrentar los constantes cambios en el mercado, la tecnología y la competencia. Existen cuatro tipos principales de innovación: de producto, proceso, mercadotecnia y organizacional. Para lograr la innovación, las empresas deben acceder a fuentes de información y gestionar el conocimiento a través de la cooperación con otras ent
1. La innovación como la clave del éxito
Por:Rita P. Arenas.
¿Soy innovador? La respuesta a esta interrogante es concreta, una empresa innovadora es
una empresa que ha introducido una innovación (exitosa, en curso o abortada) dentro de su sistema
de negocio.
El mundo está en constante cambio, se generan nuevas necesidades cada vez más rápido, la
tecnología se renueva y la competencia crece día a día. Para hacer frente a estos cambios, la
innovación propicia a las empresas a mejorar o defender su posición competitiva. Con el objetivo de
mejorar sus resultados, incrementar las ventas, y mejorar sus procesos de operación, para así reducir
costes y lograr bajar los precios sin afectar negativamente la calidad de los bienes ofrecidos.
Todas las operaciones científicas, tecnológicas, organizativas, financieras y comerciales que
tienen por objeto conducir a la innovación son llamadas actividades innovadoras. En la tercera
edición de El Manual de Oslo se propone desarrollar estas actividades principalmente dentro cuatro
grandes grupos: las innovaciones de producto, de proceso, de mercadotecnia y organizacionales.
Una innovación de producto corresponde a las novedades en sus características o uso al que
está destinado, esta definición incluye la mejora significativa en las especificaciones técnicas,
componentes, materiales, informática integrada, facilidad de uso y otras cualidades funcionales. En
cambio en una innovación de proceso se implementan nuevas mejoras en los procesos de producción
o distribución, con el fin de reducir costes, mejorar la calidad y mejorar la eficiencia.
Las innovaciones de mercadotecnia, están orientadas a introducir cambios significativos en
el diseño, posicionamiento, promoción y precio de los productos, con el fin de aumentar las ventas
y ganar cuota de mercado, pero estos cambios no deben afectar la funcionalidad del bien o servicio.
Y finalmente la innovaciones organizacionales incluyen la implementación de nuevos métodos de
trabajo, estructura organizativa, capacidad de difusión y asimilamiento de los trabajadores, con el fin
de propiciar la creación de ventajas competitivas.
Para lograr la introducción de todos estos cambios es fundamental el acceso a las fuentes de
información y la gestión del vínculo con éstas. Estas fuentes pueden ser de libre acceso (sin restricción
de patentes), adquisiciones (tecnología, licencias, consultores) o cooperaciones entre empresas y
entidades para desarrollar innovaciones. Pero a pesar de tener buenas relaciones y acceso a la
información, la innovación no dará resultado si no se tiene un estructura organizativa que favorezca
el aprendizaje, y la gestión del conocimiento.
Por otra parte, las empresas deben también cuidar la difusión de su conocimiento adquirido,
que es muy importante, porque determina los efectos económicos de la innovación, midiendo su
valor en el mercado, por lo que es necesario saber cómo y a quien se comparte la información y
también la protección de su propiedad intelectual.
El entorno innovador no solo depende de la empresa, sino también de la infraestructura de
su medio y de la influencia de los programas gubernamentales destinados a fomentar la puesta en
común del conocimiento. Es por eso que la inversión en conocimiento por parte de las empresas y
del gobierno es un factor necesario para el desarrollo económico de las éstas y del país.
2. Sabemos que las decisiones de innovación están orientadas a la capacidad sostenible de la
empresa en el tiempo, por lo que es vital analizar en qué posición se encuentra el negocio frente a la
competencia, estar atento a los cambios en la demanda y saber hacia dónde se quiere dirigir.
Ahora, el factor económico es una determinante para la toma de decisiones, sin embargo,
existen varias salidas para los diferentes tamaños y tipos de empresas; los negocios pueden
desarrollar innovaciones por sí mismas, o adoptar innovaciones ya hechas. Así como decidir si
implementar una innovación radical, que genere grandes cambios, o una innovación progresiva, que
se alimente con el tiempo.
Para descubrir el camino que deben seguir para lograr el éxito con sus innovaciones, lo que
implica saber exactamente donde y cuando aplicar sus recursos; la encuesta será la brújula de las
empresas, su objetivo es reflejar la capacidad innovadora, orientar donde se deben aplicar cambios,
descubrir el impacto en los resultados y proporcionar indicadores que ayuden a medir las estrategias.
Según las guía para la recogida de datos sobre innovación de la OECD, el primer paso para
utilizar esta herramienta es determinar la unidad de observación (las empresas) de la cual se
extraerán las unidades estadísticas, que se pueden clasificar según su actividad económica principal,
según su tamaño por el número de empleados, en función al tipo de institución ya sea privada o
pública, y muchas otras clasificaciones que se aplicarán de acuerdo a la conveniencia del estudio.
Cualquier técnica de muestreo es válida, todo dependerá de la envergadura de cada empresa y del
intervalo de confianza que se desea en sus resultados, el cual estará dado en función al coeficiente
de variación. Es recomendable que el periodo de observación esté entre uno y tres años referidos al
último año de observación.
Después de este análisis muestral, la medición será la clave para monitorear el
funcionamiento de las actividades de innovación. Existe una variedad de indicadores que ayudarán a
medir el desempeño de las innovaciones y observar si se orientan hacia su objetivo o no. Uno de los
más útiles es determinar una fracción monetaria porcentual, como las ventas originadas por los
nuevos productos, o los gastos en innovación, ya sean corrientes o de capital. Otro indicador puede
ser la frecuencia de innovaciones propuestas en un periodo, o el desempeño de la gestión del
conocimiento, medida como un índice de capacitación de empleados o incluso el uso de las
tecnologías de información. También medir las variaciones en la cuota de mercado, en las cifras de
negocios y en la productividad es importante.
Estos valores reflejan los resultados de la innovación, y a medida que la empresa establezca
metas para cada indicador, orientadas a su enfoque estratégico, los resultados serán cada vez más
favorables, o por el contrario serán de mucha ayuda para resolver los obstáculos que se presenten
en el camino.
La innovación puede llevar al éxito si se tiene la actitud y las herramientas correctas; y una
vez alcanzado el objetivo, es necesario preguntarse ¿Ahora qué sigue?, y precisamente ese es el
momento indicado para orientarse hacia nuevos panoramas, pues la clave está en seguir innovando.