El fútbol sala nació en Uruguay en 1930 y se expandió con el aumento de las zonas deportivas cubiertas. Se juega en una cancha de 40x20 metros con equipos de 5 jugadores. El objetivo es introducir el balón en la portería contraria utilizando técnicas individuales como el regate y pases colectivos como las paredes para generar oportunidades de gol.