La película cuenta la historia del duque de York que tartamudeaba y cómo un terapeuta del habla lo ayudó a superar su problema. El terapeuta determinó que el problema se originó a una edad temprana y sometió al duque a varios ejercicios como resolver trabalenguas, cantar y hablar con eco para mejorar su lenguaje. El origen del problema se debió a problemas de salud en su infancia como mala alimentación y problemas de diafragma.