1. • Sacramento por el cual los hombres son convertidos en
obispos, sacerdotes, o diáconos.
• Leer 1 de Tim. 5, 17-22
2. Aumenta la amistad con Dios .
Imprime carácter o señal espiritual que distingue a los ministros
sagrados y obtiene las gracias necesarias para ejercer el sacramento.
3. El rito esencial del sacramento está constituido, para los tres grados, por la
“imposición de las manos” del Obispo sobre la cabeza del ordenado, así como una
“oración consagratoria específica” en la que se le pide a Dios “la efusión del Espíritu
Santo y de sus dones apropiados a cada ministerio, para el cual el candidato es
ordenado”.
4. Como todo sacramento, existen ritos complementarios
en la celebración. Así, al obispo y al presbítero se le
unge con el Santo Crisma, como signo de la unción
especial del Espíritu Santo que se hace fecundo en su
ministerio. Al obispo se le entrega el libro de los
Evangelios, el anillo, la mitra y el báculo. Al presbítero se
le entregan la patena y el cáliz, los Evangelios. Al
diácono se le entrega el libro de los Evangelios.
En las tres consagraciones, la unción significa la
consagración de la persona en su totalidad a Cristo y a la
Iglesia.
5. Son tres las funciones principales del sacerdote: predicación, celebración de los
sacramentos y gobierno pastoral.
Este sacramento lo pueden recibir todo cristiano que haya sido
bautizado, haya recibido el Cuerpo de Cristo y haya llevado a
cabo una preparación en un seminario en el cual les enseñan a
seguir fielmente la Palabra de Dios y a convertirse en pastores
del rebaño del Señor. A partir de entonces cuando llegue el
momento, si han llegado al punto de preparación óptimo,
recibirán el sacramento del Orden.