El documento describe cómo Jesús vivió su vida como un don de sí mismo a los demás y cómo en la Eucaristía y la Cruz se hizo un don total para generar comunión entre los creyentes. También explica que el don del Espíritu Santo en Pentecostés fue para establecer la comunión, y que el don de sí mismo y la comunión son aspectos fundamentales de Dios mismo y del catecismo católico.