El documento resume los principales puntos del ensayo "La Política como Profesión" de Max Weber. Weber define la política como la dirección o influencia sobre la dirección de un Estado, el cual se fundamenta en el monopolio legítimo de la violencia. Analiza las figuras del político y el funcionario, y distingue entre la ética de las convicciones y la ética de la responsabilidad. Concluye resaltando la vigencia del análisis weberiano sobre el poder y la legitimidad política.
Resumen Sobre El Pensamiento Politico De Marx
Jorge Luis Castro Lara, Escuela Libre de Ciencias Políticas y administracion publica de Oriente.
Xalapa, Ver.
Diapositivas de la exposición sobre los textos de Maurice Duverger, Douglas Rae y Arend Lijphart referidos a la influencia de los sistemas y leyes electorales.
Material presentado en abril del 2008 para el curso “Seminario de instituciones políticas comparadas" a cargo de Henry Pease y Rocío Verástegui en el Diplomado en Estudios Parlamentarios de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Resumen Sobre El Pensamiento Politico De Marx
Jorge Luis Castro Lara, Escuela Libre de Ciencias Políticas y administracion publica de Oriente.
Xalapa, Ver.
Diapositivas de la exposición sobre los textos de Maurice Duverger, Douglas Rae y Arend Lijphart referidos a la influencia de los sistemas y leyes electorales.
Material presentado en abril del 2008 para el curso “Seminario de instituciones políticas comparadas" a cargo de Henry Pease y Rocío Verástegui en el Diplomado en Estudios Parlamentarios de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Esta recopilación de textos sobre ética y educación recopila el pensameinto de autores como Carlos Molina Jiménez, Manuel Salazar Tetzaguic, Vicenta Telón Sajcabún, Miguel Martínez Martín, Adela Cortina, Felix García Moriyón, Adriano Rodríguez Ruiz y Lucía Marta Bellini.
De la hegemonía del sistema democrático representativo, a su aparente cuestio...Miguel Ángel Pardo B.
La relación entre democracia liberal y sistema económico neoliberal en Chile, ha sido asociada como el factor decisivo que le ha otorgado estabilidad al modelo de desarrollo nacional. No obstante, esta supuesta estabilidad encubriría la existencia de una profunda e histórica crisis de credibilidad y legitimidad, sea porque se ha conseguido con mínimos niveles de participación ciudadana, con prescindencia de ésta, o con una fuerte acción represiva, lo que ha decantado en un profundo malestar ciudadano, expresado tanto en una sostenida y creciente abstinencia electoral, como en la utilización, cada vez más común, de la manifestación y la protesta como mecanismos de participación y control de la gestión pública.
The relation between democracy and neoliberal economic system in Chile, has been associated as the deciding factor that has given stability to the national development model. This paper suggests that this alleged stability conceals the existence of a deep and historic crisis of credibility and legitimacy, either because it has been achieved with minimal levels of citizen participation, without of this, or with a strong repressive action. This has decanted in the profound unease of citizenship, expressed in a sustained and growing electoral abstinence, as in the increasingly common use of demonstration and protest as mechanisms of participation and control of public administration.
Democracia en chile. lecciones para la gobernabilidad edgardo boeninger-Miguel Ángel Pardo B.
Edgardo Boeninger nació en Santiago de Chile el 23 de agosto de 1925, falleciendo en la misma ciudad el 13 de septiembre de 2009.
Durante su vida se desarrolló como ingeniero civil, ingeniero comercial, académico y político chileno del Partido Demócrata Cristiano. Senador designado de la República por el periodo 1998-2006. Ministro Secretario General de la Presidencia durante la presidencia de Patricio Aylwin, entre 1990 y 1994. Rector de la Universidad de Chile desde 1969 a 1973.
Ya hacia sus últimos años de vida participaba como investigador de CIEPLAN (Corporación de Estudios para Latino América), en las áreas de trabajo de Modernización, Reforma y Perfeccionamiento del Sistema Electoral Chileno, Gobernabilidad Democrática en América Latina.
Modernidad latinoamericana. un análisis histórico de las particulares estruct...Miguel Ángel Pardo B.
El presente ensayo tiene por propósito indagar sobre las estructuras históricas de la modernidad de América Latina que configuran su posición periférica en el mercado-mundo. Para ello, y en un primer momento, se analizaran las características distintivas de la modernidad europea sustentadas en una doble dimensión: el proyecto de autonomía sociopolítico y control de la naturaleza y las cosas, manifestada en el desarrollo de una mentalidad económica, científica e intelectual sustentada en la racionalidad instrumental. En un segundo momento, se evaluará el singular carácter y trascendencia que esta doble dimensión de la modernidad tendrá en América Latina, cuya asimilación transitará desde la negación, la oposición parcial y la aceptación de los valores arquetípicos de la modernidad proveniente desde Europa y EE.UU.
Son compatibles la igualdad, la libertad y la democracia sí, pero no bajo el ...Miguel Ángel Pardo B.
El matemático y filósofo estadounidense David Schweikart, se pregunta ya al inicio de su obra: ¿cuál es la naturaleza de la desigualdad? Inmediatamente la cuestión se dirige a dilucidar si la democracia y sus valores –libertad e igualdad- son compatibles con el capitalismo, a lo que sentencia, y sin vacilación, que ambos sistemas son incompatibles, pues de esta relación surge una pequeña -pero poderosa- clase capitalista, que concentra la riqueza, hallando en ella la naturaleza de la desigualdad social, económica y política.
John Rawls, autor del artículo titulado “La justicia como equidad: política, no metafísica”, fue un filósofo-político liberal estadounidense, de los más connotados en la segunda mitad del siglo XX, cuya obra de mayor trascendencia -por su carácter multidisciplinar en las Ciencias Sociales- fue “Teoría de la Justicia” (1971), resultando ser un aporte contemporáneo innegable, tanto para el estudio y debate académico sobre conceptos como justicia, equidad y redistribución, como por el análisis crítico al paradigma liberal, fundamentalmente en lo que respecta a la política económica y al diseño de políticas públicas.
El presente informe de lectura abordará parte del sustento teórico del Liberalismo Moderno presente en la obra del economista austriaco, nacionalizado británico, Friederich von Hayek, titulado Los principios de un orden social liberal, quien destaca por sentar un cuerpo teórico-ideológico sobre el liberalismo desde el estudio de las Ciencias Sociales.
Sin lugar a duda, cuando el alemán-judío Hans Jonas, observa la ética propia de la modernidad, sobre la cual se sustenta nuestra edad contemporánea, lo hace desde el prisma eurocentrico, no escapando por tanto al juicio de los modernos pensadores -como Weber -, que sostienen la superioridad de la civilización occidental sobre cualquier otra, porque fue en ella donde la razón instrumental ilustrada, y la técnica aplicada al conocimiento de los fenómenos naturales –y luego sociales-, alcanzaron racionalización y sistematización en los saberes que hasta entonces se encontraban dispersos, lo que primó no sólo al interior de la actividad económica y científica, sino que permeó al interior de la sociedad como acción y modelo humano –paradigma-, y por tanto, como una nueva ética del hombre, y radicalmente distinta a la de los premodernos.
La obra del alemán Franz Hinkelammert, El Nihilismo al Desnudo , al que pertenece el apartado “Asesinato es suicidio: cortar la rama del árbol caído”, del que es motivo el presente informe, debe ser entendida desde la particular vida del autor, enmarcada desde su nacimiento por el ascenso y triunfo del Nacionalsocialismo alemán, del que como niño y más tarde como adulto, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial para Alemania, pudo hacerse una imagen particular de los sistemas fascistas y totalitarios, desde donde surge su recelo por el suicida heroísmo del nihilismo nietzscheano, propio del régimen nazi, que emula, a razón del autor, la ópera de Richard Wagner, “La Marcha de los Nibelungos”.
El Leviatán , obra del inglés Thomas Hobbes, publicada en 1661, forma parte del conjunto de tesis contractualistas clásicas (Grocio; Hobbes; Locke; Rousseau) . En ella, el autor enfatiza en la necesidad de crear un contrato social que permita alejar a los hombres del estado natural de guerra, a fin de establecer la paz entre estos, permitiendo poner término a un orden social marcado por la inseguridad y el conflicto - idea sustentadora del Estado Moderno-. En tal sentido, el Leviatán de Hobbes, resulta ser una analogía de la homónima y bíblica bestia marina legendaria, creatura masculina y femenina del dios de los hebreos, que es privada de procrear con su pareja, pues si lo hiciera, a juicio de Dios, no habría fuerza capaz en el mundo de oponérsele sin ser sometido por él, siendo esta, imagen alusiva a la República, como forma superior de organización política del orden social.
El proceso de racionalizacion moderno y sus efectos en el subsistema cultural .Miguel Ángel Pardo B.
El presente ensayo pretender hacer consideración de los efectos del proceso de racionalización moderno en las diversas dimensiones del ser humano –cultural y ético político-. En tal sentido, se analizaran los procesos de racionalización moderno, partiendo de la conceptualización y definición de lo que se entiende por modernidad, para luego reconocer sus elementos estructurales, como lo son el proyecto de autonomía colectiva e individual en el ámbito sociopolítico, y el de control de la naturaleza, cuyo dominio se alcanzara desde la racionalidad instrumental en el ámbito de la ciencia, tecnología y económica, claves para comprender el surgimiento y expansión del capitalismo, como también, de la acelerada e ininterrumpida modernización de Occidente.
¿Será que en Latinoamérica, la búsqueda por alcanzar formas liberales representativas que den respuesta a las demandas de nuevos actores sociales (como sucedió en las primeras décadas del s. XX), bajo formas Republicanas más o menos democráticas, la causante de las Revoluciones?
Alan Knight ofrece una perspectiva clara, dinámica e histórica, de las tradiciones democráticas y revolucionarias en Latinoamérica. Para ello, establece relaciones teóricas y prácticas entre democracias, tradiciones, y revoluciones, empleando para ello los marcos tempo-espaciales de cinco distintas vías seguidas: la social-demócrata en Uruguay y Costa Rica, el populismo revolucionario en México y Bolivia, el estatismo popular en la Argentina peronista, la revolución socialista cubana, y la reacción autoritaria en países como Brasil, Uruguay y Chile. Todas estas trayectorias divergentes intentan explicar las razones por las cuales se desbarató en la práctica la tradición liberal que acompaña a Latinoamérica por más de tres siglos de historia colonial.
El presente ensayo busca, sobre la base del capítulo VII, titulado “el cambio sociocultural”, de la obra de Guy Bajoit (2003) , definir las distintas vías por las cuales se accede al cambio social. En un segundo momento, y por cada vía analizada, se desentramarán distintos procesos de la historia de Chile referidos a los movimientos sociales finiseculares –s.XIX-, y algunos hechos a modo de ejemplificaran de mejor manera, las ideas centrales del capítulo.
El presente ensayo se encuentra circunscrito al tema de marginalidad, y sobre la base de la bibliografía sugerida, correspondiente al texto de Alicia Zizzardi: Pobreza, desigualdad social y ciudadanía, publicado en CLACSO –en formato digital-, del que se extraerá el articulo de Miguel Bazdresch: Educación y pobreza: una relación conflictiva, que servirá de fundamento para la construcción del escrito.
El conflicto entre clases sociales antagónicas fue visto como inminente durante el desarrollo de la Revolución Industrial, siendo a la vez -a juicio de Marx y Engels- inevitable. El Manifiesto del Partido Comunista desarrolla argumentativamente las reflexiones de los autores sobre el contexto europeo –segunda mitad s. XVIII y primera del s. XIX-, haciendo hincapié en la necesidad y validez de la confrontación entre dos fuerzas antagónicas; la burguesía, minoría poseedora del poder económico, político y cultural, a la que se opone el Proletariado, la gran mayoría, expoliada del fruto de su trabajo, y sometida a los primeros. La Revolución de los Proletariados, organizados como clase autoconsciente, unida a la expropiación de los medios de producción burgués, junto con la supresión de su Estado, resolvería el gran y ancestral problema de la economía, la desigualdad, raíz del conflicto social.
El ser humano ha logrado, a lo largo de su historia, adaptarse a las eventualidades que la naturaleza le presenta, utilizándola y modificándola según los distintos estadios técnico-tecnológicos alcanzados. No obstante, en esta época contemporánea en que la masividad de la especie humana ha extendido y concentrado su presencia por todo el globo terrestre, en urbes densamente habitadas, incrementando asimismo la demanda de bienes y servicios por la supervivencia -sin precedente en toda la historia-, conjugado con una economía que parece expandirse sin necesariamente alcanzar mayores niveles de desarrollo humano, ponen en duda tanto el actual modelo económico, como los distintos sistemas de vida asociados a él, incluido el sistema Tierra, al tiempo que compromete el desarrollo de las futuras generaciones.
El conjunto particular de tradiciones de los países Latinoamericanos han perfilado distintas vías democráticas y revolucionarias. La tradición democrática chilena vivió un intento cuasi revolucionario con el Gobierno de la Unidad Popular que terminó siendo rápidamente abortado, paradójicamente, por ajustarse a la tradición legalista y democrática chilena. Es la contrarrevolución burguesa, autoritaria, la que pone fin al gobierno constitucional de Salvador Allende, pronunciándose los militares golpistas hacia el 11 de septiembre de 1973 como una reacción legítima -según ellos-, a fin de conducir al país hacia sus verdaderos valores nacionales tradicionales.
La reconfiguración del poder a nivel planetario tras el término de la Guerra Fría, y la descomposición de la URSS como potencia proyectualmente alternativa al neoliberalismo estadounidense, puso fin al llamado periodo bipolar, otorgándole hegemonía a este último –unipolaridad-. No obstante, el siglo XXI marca el inicio de un panorama analítico más complejo en las estructuras de poder, por cuanto China, India, Japón, Rusia y la Unión Europea se agregan como potencias mundiales –multipolaridad-, si bien en desigualdad de recursos totales respecto a EE.UU., a un reparto significativo de influencias en distintas áreas del Globo, aunque aún determinado por el poder económico, militar –poder duro-, y los valores estadounidenses, a saber; una cultura globalmente atractiva y el ejemplo de su política interna y externa –poder blando-. En esta misma dirección, el presente siglo constata lo intrincado del sistema internacional con la presencia de potencias regionales o medianas potencias y que se han configurado conceptualmente en la década de 1970 (Bernal-Meza, 2009). En Latinoamérica destaca, por la concentración de recursos de poder, indiscutiblemente “(…) Brasil y, discutiblemente, Argentina, Chile, México y Venezuela (…)” (Haass, 2008, p.67), con cantidades relativas de recursos. Tal posición chilena, de incertidumbre en el análisis de Haass (2008), será tentativamente analizada en el desarrollo del presente ensayo bajo la pregunta, ¿es Chile una potencia regional? Asimismo, por la brevedad del escrito, no se analizará el resto de las discutiblemente potencias latinoamericanas aludidas, yendo cualquier acercamiento a éstas en función de resolver la posición potencial de Chile en la región.
Crecimiento económico y desarrollo humano ampliando los límites conceptuales...Miguel Ángel Pardo B.
El presente ensayo pretende acentuar, desde la teoría, la crítica sobre la necesidad de incorporar el concepto de Desarrollo Humano en los contenidos curriculares del programa diferenciado de Historia y Ciencias Sociales, como concepto promotor y sustentador de libertad, igualdad y justicia social, valores que se han intentado alcanzar desde la relación simbiótica entre Democracia Liberal y Economía Neoliberal, instalando esta última un supuesto vinculo automático entre la ampliación del ingreso y la ampliación de opciones humanas. El paradigma del desarrollo humano lleva un importante servicio al cuestionar dicho supuesto .
El presente ensayo analiza la situación soberana del Estado de Costa Rica, usando para ello los cuatro significados que Stephen Krasner deriva del concepto soberanía: interna, interdependiente, legal internacional y westfaliana, los que se ajustarán a distintas variables, internos-externos, en los ámbitos económico, político y social, a fin de alcanzar una perspectiva general de la soberanía costarricense contemporánea.
La política exterior chilena, durante la gestión de la ex presidente Michelle Bachellet, tuvo como objetivos estratégicos continuar con el legado de sus antecesores (Aylwin, Frei, Lagos), encaminado hacia el fortalecimiento del comercio a través de un regionalismo abierto , el multilateralismo, y como aspecto característico de su gestión, la integración de Chile en América Latina. No obstante, el término de su mandato, y el triunfo electoral de la Coalición por el Cambio –la derecha chilena-, que consiguió por primera vez consagrar a uno de sus abanderados, Sebastián Piñera, como Presidente de Chile, plantea como interrogante, al tiempo que se convierte en el problema del presente ensayo, si el actual gobierno continuará en la senda de profundizar los avances que en materia de política exterior hacia Latinoamérica resultaron estratégicamente exitosos durante la gestión de Michelle Bachelet, o si seguirá nuevo curso a fin de distanciarse de ella.
1. MAX WEBER: LA POLÍTICA COMO PROFESIÓN.
-Miguel Ángel Pardo B.-
Las conferencias que Max Weber dio a sus contemporáneos, y que luego serían
publicadas bajo los títulos de “La Ciencia como Profesión” y “La Política como Profesión”
-este último objeto del presente informe de lectura-, forman parte de un conjunto de ideas
que el autor maduró antes del fin de la Primera Guerra Mundial (1918), y que alcanzaron
notoriedad pública sólo una vez acabada la Gran Guerra, siendo contextualizadas por
Weber a razón del particular momento histórico que vivía la Alemania de postguerra.
El estudio de Weber se dirige hacia cómo resolver el conflicto social. La sociología
comprensiva weberiana argumenta que para explicar los distintos fenómenos sociales se
hace necesario comprender los diversos factores asociados a dichos fenómenos, enfatizando
el rol que cumplen las ideas al interior de las sociedades, rechazando en tal sentido los
determinismos monocausales. Por tanto, el análisis de Weber ajusta su mirada en los
procesos de racionalización, desde donde circunscribe la función del Estado, la política, del
funcionario profesional (burócrata), y la ética de la responsabilidad del político por
vocación –o profesión, según sea la traducción del texto en español-, que es el motivo del
presente informe de lectura.
El autor de La Política como Profesión, pregunta desde un comienzo ¿Qué es lo que
entendemos por política? Responde, sin mayor tramitación, que la política es cualquier
género de actividad directiva humana, y que por ella debe entenderse solamente la
dirección o la influencia sobre la dirección de una asociación política, es decir, en nuestro
tiempo, de un Estado, sosteniendo asimismo, que todo Estado se funda en la violencia, y si
bien, no es el único medio, sí es su medio específico1.
1
En el Leviatán, Thomas Hobbes sostiene que tal situación de beligerancia entre hombres, producto del temor o
inseguridad que los empuja a la riña, sólo concluiría en la medida en que exista un poder común, capaz de obligar y poner
fin al estado de naturaleza de los hombres, expropiando y monopolizando las fuerzas mismas de los individuos,
1
2. La Política, a juicio de Weber, supone la aspiración a participar o de influir en la
distribución del poder entre los distintos Estados o dentro de un mismo Estado, entre los
distintos grupos de hombres que lo comparten. De ello el autor expresa que quien hace
política aspira al poder como medio, un recurso que faculta la obtención de otros fines, sean
estos idealistas o egoístas, o a la obtención del poder por el poder, es decir, como un fin en
sí mismo2.
No muy lejos de los contractualistas clásicos de la teoría política moderna (Hobbes,
Locke y Rousseau), Weber expresa que el Estado es una dominación de hombres sobre
hombres3, y que se propone bajo tres modelos: La costumbre, sustentada en la tradición y la
historia de los pueblos, constituyéndose como dominación incuestionable; la autoridad de la
gracia personal, que es donde sitúa a los líderes políticos carismáticos, y que puede resultar
en un dominio inestable si el líder desaparece o no cumple con las expectativas del pueblo;
y la legitimidad, que funda su dominio en la validez del derecho positivo, legalidad que en
tal sentido se basa en la norma racional que reconocemos como Estado de derecho.
Resulta importante el concepto de dominación en las ideas de Weber, no debiendo
ser entendido como la imposición de la voluntad de uno(s) sobre otro(s) basado en los
recursos de poder, sino más bien, como el libre consentimiento de los hombres sustentado
en la obediencia, porque si bien, el mismo Weber reconoce que la coacción puede
amedrentar y doblegar la libre voluntad de los hombres, este no consigue la obediencia para
siempre, y mucho menos, asegura legitimidad. Lo importante para el autor es la aceptación
de la dominación, el manifiesto consentimiento libre y obediente.
El Estado moderno nace, a juicio de Weber -y como ya se ha adelantado-, del
dominio de hombres sobre hombres, constituyéndose como organización humana con
carácter institucional, reservando con éxito el monopolio de la violencia física legítima al
empleando legal y legítimamente la violencia, y constituyendo, por tanto, un nuevo estado entre los hombres, el Estado
Civil, que aseguraría la conservación de las fuerzas e inventiva de los hombres en beneficio de su propio bienestar o
industria. Ver: Thomas Hobbes, Leviatán (Madrid, España: Editorial Nacional, 1979) 222-268.
2
Max Weber, La Política como Profesión, 95.
3
Ibid., 95.
2
3. interior de un territorio. El dominio, en tal sentido, no sólo se refugia en la legalidad, sino
en la sanción coercitiva de ella, pero no se reduce exclusivamente a la violencia, sino a la
expropiación de todos los medios, instituciones, fuerzas o poderes que rivalicen con el
poder legítimamente establecido, sustituyéndolos por los que más convenientes resulten a
él. Es así que la figura del funcionario ocupa un lugar relevante en la administración del
Estado, pues sustituye a las antiguas fuerzas y poderes expropiados por el Estado moderno.
La transformación de la política en una empresa, es decir, la organización exclusiva
y racional de la propiedad, de los recursos materiales y administrativos por el Estado,
determinó la división de los funcionarios públicos en dos categorías bien distintas: los
funcionarios políticos y los funcionarios profesionales. De estos, Weber se preocupara por
los últimos, pues los funcionarios políticos pueden ser transferidos o removidos de su cargo
en cualquier momento. Por otro lado, el funcionario profesional (burócrata), sería aquel que
no se inmiscuye en política, sino que limita si labor a la administración imparcial de sus
tareas asignadas.
En cuanto a los políticos, sean aquellos que detentan el poder político del Estado,
los funcionarios políticos a cargo de estos, o los partidarios que aspiran a gozar del poder,
Weber reconoce tres cualidades decisivamente importantes para estos: la pasión, entendida
como la dedicación; sentido de la responsabilidad, referido a la acción orientada en servicio
de una causa; y criterio, como la capacidad de saber guardar distancia con los hombres y las
cosas. Así, como se presentan cualidades, a juicio del autor, la peor amenaza a ellas es la
vanidad, que debe ser combatida con la laboriosa práctica de las tres cualidades o virtudes
de un político. De no ser vencida, la vanidad, conduciría a dos grandes pecados: la ausencia
de finalidades objetivas, y la falta de responsabilidad. La falta de objetividad inclinaría al
político hacia la mera satisfacción de los beneficios del poder, y la irresponsabilidad, hacia
el goce del poder por el poder, ausente por tanto de un objetivo concreto que justifique su
posición de dominio sobre hombres4.
4
Max Weber, La Política como Profesión, 145-148.
3
4. Ya hacia el final del texto, Max Weber se pregunta: ¿Cuán lejana resulta la ética a la
actividad política, entendiendo que el ejercicio del poder contiene en sí mismo la coerción
como medio sustentador de dominio y de resolución del conflicto al interior de las
sociedad?5 Para el autor, la ética tiene que ver, al igual que la política, con los modos de
vida avecindados en la historia y tiempo de cada sociedad, no obstante no deben
confundirse los valores éticos con los valores políticos, entendiendo que la ética apela a la
conducta individual, mientras que la política tiene afán por los asuntos colectivos o
públicos.
De la relación entre ética y política, Weber distingue dos tipos de ética asociadas a
la actividad política: la ética de las convicciones, a la que cataloga como una ética absoluta,
muy asociada según el autor a las doctrinas religiosas, y que encuentra tal calificativo del
irrestricto seguimiento de principios, valores y creencias, sin medir las consecuencias
asociadas a dicho seguimiento. Por otro lado, se encuentra la ética de la responsabilidad,
hacia la cual debiera orientarse el político por vocación profesional, quien acentúa su
práctica en las posibles consecuencias referidas a su acción o decisión, anteponiendo evitar
un mal mayor asociado a una deficiente gestión personal, a seguir ciegamente sus
principios. Lo anterior no quiere decir que la ética de la convicción sea innecesaria para el
político, comprendiendo que ningún hombre prescinde de principios, valores y
convicciones, sino que ella debe orientada por la razón objetiva, pues ambas éticas
confluirían y serían necesarias para la formación vocacional y profesional del político.
La singularidad de todos los problemas éticos de la política está determinada sola y
exclusivamente por su medio específico, la violencia legítima en manos de las asociaciones
humanas. Por ello la atención que dedica Weber a resolver cual ética –de las convicciones o
de la responsabilidad- es la más adecuada para la actividad de los políticos, reconociendo
que el dominio de hombres sobre hombres persigue la obediencia como evidencia de la
legitimidad de la actividad política, y no la sumisión del dominado bajo la amenaza de la
coacción física, o de un aparato administrativo (burocrático) que racionalice todos los
5
Max Weber, La Política como Profesión, 149-160.
4
5. aspectos de la vida humana, al extremo de limitar la libertad de los individuos o
comprometer la vida de estos.
Las experiencias que más tarde –tras la muerte de Weber- se vivieron bajo sistemas
totalitarios, como el nazismo alemán y el estalinismo en la Unión Soviética, dejaron en
evidencia no sólo uno de los mayores temores weberianos como lo fue “la Jaula de
Hierro”6, sino como ésta sirvió a líderes políticos guiados por la ética de las convicciones
absolutas, y cuan terriblemente desastroso resultó el uso de la violencia como medio para
conseguir fines que se creyeron legítimos, pero que sólo respondían a la voluntad idealista
de líderes políticos que nunca se responsabilizaron por las consecuencias de sus actos. En
tal sentido, para muchos de los lectores de Weber tras el fin de la Segunda Guerra Mundial,
las palabras del alemán resultaron prospectivamente ajustadas a las experiencias
acontecidas hacia el termino de la primera mitad del siglo XX.
La vigencia del texto de Weber es indiscutida, más aún cuando parece absorber
muchos de los actuales cuestionamientos sobre lo que representa y debe representar el
Estado y la política como actores resolutivos de los conflictos sociales. Su lectura resulta de
particular interés al momento de evaluar el presente escenario de desconfianza hacia el
sistema democrático liberal representativo y hacia todo aquello que parezca colindar con el
poder político, especialmente en la figura de los políticos, y en el uso institucionalizado de
la violencia por parte de la fuerza pública, permitiéndonos calibrar ideas y comentarios a
razón de evaluar con mayor lucidez el actual escenario político nacional y mundial.
6
¿Qué es la Jaula de Hierro? Es una sociedad radicalmente racionalizada bajo la forma de una burocracia, y si bien
sabemos hoy que esta fusión de las burocracias pública y privada se dio históricamente en los casos del
nacionalsocialismo y del socialismo soviético. Los niveles de horror que estas formas introdujeron a la memoria de los
hombres superan con mucho los peores pronósticos de Weber. En: Carlos Cousiño, “La Jaula de Hierro (acerca de Max
Weber)” Centro de Estudios Públicos: Nº 71 (invierno 1998 [citado el 05 de septiembre de 2011] CEP): disponible en:
http://www.cepchile.cl/dms/lang_1/doc_1860.html
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6. BIBLIOGRAFÍA
- Cousiño, Carlos. “La Jaula de Hierro (acerca de Max Weber)” Centro de Estudios
Públicos: Nº 71 (invierno 1998 [citado el 05 de septiembre de 2011] CEP):
disponible en: http://www.cepchile.cl/dms/lang_1/doc_1860.html
- Hobbes, Thomas, Leviatán. Madrid, España: Editorial Nacional, 1979.
- Weber, Max, La política como profesión. Madrid, España: Espasa Calpe, 2001.
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