LA EMPRESA ÉTICA
A partir de
GARCÍA MARZÁ, Domingo, Ética empresarial: Del diálogo a la confianza, Madrid, Trotta, 2004
Con el propósito de difundir a través de la web una propuesta de diseño de empresa ética y de facilitar una herramienta que permita evaluar los beneficios y ventajas de la empresa así concebida.
Presentación elaborada por Asunción Velilla
Modelo de convenio de pago con morosos del condominio (GENÉRICO).docx
ÉTICA EMPRESARIAL 1. Legitimidad: Un diseño institucional para la confianza
1. LA EMPRESA ÉTICA
1. LEGITIMIDAD
Un diseño institucional para la confianza
2. LA EMPRESA ÉTICA
A partir de
GARCÍA MARZÁ, Domingo, Ética empresarial: Del
diálogo a la confianza, Madrid, Trotta, 2004
Con el propósito de difundir a través de la web una propuesta de
diseño de empresa ética y de facilitar una herramienta que permita
evaluar los beneficios y ventajas de la empresa así concebida
Resumen crítico de la obra:
http://es.scribd.com/doc/117392925/Etica-empresarial-Del-dialogo-a-la-confianza
Presentación elaborada por Asunción Velilla
3. Objetivo
Proponer un modelo de empresa capaz de
generar, mantener y desarrollar recursos morales
como la confianza,
de otro modo:
Esbozar un nuevo diseño institucional para la
empresa sobre las bases de la ética aplicada.
4. ¿Qué son éticas aplicadas?
Parafraseando a:
CORTINA, Adela, Ética aplicada y democracia radical, Madrid,
Tecnos-2001, p 17
Éticas aplicadas: son aquellas éticas que tienen en común la
necesidad y el deseo de que en los distintos campos los
afectados por las decisiones tengan la posibilidad de tomar la
última palabra, y no solo la última palabra.
Nacen de la insatisfacción por la escasa participación en
asuntos que a todos afectan y que ha ido generando en la
vida social una multiplicidad de exigencias éticas, que se
plasman en el conjunto llamado éticas aplicadas.
5. Los diferentes actores de una empresa tienen un
conocimiento intuitivo de la misma, es decir, saben lo
que pueden esperar de la empresa, y de esta forma
disponen de una idea del diseño posible que facilita
contar con el acuerdo de las partes implicadas.
Cuando una empresa dispone de este acuerdo o apoyo
tiene credibilidad, está legitimada.
La legitimación es la plataforma sobre la que se
construyen relaciones de confianza.
6. Entendemos la confianza como un conocimiento de
índole moral porque sabemos, o creemos saber, cuál
será el comportamiento de una persona en una
determinada situación. En concreto, sabemos, o
creemos saber, que no actuará en contra de intereses
legítimos.
Es un saber fundamentado en la libertad y autonomía de
personas e instituciones que genera un derecho a
esperar lo confiado.
Así, una empresa como institución, en sus relaciones
contractuales o en sus productos, guarda relación directa
con las razones que avalan las expectativas depositadas
en ella.
7. Cómo averiguar el sentido de legitimidad desde:
1. El presupuesto de la empresa como una red
estructurada de actividades privadas. Donde el interés
propio mantiene la primacia como objetivo básico de la
empresa y la legitimidad se limita al valor económico
añadido.
2. El presupuesto de la empresa como un antagonismo
de intereses permitido y sostenido por el sistema
jurídico. Donde la legitimidad queda centrada en el
derecho como mecanismo básico para la intermediación
y suma de intereses particulares.
8. En los dos casos se niega la posibilidad de hablar de
intereses comunes o incluso, de intereses generales, más
allá de las reglas de mercado o de las normas legales o
jurídicas.
Las dos posiciones se mantienen dentro del mito de la
empresa amoral.
Y limitan la responsabilidad social de la empresa al ámbito
estricto de los beneficios económicos de los socios y los
accionistas y la racionalidad económica a la maximización de
estos beneficios. La empresa es cosa de uno y los demás
grupos implicados se encuentran fuera de la empresa.
O, incluye a los trabajadores o empleados y la empresa es
ámbito de dos intereses en juego.
9. Nuevos retos cambian estas perspectivas:
1. Reto de la calidad: exige considerar la percepción de los
clientes externos de la empresa ante los productos y/o
servicios que ofrece.
2. Reto de la responsabilidad ecológica: exige contemplar las
repercusiones medioambientales producto de la actividad y
gestión de la empresa y contemplar un nuevo grupo, la
sociedad en su conjunto.
3. Pensar en la sociedad en su conjunto exige pensar en las
generaciones futuras
4. Y exige pensar en los más desfavorecidos de la sociedad
global, no solo los próximos, también los lejanos, que han
cargado directamente con las consecuencias desintegrantes
del mito del eurocentrismo. Este último punto lo añadimos y
resaltamos nosotros, a la propuesta del autor.
10. De los nuevos retos:
1. Nace un concepto corporativo de empresa donde la estrategia
se une con mecanismos comunicativos como el respeto y la
sinceridad; donde la rentabilidad, la eficacia o la competitividad se
sustentan en aspectos como la confianza, la reputación o la
lealtad.
2. Se concibe la empresa como un juego de suma positiva, donde
todos ganan. El interés de la empresa como corporación es el de
la satisfacción de todos los intereses legítimos en juego.
3. La empresa se estructura como un complejo sistema de
relaciones de poder, de distribución de cargas y beneficios, de
redes de cooperación y conflicto
4. La empresa asume su constitución moral. No es posible la
empresa amoral, porque tiene un espacio propio de libertad, y es,
por lo tanto, responsable.
11. Desde la visión pluralista, corporativa y moral de la empresa
es posible abordar la pregunta por la legitimidad.
Entendemos legitimidad como la obligación que se deriva de
toda situación en la que se ejerce poder, y que exige obtener
una justificación.
A mayor libertad de elección respecto a dónde invertir, para
quién trabajar, con quién asociarse y dónde comprar bienes y
servicios, mayor autonomía. En consecuencia, mayor poder y
necesidad de legitimación, en el corto, medio y largo plazo.
Sin olvidar que estamos ante situaciones de dependencia,
donde los trabajadores necesitan del salario, los
consumidores se encuentran formados por los mecanismos
publicitarios, la contaminación es un mal planetario asociado
a la industrialización.
12. En téminos de expectativas, la legitimidad es fruto de la convicción
de que la estructura y funcionamiento de la empresa responde a
aquello que los interlocutores esperan de ella. De esta manera
entra en juego la motivación que vinculamos con las buenas
razones, pues a mayor legitimidad, menor necesidad de utilizar
mecanismos externos, como la coacción o la amenaza.
Conviene aclarar:
1. La convicción no es un mecanismo empírico sustentado en
razones psicológicas como la manipulación o el engaño, porque la
misma posibilidad de reconocer y denunciar el engaño y la
injusticia dan cuenta de que se asienta en una base cognitiva, con
una pretensión racional de validez que puede ser comprobada y
argumentada.
Frente a la identificación emocional, la dimensión ética posibilita
una identificación racional.
13. 2. Las razones en que se apoya la legitimación no se
reducen al beneficio económico, o incluyéndolo no se detiene
ahí. En sentido inverso podemos recordar como numerosas
empresas pierden credibilidad social y en consecuencia valor
por su actitud ante temas de responsabilidad social y
ecológica.
En consecuencia, no se debe confundir legalidad y
legitimidad. Una empresa puede cumplir las leyes y merecer
el calificativo de injusta o inmoral. Si bien el derecho es
condición necesaria, no es suficiente para respaldar la
legitimidad de la empresa.
Las razones económicas y legales no son suficientes para
hablar de confianza y legitimidad.
14. Existe un tercer nivel en la construcción de la legitimidad
empresarial
El nivel moral: hace referencia a expectativas que no se
dejan enclaustrar dentro del marco económico y legal y que
forman parte de las obligaciones que la empresa tiene con
sus grupos de interés: la apuesta por la calidad, la
empleabilidad, el cumplimiento de los derechos humanos en
terceros países, el respeto y mejora medioambiental. Es una
aplicación directa de los recursos morales con los que cuenta
la empresa.
Los tres niveles: económico, legal y moral se integran en la
gestión de la confianza en la que la empresa y sus
actividades deben mostrar en el día a día que proveen a la
sociedad de un valor no inferior del que la sociedad la ha
provisto.
15. Así como los niveles económico y legal son fáciles de
definir y los bienes generados fáciles de determinar y
contabilizar, el nivel moral no es suceptible de
contabilizar, al punto de que una gestión inadecuada del
recurso moral puede desembocar en una
instrumentalización del mismo, es decir, en un uso como
medio para otros niveles y no como fin en sí mismo.
En el nivel moral se localizan las bases éticas de la
confianza.
16. Presentación elaborada a partir del texto de GARCÍA
MARZÁ, Domingo, Ética empresarial: Del diálogo a la
confianza, Madrid, Trotta, 2004, pp 145-159
Resumen crítico de la obra:
http://es.scribd.com/doc/117392925/Etica-empresarial-Del-dialogo-a-la-confianza
Presentación elaborada por Asunción Velilla