El documento describe los componentes del liderazgo ético organizacional, incluyendo la capacidad de tomar iniciativa, motivar a los trabajadores de manera ética, coordinar al grupo basándose en la confianza y establecer objetivos que buscan la prosperidad económica y el bien común. También destaca la importancia de anteponer el bien de la organización y el bien común por encima de los intereses propios, tratar a todos con justicia, honestidad y respeto, y colaborar dentro y fuera de la organización.