Este documento describe la evaluación y tratamiento de alteraciones del lenguaje y la comunicación en niños. Explica que la evaluación incluye pruebas para determinar los déficits lingüísticos del niño. Luego, detalla diferentes enfoques de tratamiento para retrasos del lenguaje, disfasia, afasia y mutismo, incluyendo ejercicios de articulación, discriminación de sonidos, vocabulario y desarrollo pragmático. También enfatiza la importancia de crear un ambiente de motivación y juego durante la intervención.
3. LA ATENCIÓNEDUCATIVAAL ALUMNADO CON ALTERACIONES DE LA
COMUNICACIÓNY DEL LENGUAJE
Cuando un alumno llega al maestro de audición y lenguaje, remitido por el tutor, suele ser a
causa de las dificultades observadas en su elocución en el aula, pero sin saber claramente
qué es lo que ocurre en realidad.
El objetivo de nuestro trabajo es: permitir que el niño con algún tipo de trastorno en su
lenguaje, se integre pronto y de la mejor manera posible en el grupo de niños de su edad.
Recordemos que un déficit del lenguaje, es causa importante de frustración, tanto más
cuanto mayor es el niño, y va desarrollando su personalidad. Por tanto, la primera actuación
del especialista en Audición y Lenguaje va a ser llevar a cabo la evaluación de la conducta
lingüística del alumno, abarcando para ello todas las dimensiones y procesos del lenguaje.
Para ello, utilizará distintos procedimientos evaluativos diversos, siempre adecuados a las
posibilidades y características de los alumnos/as (tests, escalas de desarrollo, pruebas no
estandarizadas y la observación). Los resultados arrojados de dicha valoración determinarán
la intervención lingüística que se llevará a cabo.
4. Dirigiremos la atención, por un lado, a la actuación preventiva del MAL en el centro,
especialmente con los maestros de Educación Infantil (E.I.) y/o primeros niveles de
Educación Primaria (E.P.), que permite prever e identificar los problemas de lenguaje y habla
de forma temprana y llevar a cabo un tratamiento precoz. Por otra parte, nos centraremos
en la intervención logopédica propiamente dicha. Para ello, nos centraremos en la
intervención de los alumnos con retrasos en el lenguaje, con problemas de mutismo y que
presenten afasia.
INTERVENCIÓN EN LOS RETRASOS DEL LENGUAJE.
La gravedad del trastorno será el factor determinante para que el sujeto reciba o no
tratamiento específico. No obstante, dada la estrecha relación que existe entre retraso en
el desarrollo del lenguaje y las dificultades en el aprendizaje, es conveniente iniciar la
intervención lo más pronto posible. El objetivo será organizar el lenguaje del alumno
teniendo en cuenta los déficit lingüísticos observados y las alteraciones que a otros niveles
los acompañan:
“Los niños difásicos (DISFACIA: Trastorno o anomalía del lenguaje oral que consiste en una
falta de coordinación de las palabras y se produce a causa de una lesión cerebral.):
descripción y tratamiento”.
5. La intervención irá encaminada a crear en el niño la necesidad de comunicarse: en un
primer momento se buscará el interés lúdico que pueda despertar el lenguaje. Así, la
intervención irá dirigida al alumno por un lado, y por otro, el MAL deberá intervenir
asesorando a la familia y padres sobre cómo crear un clima adecuado para la
educación de estos alumnos:
Al alumno: se llevará a cabo con la finalidad de establecer repertorios básicos de
entrada, como son: capacidad de atención, imitación, memoria, coordinación motora,
organización del esquema corporal, desarrollo de la estructuras espacio-temporales,
para lo que se establecerán programas específicos según el aspecto a trabajar.
Posteriormente, la intervención se dirigirá a la reeducación del lenguaje, lo cual
comprenderá aspectos fonológicos (actividades articulatorias o de reconocimiento
de sonidos), semánticos (formación de familias de palabras), sintácticos (a través de
expansiones verbales) y pragmáticos (dramatizaciones).
La intervención irá encaminada a crear en el niño la necesidad de comunicarse. No se
realizarán en un primer momento ni ejercicios vocálicos ni de tipo logocinéticos, sino
que se buscará el interés lúdico que pueda despertar el lenguaje. Interesa más la
comunicación que la articulación.
6. Se empezará con palabras y objetos que tengan un significado real para el niño, pasando
poco a poco a aumentar su vocabulario y potenciar la expresión. Según se vaya progresando
en la comunicación, se pasará a un segundo momento en el que ya sí se trabajará la
articulación, la sintaxis y la correcta construcción gramatical. Margarita Nieto presenta
como sugerencias pedagógicas generales para el Retraso Simple del Lenguaje:
Educación del movimiento y por el movimiento: pues considera el movimiento corporal, la
educación psicomotriz y la expresión corporal como elementos básicos para la evolución
verbal.
Estimulación sensorio-motriz de los órganos de la articulación: que desarrollan la agilidad
de los órganos implicados en el habla.
Educación auditiva: porque el desarrollo de la audición es el punto de partida de los
procesos perceptivos que generan el lenguaje.
El cuento: que busca restablecer el equilibrio emocional del niño, ampliar su nivel verbal, y
formarles moral y culturalmente.
El juego verbal: que se basa en adivinanzas, refranes, trabalenguas.
En muchos casos el R.S.L. evolucionará espontáneamente hacia la normalidad sin necesidad
de tratamiento logopédico específico aunque los problemas de articulación no mejorarán sin
reeducación.
7. Practicar juegos de estimulación auditiva (bailes, canciones, ritmos.) con juegos
semejantes a los realizados con los hipoacúsicos.
Trabajar asociaciones verbales con dibujos, fotos u objetos reales.
Jugar a “contar” cosas: qué hace en el colegio, como son sus hermanos.
Asesoramiento a los padres: Se les dará información pertinente y adecuada sobre
el problema que el niño presente, se analizarán las conductas a modificar (por
sobreprotección, abandono, infantilismo) y se les formará en aquellas técnicas con
las que se pueda conseguir dicho cometido. Algunas orientaciones pueden ser, a modo
de ejemplo:
Dedicar un tiempo diario a hablar con el niño/a. Leerle cuentos.
No ser excesivamente correctores y dejar que se exprese libremente.
Asesoramiento a los profesores: el profesor de clase deberá evitar la marginación
del niño dentro del aula y propiciar su integración, además de desarrollar el
autoconcepto del sujeto, motivándole a participar en las actividades de aula,
reforzando las conductas positivas y estimulando su conducta lingüística.
8. INTERVENCIÓN EN LAS DISFASIAS.
El objetivo de esta intervención será organizar el lenguaje del alumno/a, teniendo en
cuenta los déficits lingüísticos observados y las alteraciones que a otros niveles le
acompañan.
El tratamiento tendrá dos finalidades principalmente:
El establecimiento de los repertorios básicos de entrada que el alumno no posee y
que son imprescindibles para el desarrollo del programa de reeducación, como son:
capacidad de atención, imitación, memoria, coordinación motora, organización del
esquema corporal, desarrollo de estructuras espacio-temporales. Para ello se
elaborará el programa específico para establecer cualquiera de estos requisitos
previos.
9. La reeducación del lenguaje comprenderá los siguientes aspectos:
Reeducación fonética: A modo de ejemplo se propone:
Actividades labio linguales. Se podrá trabajar la motricidad labio lingual con
ejercicios siempre inducidos por ritmo. Se puede utilizar un silbato y los
ejercicios pueden ser: meter y sacar la lengua, tocarse la nariz con la lengua.
Actividades de respiración y soplo, por ejemplo: inspirar por la nariz y espirar por
la boca, oler flores, soplar molinillos de viento, soplar diferentes partes de la
cara.
Actividades para la adquisición del sistema articulatorio, por ejemplo: realizar
movimientos de las vocales y consonantes pero sin voz.
Para el niño difásico que sea incapaz de llevar a cabo una realización articulatoria,
debemos utilizar un sistema alternativo de comunicación; lo importante es que el niño
se comunique. Este sistema lo emplearemos simplemente como ayuda. No es un
método sustitutivo. Lo vamos a utilizar como método facilitador del aprendizaje oral.
10. Reeducación fonológica. A modo de ejemplo se propone:
Actividades de discriminación de sonidos, por ejemplo: discriminar sonidos de
animales, discriminar ruidos del propio cuerpo.
Actividades de discriminación de fonemas en sílabas, por ejemplo: pa-ba, ta-da
Actividades de discriminación de fonemas en palabras, por ejemplo: pino-vino,
puente-fuente, con apoyo visual y sin él.
Reeducación sintáctica, se favorecerá la coordinación entre los diferentes
elementos sintácticos de las oraciones, la estructuración de oraciones, oraciones
subordinadas.
Esto se realizará mediante repetición de frases bien estructuradas, conversaciones
que giren en torno a hechos ocurridos en distintos momentos; presente, pasado y
futuro, expansiones verbales (se procurará que el alumno/a en sus respuestas vaya
ampliando la estructura del sintagma verbal).
Reeducación morfológica, se favorecerá los procesos de flexión (género, número,
persona. ), los procesos de derivación (sufijos, prefijos. ) y composición.
11. Reeducación semántica. Propondremos actividades como: Nombrar objetos y sus
características, establecer semejanzas y diferencias, formación de familias de
palabras, buscar sinónimos y antónimos, clasificación según un criterio dado.
Desarrollo pragmático: Es recomendable: Utilizar dramatizaciones de cuentos o de
situaciones de la vida real, en las que el alumno/a pueda asumir diferentes roles y
verbalizar sentimientos, emociones. Seguir el ritmo de un discurso e interactuar con
los otros.
Debemos tener en cuenta que la intervención del lenguaje debe hacerse siempre en
un ambiente de juego, espontaneidad y motivando al alumno/a para que ponga interés
en la ejecución de las tareas.
INTERVENCIÓN EN AFASIAS.
Afasia (Trastorno del lenguaje que se caracteriza por la incapacidad o la dificultad
de comunicarse mediante el habla, la escritura o la mímica y se debe a lesiones
cerebrales.)
12. Hemos de tener presente, que una lesión cerebral no necesariamente produce una forma
pura de afasia. La intervención de éstas partirá de una evaluación a través de la cual se
establecerá su naturaleza y la gravedad de la misma. Para dirigir la rehabilitación en
sujetos afásicos hemos de determinar qué proceso o procesos se encuentran dañados,
para incidir en todos ellos.
En primer lugar, decir que cualquiera que sea el tratamiento que se aplique se debe
tomar en consideración algunos principios generales:
Tratar de establecer una jerarquía de los objetivos para conseguir ir de lo más fácil
a lo más difícil y de manera muy escalonada. Ello evitará los sentimientos de
frustración ante tareas que no es capaz de realizar y favorecerá en cambio su
motivación.
Tratar de proporcionar al niño todo tipo de ayudas externas (dibujos, palabras,
fonemas, signos, etc.) que le faciliten la tarea, procurando que sean adecuadas a su
edad.
No dejar de practicar una actividad hasta que esté consolidada.
A grandes rasgos, vamos a diferenciar entre la intervención llevada a cabo en los
trastornos afásicos de predominio motor y en los de predominio perceptivo o sensorial.
13. INTERVENCIÓN DE LOS TRASTORNOSAFÁSICOS DE PREDOMINIO RECEPTIVO O
SENSORIAL.
El objetivo de la intervención será restablecer la correcta percepción de los sonidos y la
comprensión acústica del lenguaje. Antes de elaborar un programa, es importante
averiguar si el alumno conserva las habilidades lectoras, ya que el lenguaje escrito puede
ser una buena ayuda para recuperar el lenguaje oral.
Cuando en estos alumnos se da una alteración en el reconocimiento de fonemas, tanto
aislados como incluidos en palabras, siguiendo el principio de jerarquía señalado, se
puede comenzar por sonidos aislados bien articulados y pronunciados frente al niño, para
que además, pueda ayudarse de la lectura labial. En niños más graves se puede hacer uso,
incluso, de la palabra complementada. Pero en cualquier caso, se debe comenzar por los
sonidos más visibles y dejar para el final los más ocultos.
De la misma manera, cuando se usan pares de fonemas para la discriminación, se debe
comenzar por dos muy distintos desde el punto de vista fonético. Por ejemplo: comenzar
por pares que se diferencien en punto y modo de articulación, para pasar, luego, a sólo
punto o sólo modo.
14. Es importante el feedback inmediato; si lo hace bien, como refuerzo y si lo hace mal,
para que lo intente de nuevo. A medida que el niño va identificando los fonemas,
podemos pasar a combinar los en palabras cortas pronunciadas con mucha claridad y
muy despacio. Poco a poco se va eliminando la ayuda externa y se le va hablando a un
ritmo cada vez más normal.
Si nos encontramos con una dificultad para acceder al significado de las palabras, el
objetivo será establecer la conexión entre la forma fonológica y su significado: es
recomendable que asocien las palabras a dibujos, con la intención de asociar la forma
verbal con la imagen visual a la que representa.
El proceder sería pronunciar las palabras a la vez que se presentan los dibujos, hasta
crear el vínculo significado-significante.
Ante la agnosia fonológica, los ejercicios más adecuados están basados en la
repetición. Conviene comenzar por la repetición de fonemas simples, hasta pasar a
los más complejos. Después, a la combinación de dos fonemas (CV, VC), de tres (CVC,
CCV) e ir aumentando progresivamente la longitud y complejidad.
15. Un buen método es utilizar palabras que el niño pueda repetir con facilidad y cambiarle uno de
los fonemas, para convertirla en una pseudopalabra.
En la agnosia semántica (o afasia semántica) se encuentra quizás la mayor problemática debido a
que no se conoce bien su organización y funcionamiento.
Podemos tomar como base para iniciar al tratamiento considerar el sistema semántico como una
organización por categorías y comenzar por los aspectos más generales y avanzar hasta los más
particulares. El tratamiento comienza por enseñar al niño rasgos genéricos, compartidos por
todos los miembros de una categoría, para pasar luego a detalles de cada elemento.
INTERVENCIÓNDE LOS TRASTORNOS AFÁSICOS DE PREDOMINIOMOTOR.
Conviene señalar que este tipo de afasia presenta principalmente alteraciones motrices de
incoordinación articulatoria, por lo que podría considerarse más un trastorno de habla que de
lenguaje. No obstante, puesto que se ven afectadas zonas cerebrales, pueden dar lugar a
trastornos sobre los procesos de codificación lingüística. A modo general, suele ser habitual que
estos sujetos presenten: supresión total del lenguaje, problemas articulatorios,
agramaticalismos y/o desorganización de los componentes de la frase. Proponemos las siguientes
medidas:
16. Técnicas correctivas para el desbloqueo del lenguaje: Para esto, usaremos el
lenguaje más automatizado y consolidado del sujeto, como las series aprendidas de
memoria (estaciones, meses...), además de palabras con contenido emocional para el
niño (aficiones). Así, por ejemplo, el alumno, al unísono del educador, va nombrando
series de palabras, se cantarán o recitarán poesías.
Para la apraxia verbal, se recomienda empezar por los fonemas más fáciles de
articular: las vocales antes que las consonantes.
Con estos ejercicios se busca la producción espontánea de algunos sonidos: después,
abordaremos la rehabilitación de la articulación y la construcción de frases.
Técnicas para la articulación, su objetivo es alcanzar la correcta emisión fonética.
Cuando existen dificultades a nivel de producción de fonemas, esto es, comete
errores de sustitución, omisión, etc. conviene hacer tareas en las que tenga que
pronunciarlos, ya sea de manera aislada o dentro de palabras, tales como repetición,
lectura, denominación.
17. Se debe empezar por palabras cortas y sencillas y avanzar hacia las largas y de difícil
pronunciación, hasta terminar con trabalenguas. De manera paralela, se trabajará la
articulación defectuosa con ejercicios de praxias.
Ejercicios de construcción de frases (deben iniciarse cuando el sujeto posea cierta fluidez
en su articulación). Las actividades consistirán en un primer momento en construir el final de
una frase (tareas cloze) con apoyo gráfico y, después, sólo de manera oral. Una vez las
realiza con soltura, se pasa a la construcción de frases a partir de un verbo. Se inicia con
apoyo de imágenes y el educador emite la forma verbal, que el niño deberá repetir. A
continuación, se le ayudará estableciendo relaciones del tipo: ¿quién come?, ¿qué come?
Se van ampliando los componentes de la frase y se van ordenando correctamente.
INTERVENCIÓN DE LA ANOMIA.
Los procedimientos que se han venido usando han sido la repetición de la palabra que el
sujeto no consigue emitir, ayudándose de claves fonológicas (por ejemplo, dándole el primer
fonema o sílaba). Pero estas técnicas no aseguran una recuperación duradera y, obviamente,
el objetivo tiene que ser conseguir efectos a largo plazo.
18. En la anomia semántica, el niño no sólo tiene problemas con la recuperación léxica,
sino, también, dificultades semánticas. En consecuencia la rehabilitación no ha de
dirigirse a trabajar, únicamente, la forma verbal, sino que simultáneamente se tiene
que actuar sobre el significado. En este sentido, la estrategia más efectiva es el
emparejamiento palabra-dibujo, seguida de la repetición por parte del alumno para
que consolide lo aprendido. Se debe empezar por palabras pertenecientes a campos
semánticos del entorno habitual del niño.
INTERVENCIÓN EN MUTISMOS.
Son varios los modelos de intervención posibles de ser usados en estos casos, pero
dirigiremos nuestra atención al modelo lingüístico y al modelo conductual, al
considerarlos los más productivos dentro del contexto educativo.
Nuestra intervención se centrará en inhibir los factores negativos que estén
incidiendo en la pérdida total o parcial del lenguaje, a la vez que potenciamos
aquellos que contrarresten dicha conducta: es decir, desarrollaremos los que
potencien la comunicación.
19. Será un trabajo multiprofesional (maestro de audición y lenguaje, psicólogo, tutor,
familia.) por la variedad de factores implicados, generalmente de orden psicológico.
Para el tratamiento, se buscará provocar una situación de “necesidad de
comunicación”: se reforzará cualquier intención de comunicación, cualquier sonido o
emisión vocal. Por esto, es muy importante el análisis motivacional del sujeto.
INTERVENCIÓN EN LAS DIFICULTADES DE LECTURA Y ESCRITURA.
El desarrollo del lenguaje, en su conjunto, abarca tanto los aspectos comprensivos
como los productivos. Ambas vertientes deben abarcar tanto el lenguaje oral como el
escrito. Veamos cuál es el papel del maestro de audición y lenguaje en los alumnos
con alteraciones del lenguaje escrito, ya sea en la lectura y/o en la escritura:
EN LA LECTURA.
Existe la evidencia de que los niños que presentan un retraso en la adquisición del
lenguaje experimentan dificultades en la lectura, con una frecuencia seis veces
mayor que la de los niños con un desarrollo normal.
20. Previo a intervenir de forma específica las dificultades de lectura, debemos tener
en cuenta algunas consideraciones educativas generales, como es partir siempre del
análisis de los errores lectores y situarnos en la fase del proceso lector en la que el
alumno se encuentre. Asimismo, la motivación, intereses y nivel lingüístico deberán
determinar las actividades a realizar y, prestaremos especial atención a las
actitudes lectoras de los alumnos.
Dentro de la intervención se trabaja:
Inexactitudes lectoras.
Realizaremos ejercicios para:
Discriminación espacio-temporal sobre formas o lexemas alterados (nociones de
arriba/abajo, delante/detrás…)
Diferenciación-reconocimiento de los grupos silábicos y fonéticos que se
confunden. Primero aislados, luego junto a otros y finalmente, en palabras.
Lectura de los fonemas y grupos silábicos correspondientes. Primero, a través de
láminas de letras y sílabas, luego, de palabras y finalmente, de frases y textos.
21. Velocidad lectora.
Algunas de las recomendaciones son:
Adoptar la postura (posición erguida) que resulte más eficaz para aumentarla.
Ampliar el vocabulario visual: mediante localización de errores en textos, lectura
de textos divididos en columnas.
Ampliar el campo visual: mediante la lectura de textos en forma de pirámide.
Comprensión lectora: las dificultades en la misma se pueden atribuir, además de al
contenido del texto o a un nivel inadecuado de exactitud y velocidad lectora, a
alteraciones en la conciencia fonológica que derivan en problemas para acceder al
significado de lo leído.
En la dislexia fonológica (el daño se localiza en la ruta fonológica), conviene empezar
con ejercicios puros de segmentación de fonemas.
Los juegos de rimas, quitar, poner sonidos a palabras, etc. sirven para que el niño
adquiera la conciencia fonológica.
22. Los sonidos pueden representarse mediante signos gráficos. Y por último, se pasaría
a la realización de tareas de segmentación de grafemas. Para esta actividad son muy
adecuadas las letras de plástico que permiten realizar ejercicios de formar palabras
poniendo, quitando o combinando letras. Así, “caro” se puede convertir en “aro”,
“claro”, en “cara o en “carolina”.
EN LAS DIFICULTADES DE ESCRITURA.
En cuanto a la escritura, trabajaremos sobre aquellos aspectos de la lectura y/o del
lenguaje que estén interfiriendo. Así, por lo que se refiere a la disortografía a nivel
natural (sustituciones, inversiones, omisiones, etc.) sigue un proceso similar al
planteado para las inexactitudes lectoras.
Hemos de considerar que, en la mayoría de los niños que presentan alteraciones en
cuanto a la persistencia de los procesos de asimilación, esos errores se corresponden
con defectos en la escritura; por tanto, habremos de trabajarlos y eliminarlos si
pretendemos que el alumno adquiera una buena adquisición de la escritura. Para los
casos en los que se presente dislexia fonológica, esto repercutirá claramente en el
ámbito escritor.
23. En este sentido evitaremos que afecte a la escritura si intervenimos las dificultades debidas a la
fonología, tal como señalábamos en el apartado anterior. Por el contrario, el tratamiento sobre
las disortografías relacionadas con el nivel “visual” y “reglado” debería configurarse alrededor de
procesos más instructivos que incluyan la elaboración de estrategias y reglas.
CRITERIOS PARA LA ELABORACIÓN DE LAS ADAPTACIONES
CURRICULARES.
A la hora de realizar una adaptación curricular para los alumnos con trastornos del lenguaje y del
habla, se debe comprobar, en primer lugar, si con la intervención logopédica el alumno evoluciona
favorablemente, por lo que no será necesario elaborar A.C.I. Por el contrario, si tras la
Evaluación Psicopedagógica se detectan necesidades educativas especiales, habrá que valorar si
se muestra afectado el proceso de E-A: en caso negativo, no será necesario elaborar A.C.I.; en
caso de que sí afecte, se llevará a cabo en el área de lengua o en aquellas áreas que se vean
afectadas. Habrá que valorar, además, si afecta o no a su desarrollo personal, en cuanto a su
relación con otros niños y con los adultos. Aquí la adaptación puede ser a nivel metodológico y de
evaluación. Vamos a explicar, a continuación, cuál es el proceso de elaboración de las A. C. En
aquellos alumnos en que sí estén afectados ambos aspectos:
24. El proceso implica cinco pasos:
1º) Valoración del proceso educativo seguido en el aula, en relación a un alumno concreto,
para determinar los factores que están dificultando en su aprendizaje y, por tanto, poner en
marcha las medidas ordinarias oportunas, respetando los aprendizajes básicos del currículo.
Se evalúa y se analizan los resultados. Si son positivos, se seguirá con los ajustes realizados
y no será necesario elaborar A.C.I.; en caso contrario, se realizará una nueva valoración y se
llevará a cabo una ACI no significativa (medida extraordinaria), para la cual el profesor
modificará las actividades de aprendizaje y las estrategias metodológicas únicamente.
Si aún con estas medidas no es suficiente, se solicitará la colaboración de los servicios de
Apoyo (Equipos de Orientación Educativa).
2º) Estos equipos, en colaboración con los profesores implicados en la educación del alumno,
realizarán una evaluación psicopedagógica.
Se recogerá información relacionada, por una parte, con el propio alumno (desarrollo general
del alumno, estilo de aprendizaje y nivel de competencia curricular) y por otra, con el
entorno que le rodea (contextos escolar y socio-familiar).
25. El Equipo de Orientación Educativa elabora un informe que determina para la adopción
de medidas de carácter curricular o de replanteamiento de su escolarización.
3º) A la luz de los resultados de dicha evaluación, los tutores, profesores de apoyo y
especialista (logopeda) deben consensuar y determinar las necesidades educativas
especiales, tanto las que se refieren a capacidades a desarrollar por el alumno, como a
necesidades del entorno para desarrollar dichas capacidades.
4º) Es decir, se establece la respuesta educativa adecuada para el alumno, que puede
concretarse en:
Adaptaciones de acceso al currículo.
Adaptaciones en los elementos básicos del currículo: en este caso, irán de menor a
mayor significación, es decir, comenzaremos por el cómo enseñar y evaluar, para
pasar luego, al que enseñar y evaluar.
Medidas de diversificación curricular.
5º) Necesidad de un seguimiento continuo.
https://youtu.be/-koH732JGBc