Jesús responde a la pregunta de Juan Bautista sobre su identidad a través de sus obras, enumerando seis milagros que demuestran que está cumpliendo la profecía mesiánica. Luego elogia a Juan Bautista como el mayor de los profetas, aunque el más humilde en el Reino de los Cielos.
Se trata de un estudio expositivo de los dieciséis capítulos del Evangelio de Marcos. La opinión más aceptada es que se trata de Juan Marcos, hijo de María, sobrino de Bernabé, ayudante de los apóstoles Pablo y Pedro. Papías nos dice: "Marcos fue ayudante de Pedro, puso por escrito, aunque no por orden, cuantas palabras y hechos del Señor recordaba. Por eso Marcos no se equivocó al poner así por escrito algunas de las cosas que conservaba en su memoria. Porque tuvo buen cuidado de no omitir nada de los que había oído de Pedro". Es el mas sencillo y claro de los evangelios. Marcos nos da más los gestos y actos de Cristo que sus discursos. No cita más que cuatro parábolas, pero relata dieciocho milagros. Marcos insiste en el poder de Cristo, el hijo de Dios, el salvador triunfante. Los dos temas esenciales de este Evangelio son el ministerio en Galilea y la última semana en Jerusalén. En esta estudio veremos: La elección de los doce apóstoles, la controversia respecto a la blasfemia contra el Espíritu Santo y como la madre y los hermanos de Jesús intentan detener su ministerio.
Se trata de un estudio expositivo de los dieciséis capítulos del Evangelio de Marcos. La opinión más aceptada es que se trata de Juan Marcos, hijo de María, sobrino de Bernabé, ayudante de los apóstoles Pablo y Pedro. Papías nos dice: "Marcos fue ayudante de Pedro, puso por escrito, aunque no por orden, cuantas palabras y hechos del Señor recordaba. Por eso Marcos no se equivocó al poner así por escrito algunas de las cosas que conservaba en su memoria. Porque tuvo buen cuidado de no omitir nada de los que había oído de Pedro". Es el mas sencillo y claro de los evangelios. Marcos nos da más los gestos y actos de Cristo que sus discursos. No cita más que cuatro parábolas, pero relata dieciocho milagros. Marcos insiste en el poder de Cristo, el hijo de Dios, el salvador triunfante. Los dos temas esenciales de este Evangelio son el ministerio en Galilea y la última semana en Jerusalén. En esta estudio veremos: La elección de los doce apóstoles, la controversia respecto a la blasfemia contra el Espíritu Santo y como la madre y los hermanos de Jesús intentan detener su ministerio.
Konverteringsoptimering, Search Heroes i Malmö 2015 11-18TopVisible AB
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Presentationen är från en föreläsning vid Search Heroes i Malmö 2015. Search Heroes anordnas bla av digitala byrån TopVisible.
Tema 8 QUE ESTA HACIENDO JESUS AHORA.pdfasociacion
Así que, amados hermanos, podemos entrar con valentía en el Lugar Santísimo del cielo por causa de la sangre de Jesús. Por su muerte, Jesús abrió un nuevo camino —un camino que da vida— a través de la cortina al Lugar Santísimo. Ya que tenemos un gran Sumo Sacerdote que gobierna la casa de Dios, entremos directamente a la presencia de Dios con corazón sincero y con plena confianza en él. Hebreo 10.19-29
Una descripción completa de la vida y obras de Cristo el Mesías en su 1ª Llegada, la salvación espiritual de los cristianos, la 2ª Venida de Cristo, la salvación completa.
Esta guía es una ayuda para hacer por tu cuenta el retiro mensual, allí dónde te encuentres, especialmente en caso de dificultad de asistir en el oratorio o iglesia donde habitualmente nos reunimos para orar.
La Resiliencia como capacidad otorgada por Dios, para levantarse cada día.DanielGrandasHerreo1
Tema importante para ayudar a quienes han perdido las ganas de vivir, creyendo que todo el mundo está en su contra. La lectura de la biblia nos ayuda a encontrar ese camino correcto, dado que no esconde las situaciones adversas por las que pasaron los personajes que hoy a través de la historia cristiana conocemos como héroes de la fe. Al leer este documento, no solo estarás sentado observando como otros se levantan, sino que además, podrás levantarte y avanzar hacia adelante.
A. ¿Qué es la soledad?
• En el Antiguo Testamento la palabra hebrea que más se utiliza para “solitario” es shamem, que significa “desolado”.
• En el Nuevo Testamento la palabra griega eremos significa “lugares desiertos”.
• La soledad es el estado emocional de tristeza causado por sentirse solo, aislado o alejado de los demás.
• Una persona puede sentir la falta de cercanía con otros aún cuando estén en su presencia.
• David exclamó al Señor en tiempo de soledad:
“Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido”.
(Salmos 25:16)
B. ¿Qué significa estar solo?
• En el Antiguo Testamento, la palabra hebrea que se traduce solo es badad, que significa “estar con uno mismo”.
• En el Nuevo Testamento, la palabra griega monos denota “sin compañía, solo, solitario”.
• Estar solo es la condición de estar sin compañía, separado de otros.
• Con frecuencia, Jesús buscó estar a solas. Se apartaba de los demás para poder tener comunión con el Padre.
“Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo”.
(Mateo 14:23)
C. ¿Cuál es la diferencia entre estar a solas y sentir soledad?
• La soledad se refiere al estado emocional (por sentirse rechazado y desolado).
• Estar a solas se refiere al estado físico (el estado de estar separado de los demás).
• La soledad generalmente es una experiencia negativa (que va acompañada de un sentimiento de desesperanza).
• Estar a solas puede ser una experiencia positiva (convirtiéndola en un momento de creatividad y comunión con el Señor).
D. Ejemplos bíblicos de soledad
DAVID EXPERIMENTÓ SOLEDAD POR EL RECHAZO.
“Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer;
No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida”.
(Salmos 142:4)
JOB EXPERIMENTÓ SOLEDAD POR SUS AMIGOS DESLEALES.
“El atribulado es consolado por su compañero; aun aquel que abandona el temor del Omnipotente. Pero mis hermanos me traicionaron como un torrente; pasan como corrientes impetuosas”.
(Job 6:14–15)
ELÍAS EXPERIMENTÓ SOLEDAD PORQUE TEMIÓ LA IRA DE DIOS.
“Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”.
(1 Reyes 19:3–4)
E. Ejemplos bíblicos de estar solo
PABLO ESTUVO SOLO CUANDO SUS AMIGOS LO ABANDONARON.
“En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león”.
(2 Timoteo 4:16–17)
JOB ESTUVO SOLO CUANDO
La inerpretación del Evangelio de san Lucas.pdfadyesp
El piadoso Lucas era antioqueño por nacimiento y por oficio médico y en la sabiduría helénica fue un grande erudito, así como en la ordenanza judía iba sobrado. Luego cuando había resucitado Cristo de entre los muertos, él junto con Cleofás iba de camino a Emaús y se encontraron con Jesús. Mas tarde Lucas se convirtió en compañero de viaje y seguidor del maravilloso apóstol Pablo, y solo quince años después de la ascensión de Cristo, san Lucas escribió Su evangelio con todo detalle.
El Corazón de Jesús en la espiritualidad de Luisa de Marillac
3^ Domingo Adviento - ciclo A
1. LECTIO DIVINA
CICLO A - (Mt 11, 2-11)
Juan Bautista está en la cárcel (Mateo 11,2a). Ha tenido noticias de Jesús,
pero lo que se dice de Él, no corresponde a las expectativas que tenía en
relación al Mesías, esperado durante siglos.
El pueblo hablaba de un ser poderoso, como anunció Isaías 40,10: “Ahí
viene Yahvé, con poder y su brazo lo sojuzga todo”. El ministerio de Jesús era vivido en
continuas contradicciones; los dirigentes lo rechazaban; Juan estaba en la cárcel y, Jesús,
quería ser apresado por sus enemigos.
El Maestro aparecía ‘humilde’, mientras los poderosos se veían en sus puestos, haciendo
fechorías. Estas razones hicieron que el Bautista se inquietara y entrara en crisis, (ver 11,6).
Las acciones de Jesús no coincidían con las que esperaban realizara el Mesías anunciado.
¿Sería Él el Prometido?
Al reflexionar desde la cárcel sobre estos datos que no encajaban, se atrevió a expresar el
interrogante que debía estar en la cabeza de mucha gente: “¿Eres tú el que ha de venir, o
debemos esperar a otro?” (11,3). Juan Bautista quería una prueba del Mesianismo de
Jesús y de sus implicaciones.
SEGUIMIENTO
2. Y oyendo Juan en la prisión los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos,
3. Diciendo: ¿Eres tú aquél que había de venir, o debemos esperaremos a otro?
4. Y respondiendo Jesús, les dijo: Vayan y hagan saber a Juan las cosas que oyen y ven:
5. Los ciegos ven, y los cojos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los
muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el evangelio.
6. Y bienaventurado es el que no se escandaliza por mí”.
7. Cuando se fueron, comenzó Jesús a decir de Juan a las gentes: ¿Qué salieron a ver al
desierto? ¿Una caña que es meneada por el viento?
8. Más ¿qué salieron a ver? ¿Un hombre cubierto de delicados vestidos? Pero los que traen
vestidos delicados, están en las casas de los reyes.
9. Más ¿qué salieron a ver? ¿Un profeta? También les digo, y más que profeta.
10. Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío a mi mensajero delante de tu
faz, Que aparejará tu camino delante de ti.
11. De cierto les digo, que no se levantó entre los que nacen de mujeres otro mayor que
Juan el Bautista; mas el que es más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él”.
2. I. Lectura: entender lo que dice el texto fijándose en cómo lo dice
Así comienza el evangelio de Mateo (11,2-11) del 3er domingo de Adviento. El pasaje tiene
dos partes: En la primera, Juan Bautista interroga a Jesús: “¿Eres tú el que ha de venir, o
debemos esperar a otro?”; Jesús responde sobre sus obras (11,2-6) y en la segunda,
Jesús se pronuncia sobre Juan Bautista: “Se puso a hablar de Juan a la gente” (11,7-11).
Fuera de la pregunta inicial, Jesús toma la palabra todo el tiempo en el pasaje de hoy (el
domingo pasado quién hablaba era Juan).
Sus palabras van más allá de la pregunta inicial: no sólo dice quién es él sino también quién
es Juan.
En esta dinámica los discípulos también tendrán que captar el alcance de la obra del Mesías
y tomar una postura frente a su Maestro: ¿Jesús responde a lo que estoy buscando? ¿Lo
estoy entendiendo correctamente?
También es importante Comprender quién es Juan y cuál es su lugar en la historia de
salvación: el Mesías y su precursor se remiten mutuamente. Bajo esta luz, los enviados
valoraron su dignidad en cuanto discípulos primero del Bautista y después del Mesías. ¿Cuál
era su lugar en el Reino?
Juan Bautista interroga a Jesús (11,2-6) La primera parte tiene una pregunta y una
respuesta: (1) Por iniciativa de su maestro, los discípulos de Juan visitan a Jesús. Los
emisarios son portadores de una pregunta (11,2-3). (2) Jesús les responde haciendo un
enlistado de las obras que está realizando y los invita a “no escandalizarse” de Él (11,4-6)
1.1. La pregunta de Juan (11,2-3)
Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos
a decirle: ¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro? Este fue el contexto del
diálogo a distancia entre Juan Bautista y Jesús. Observamos al profeta encarcelado, que
trata de captar las implicaciones de su pregunta.
El profeta encarcelado por decisión del rey Herodes Antipas, está encadenado, quizás en la
antigua cárcel herodiana de Maqueronte, por ser un hombre franco y valiente; fue fiel al
mensaje de conversión que le fue encomendado de lo alto. Como profeta no da marcha atrás
a pesar de las amenazas contra su vida. Rechaza las actitudes del poder político y la
hipocresía de las autoridades religiosas; fue tan grave su situación que se encaminó al
martirio.
El Bautista sufrió la violencia que Jesús les anunció a los suyos: “Los envío como ovejas en
medio de lobos… por mi causa seréis llevados ante reyes y gobernadores…” (10,16-
20). Escuchó hablar de las acciones de Jesús. Sabía de la serie de diez milagros narrada en
los capítulos 8 y 9, que fueron conocidas poco a poco por la gente.
Las obras hablaban de Jesús: “La Sabiduría se ha acreditado por sus obras” (11,19). Las
obras de Jesús, particularmente sus milagros, su entrada en el mundo del dolor (“sintió
3. compasión… porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor”
11,36) permitían leer el rumbo que estaba tomando su misión.
¿Pero fue así que se manifestó su poder y su fuerza? ¿Dónde actuó como juez, separando
decididamente el grano y la paja, y le asignó a cada uno su suerte? Surge otra pregunta: El
poder de Jesús ¿Por qué no liberó Jesús a Juan de la prisión? ¿Era realmente Jesús aquel
de quien Juan había anunciado su venida? ¿No vendría otro, que correspondiera mejor a las
profecías, a las esperanzas, a las expectativas que tenía el pueblo?
A partir de toda esta situación personal y comunitaria, Juan formuló la pregunta decisiva, que
desde entonces seguramente repitió varias veces: “¿Eres tú el que ha de venir, o
debemos esperar a otro?” (11,3).
II: MEDITAMOS el texto aplicándolo a nuestra vida.
Jesús toma la palabra. No dio una respuesta clara y directa a los discípulos del Bautista que
fueron a hablar con Él –Su “sí” o su “no” fue sustituido por un doble imperativo: “Vayan y
digan”. Los discípulos de Juan “enviados” se convierten nuevamente en “enviados”, pero
esta vez de Jesús a Juan. Ellos debían volver en calidad de testigos de Jesús: “¡cuenten!”.
Las “obras” que hablan de Jesús los remite luego al punto de partida de la pregunta, “las
obras del Cristo”, mediante la enumeración de seis obras (todas en parejas) que citan una y
otra vez aspectos de la misión realizada:
¿Quién es Jesús para nosotros? ¿Qué idea tenemos del Mesías? La respuesta debe
basarse en las mismas palabras de Jesús y, si conseguimos entrar a fondo, nos
llenaremos de alegría porque Él se acerca cada día más a nosotros, a nuestro mundo,
que es el suyo, por el que quiso hacerse hombre y habitar entre nosotros.
Las “obras” de Jesús son leídas desde la Palabra de Dios, y viceversa, la Palabra de Dios se
verifica con las obras de Jesús. Los emisarios de Juan puede ver en vivo y en directo la
realización de la esperanza: “Decir a los de corazón intranquilo: ¡Ánimo, no teman! Miren
que viene su Dios, viene vengador; es la recompensa de Dios, él vendrá y los salvará”
(Isaías 35,4). Dios vino a salvar a su pueblo.
Jesús les dijo a los discípulos de Juan que la promesa ha sido cumplida en su obrar. Sin
embargo, Juan fue decapitado en la cárcel (14,10) y Jesús murió en la Cruz (27,45-50). En
el ministerio terreno de Jesús no se percibe su poder de Juez, sino todo lo contrario. Las
obras de Jesús lo fueron llevando a su momento cumbre, porque se encaminó hacia la
Pascua. El Hijo del hombre fue el Rey al final de los tiempos. El Reino de los cielos se da a
conocer en su aspecto de misericordia y de salvación (que es la primera forma del “hacer
justicia”).
Juan estaba encarcelado a causa de su firme predicación ante un gobernante; de Jesús
esperaba eso y mucho más. Lo desconciertan sus “obras”. Jesús lo remite precisamente a
esas mismas obras para que se perciba allí que el compromiso por la justicia está en pie.
La manera cómo lo hace le corresponde soberanamente al Dios del Reino que revela su
manera de ser en su Hijo Jesús. Atreverse a cambiar los paradigmas Jesús entonces admite
que se ha presentado ante el mundo de manera distinta a como se esperaba al Mesías.
La venida del Mesías no era como Juan se la esperaba, sino como Dios la había establecido.
Por eso llamó “bienaventurado” a quien no se escandalizara de su manifestación y le
reconociera con fe.
4. En consecuencia, si queremos comprender a Jesús es preciso ver en primer lugar quién
realmente es Él y qué hace, para luego acogerlo con gozo y gratitud, teniendo que
corregir y abandonar algunas ideas o expectativas equivocadas. Si Juan Bautista tuvo
que aprender de Jesús, ¿qué nos toca a nosotros? ¿Cómo nos sentimos ante Él, cuál es
nuestra actitud?
Jesús se pronuncia sobre Juan Bautista: lo elogia (11,7-11). “Cuando éstos se
marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente…” Después de haber respondido
a la pregunta acerca de su persona, Jesús considera ahora la obra y la persona del Bautista:
¿Quién es él? En cuanto los discípulos de Juan se van a llevarle el recado a su Maestro
(“Cuando éstos se marchaban”, 11,7a), Jesús (“…se puso a hablar a la gente”; 11,7b);
exaltó la personalidad de Juan Bautista mostrando su importancia en relación a la obra que
Él había venido a realizar, porque se comprometió con la verdad y la justicia.
¿Qué es para mí la justicia, como la vivo? ¿Soy más llevad@ a pedir justicia que a
ofrecerla?
Jesús hace tres preguntas en torno a una frase muy cuestionante: “¿Qué salieron a ver?”,
recordando y enfatizando así el pasado episodio de la predicación en el “desierto”. Exalta: El
comportamiento enérgico de Juan Bautista y su modo de vida sin pretensiones; su sencillez
y su fidelidad a Dios. Lo reconoció un verdadero profeta. Juan tenía ascendiente sobre el
pueblo, fue un profeta con “credibilidad”. Tanto así que en este mismo evangelio se reporta
que hasta las mismas autoridades judías decían de él: “Tenemos miedo a la gente, pues
todos tienen a Juan por profeta” (21,26b). Él se adelantó al Mesías. Le preparó el
“camino”. En la vida de este hombre confluye la coordenada geográfica y la histórica.
Si comprendemos quién es Juan en la historia de la salvación, comprenderemos también
la posición de Jesús en ella.
¿Quienes nos ven y nos escuchan comprenden quién es Jesús?
Nuestra manera de ser ¿invita al seguimiento de nuestro Salvador?
III. OREMOS este texto desde nuestra vida
Padre Bueno, que seamos más conscientes de quién es tu Hijo y qué ha
venido a hacer, en el cumplimiento de tu plan de salvación. Que lo
conozcamos y lo sigamos con valentía, como lo siguió Juan Bautista y que
esperemos llenos de alegría su nacimiento, como lo esperó María.
Que nos demos cuenta que ha llegado el tiempo te respondamos, viviendo
siempre felices, porque somos tus hijos y hermanos, unos con otros.
Que tu Reino sea nuestro empeño, siendo hombres y mujeres comprometidos a favor de la
justicia y la paz en el día a día. ¡Así sea!