4.- Aspectos Normativos del Desarrollo Urbano. 4.7. Estudio de caso de México..pdf
1. 4.- Aspectos Normativos del
Desarrollo Urbano.
4.7. Estudio de caso de México.
Desarrollo
Urbano y
Transporte
4.7.
ESTUDIO
DE
CASO
DE
MÉXICO.
2. 4.7. Estudio de caso de México.
El proceso de planeación urbana de la ciudad de México
Secuencia de acciones para evitar contradicciones en los procesos normativos y de planeación.
En principio la existencia de una secuencia de sucesos en materia de planeación urbana seria nos daría un
mínimo orden de sucesos que podrían ser deseables en la vida de la ciudad y en la congruencia de los
programas de inversión tan necesarios.
Si bien los procesos y cambios urbanos de la ciudad son muy dinámicos, justamente por eso hay que mantener
esquemas muy claros de qué va primero. La respuesta inicialmente se encuentra en la encuentra en la misma
Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal hasta ahora vigente.
Partiendo de “cero” en una condición hipotética de la secuencia debería ser:
1.- La ley o marco normativo en dónde se moverán los procesos de planeación, esto es, las reglas de
operación, atribuciones y competencias de la administración en turno sobre el proceso, garantías de la
participación ciudadana y la definición de los límites y sanciones administrativas o penales de quienes
incumplan la ley.
Principio básico de orden administrativo.
2.- Programa General de Desarrollo Urbano.
Un proceso general de planeación urbana, en dónde se identifiquen las principales carencias de la ciudad en
materia de infraestructura y equipamientos, se establezcan las potencialidades de crecimiento y las
alternativas ante los diferentes escenarios económicos, sociales y políticos. Para estos procesos existen un
gran número de metodologías y aproximaciones teóricas.
3.- Establecer los otros niveles de planeación, sea sectoriales o administrativos.
En principio se elaboran instrumentos de mayor detalle sectorial de gran importancia, como lo serían los
Programas de Vialidad y Transporte, Vivienda, Medio Ambiente, Centros de barrio, equipamientos e
infraestructuras urbanas, entre otros.
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ESTUDIO
DE
CASO
DE
MÉXICO.
3. Secuencia de acciones para evitar contradicciones en los procesos normativos y de planeación.
4.- Se desarrollan los Programas Delegacionales (SÓLO POR UN ÁMBITO DE COMPETENCIA
ADMNISTRATIVA) pero en realidad éstos podrían no ser necesarios. Ello para quitar margen de
discrecionalidad a los delegados. Todo lo anterior siempre y cuando se mantenga congruencia con el eje rector
que sería el Programa General de Desarrollo Urbano.
5.- Y por último, se elaboran todos y cada uno de los instrumentos de ejecución a los procesos de planeación,
tales como Instrumentos Sociales, Económicos, Administrativos, Normativos, Financieros, entre otros. En la
ciudad de México existen seis instrumentos de planeación general (PGDU), correspondientes a los años: 1976,
1980, 1982, 1987, 1996 y 2003.
Se han propuesto Programas Delegaciones y Parciales de Desarrollo Urbano que incluyen las Áreas de
Actuación y las Normas de Ordenación General.
El marco normativo vigente para la planeación y gestión territorial en el Distrito Federal, incluidos los aspectos
urbanos, ambientales y de movilidad, así́ como los correspondientes a suelo y vivienda y las de infraestructura
y equipamiento refleja una sobrerregulación: existen alrededor de 10 leyes, 60 programas institucionales y
sectoriales; 5 reglamentos y 60 normas de diversa índole y alcance, las cuales son deficientes debido a que su
contenido presenta inconsistencias en relación con la regulación de los procesos de ocupación del territorio, lo
que ocasiona conflictos de interpretación y una deficiente aplicación.
La situación del marco normativo ha complicado el proceso de administración del desarrollo territorial de la
Ciudad, limitando su potencial de desarrollo sin aprovechar suficientemente su vocación económica, lo que no
permite atender las necesidades de sustentabilidad y reducir las desigualdades sociales.
Dentro de este marco, actualmente continúa siendo vigente el Programa General de Desarrollo Urbano
publicado en el 2003, que se complementa por las Normas Generales de Ordenación publicadas en el 2005,
una propuesta de Áreas de Actuación del mismo año 2005 que no cumplió́ con los requisitos jurídicos para su
definición, 15 Programas Delegacionales de Desarrollo Urbano que se han actualizado entre el 2005 al 2011,
un Programa Delegacional que todavía data de 1997, y 45 Programas Parciales de Desarrollo Urbano,
muchos de los cuales se diseñaron y publicaron originalmente hace más de veinte años como Zonas
Especiales de Desarrollo Controlado (ZEDEC’s).
En conclusión, una gran desarticulación de tiempos y formas en los proceso, resultado, la Ciudad de México.
Fuente: Rafael Valdvia López es Doctor en Ciencias Sociales. Especialista en vivienda y suelo urbano, octubre 7 2015.
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4. Superficie de CDMX crece a ritmo tres veces superior al de su población (caso de estudio ONU-HABITAT).
La superficie de la Ciudad de México creció a un ritmo tres veces superior al de su población. Así lo ponen de
manifiesto los primeros hallazgos del cálculo del Índice de las Ciudades Prósperas (CPI) que ONU-Habitat está
realizando en las tres principales aglomeraciones urbanas del país: Ciudad de México, Guadalajara y
Monterrey.
ONU-Habitat presentó los hallazgos preliminares del cálculo de CPI Extendido a responsables de los
municipios de la aglomeración urbana de la Ciudad de México
Los estudios indican que desde 1980 hasta 2017, la población urbana de la Ciudad de México ha pasado de
tener poco más de 14 millones de personas a más de 21 millones registrados oficialmente el año pasado, lo
que implica una tasa de crecimiento poblacional del 1.1%. En paralelo, la tasa de crecimiento de la superficie
urbana ha crecido a un ritmo tres veces superior (3.3%), pasando de una superficie de 61,820.37 hectáreas en
1980 a las 235,267.873 hectáreas que la Ciudad de México registra en 2017.
Consumo ineficiente del suelo.
La relación entre la tasa de consumo de suelo y la tasa de crecimiento de la población urbana calculada con
base a los indicadores de CPI indica que la aglomeración urbana de la Ciudad de México sigue un patrón de
crecimiento expansivo y de baja densidad. Este tipo de crecimiento implica un consumo ineficiente del suelo,
genera estructuras urbanas discontinuas y con alto grado de fragmentación, lo que es ineficaz, inequitativo y
financieramente insostenible.
Asimismo, este crecimiento expansivo trae consigo una serie de externalidades negativas, como la congestión,
la degradación ambiental, la disminución de la productividad y los altos costos sociales relacionados con la
movilidad urbana.
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Imagen 1. Superficie de la Ciudad de México. ONU-HABITAT.
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Desequilibrio centro - periferia.
Otra de las apreciaciones que arroja el cálculo preliminar de CPI apunta a que entre el centro de la ciudad y la
periferia existen desigualdades significativas en cuanto a nivel de ingresos, acceso a servicios y productividad.
Los estudios de ONU-Habitat también señalan que en la mayor aglomeración urbana del país, las personas se
enfrentan a una movilidad ineficiente. En concreto, ONU-Habitat cifra en cinco horas y media el tiempo
promedio que emplea una persona en cruzar la aglomeración urbana de la Ciudad de México utilizando
transporte público; unas tres horas si lo hace en un vehículo particular.
Para calcular estos tiempos de viaje, se han contemplado dos variables para conocer cuánto tiempo invierten
las personas en atravesar la zona metropolitana del Valle de México, de norte a sur y de este a oeste.
Así, en el primer caso, los puntos de conexión contemplados fueron los municipios de Coyotepec y San Miguel
Topilejo. Para desplazarse entre estas dos localidades utilizando los medios de transporte públicos se emplea
un tiempo máximo de 5:49 horas; 2:81 horas si el viaje se hace utilizando vehículo particular.
Si se trata de cruzar la ZMVM de este a oeste en transporte público ONU-Habitat estima que el tiempo medio
es ligeramente inferior que hacerlo de norte a sur: 5:21 horas; mientras que haciendo uso de un vehículo
privado la duración del trayecto supera ligeramente las 2.7 horas.
Análisis CPI en México.
ONU-Habitat está llevando a cabo el cálculo del CPI en el marco del proyecto El Infonavit liderando el
cumplimiento de la Agenda 2030: la vivienda en el centro del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible, que se desarrolla en colaboración con el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los
Trabajadores (INFONAVIT) dentro de las actividades de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y
Urbano (SEDATU).
Así, entre las seis dimensiones que mide el CPI las que presentan un resultado preliminar más débil son
Gobernanza y Legislación Urbana y Sostenibilidad Ambiental. Por el contrario, las dimensiones con resultados
más sólidos son Infraestructura de Desarrollo y Calidad.
6. Ciudad de México y su crecimiento desordenado, pone en riesgo su futuro, caso de estudio CDMX.
La ciudadanía en contra del cambio del uso del suelo en zonas de reserva ambiental e hídrica de la ciudad,
ponen el dedo en la llaga en un tema hoy clave para la capital mexicana: si no se planifica bien la ciudad, no
habrá futuro.
En las últimas décadas la capital mexicana se ha enfrentado a un crecimiento desmedido. Desde el punto de
vista urbano y arquitectónico, Juan Felipe Ordoñez Cervantes, especialista de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) y quien durante años ha observado este fenómeno asegura que 80% de la
Ciudad de México –y de la Zona Metropolitana del Valle de México– no está planeada.
Hace unas semanas, el Gobierno de la capital mexicana publicó el estudio Tendencias territoriales
determinantes del futuro de la Ciudad de México en el que recoge una serie de diagnósticos y proyecciones
(económicos, humanos y urbanísticos) sobre el crecimiento de esta urbe desde 1995 y hasta el año 2030.
A algunos especialistas, las conclusiones les generan angustia. Y es que, en 15 años, el área urbana de la
Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM) que actualmente abarca el territorio de dos estados –el
Estado de México y la Ciudad de México– alcanzará a tres entidades.
“En los próximos años la Zona Metropolitana de la Ciudad de México probablemente incorpore nuevos
municipios y se traslade hacia la parte norte de la cuenca de México, e incluso podría llegar hasta Pachuca, en
el estado de Hidalgo”, detalla el estudio en su apartado Modelo espacial y pronóstico de la expansión de la
mancha urbana 1995-2030.
Los territorios que en esta expansión urbana serán sacrificados no son cualquier cosa, indica la investigación,
se trata de zonas rurales, de conservación, de uso agrícola, en general, tierra protegida que es vital para
captación de agua de lluvia, recarga de mantos acuíferos y hasta para producir alimentos.
“En esta tendencia el suelo de conservación pareciera más una reserva de suelo para el establecimiento de
asentamientos humanos que una zona de conservación de recursos naturales”.
El desdoblamiento de la ciudad ha sido propiciado, entre otros factores, por la falta de instrumentos efectivos
en temas de ordenamiento territorial. Actualmente en la Ciudad de México, municipios conocidos como
delegaciones políticas han cubierto al 100% sus áreas de aprovechamiento, es el caso de la delegación
Gustavo A. Madero, que desde hace una década está completamente urbanizada, indica la investigación.
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7. Ciudad de México y su crecimiento desordenado, pone en riesgo su futuro, caso de estudio CDMX.
Un dato más, el estudio toma en cuenta proyecciones de otros organismos gubernamentales como el Consejo
Nacional de Población (Conapo) y sus datos arrojan que la población que vive en esta zona es de 20.4 millones
de habitantes, lo que convierte a la ZMCM en la sexta más poblada del mundo. Para 2030 se sumarán otros
2.2 millones de personas más y convivirán en la mancha urbana 22.6 millones.
“El análisis es muy bueno, aunque le faltó considerar algunos factores que determinan el crecimiento de una
urbe como el empleo, todos los que se generarán durante la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional
de la Ciudad de México en la zona oriente”, sentencia Juan Felipe Ordoñez, arquitecto de la UNAM y
catedrático de la misma casa de estudios.
El problema, asegura el experto en urbanismo, es que este tipo de estudios han sido desdeñados por los
gobiernos locales y federales prácticamente “desde siempre”.
“La buena noticia es que sí se está investigando el tema del crecimiento urbano. Las malas noticias es que no
está entre las prioridades de los gobiernos y que nunca se han tomado con seriedad”, agrega y menciona los
casos de ciudades como Londres, Inglaterra o París, Francia, como los casos de éxito en que academia y
gobiernos han frenado el desorden urbano.
Pero ¿se puede predecir el futuro de una ciudad? María Bustamante Harfush, presidenta de la organización
Fomento Universal para la Difusión Arquitectónica de México, A.C. (FundarqMx) es escéptica al respecto.
“Siempre me he preguntado si el urbanismo se puede estudiar y predecir verdaderamente a través de métodos
científicos probados, si las estadísticas y las proyecciones sociales, económicas, ambientales y urbanas
pueden ser medibles y escalables, si una tendencia continuará como una gráfica visualmente perfecta. Y creo
que no”, explica la arquitecta por la Universidad Iberoamericana y por la Architectural Association School of
Architecture.
Para calcular el crecimiento que tendrá la mancha urbana hacia 2030, la investigadora Nirani Corona Romero
del Centro de Investigación en Geografía y Geomática “Ingeniero Jorge Tamayo”, utilizó el modelo SLEUTH
creado en 1997 por Keith C. Clarke en la Universidad de Santa Bárbara, California, el cual simula el
crecimiento urbano a partir de auto datos geográfico-espaciales históricos y que toma su nombre de las
iniciales de estos datos.
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8. Ciudad de México y su crecimiento desordenado, pone en riesgo su futuro, caso de estudio CDMX.
“Para su desarrollo se requiere: una capa de pendiente (Slope), pueden o no emplearse cuatro de cobertura y
uso del suelo (Land cover), una de exclusión (Exclusion), cuatro de urbanización (Urbanization), dos de vías de
transporte (Transportation) y una de sombreado (Hill- shade)”, se detalla en el estudio.
“Siempre hay variables que modifican todas las tendencias y todo lo predecible. Por ejemplo, al no considerar
la variable en sus estudios ‘de usos de suelo / land use’ se deja de lado un factor importantísimo, económico y
de tendencia que va más allá de los planes urbanos y las restricciones o de las necesidades. Hay cosas que
han sido notoriamente claras en la historia urbana de la Ciudad de México como la expansión de la ciudad a
partir de avenidas primarias, o el crecimiento radial de poblaciones aledañas que después se fusionan en una
gran masa, pero también catástrofes naturales como el terremoto de 1985, o las inundaciones, también temas
de inseguridad o falta de servicios modifican el comportamiento territorial de una región”, cuestiona la experta.
Sin embargo, María Bustamante Harfush, quien también es cronista del barrio de Polanco –quizá el más
acaudalado de la Ciudad de México- coincide en la preocupación de que, de ser acertada ésta proyección al
2030, “la ciudad crezca hacia las zonas verdes y de cultivo, zonas de protección ambiental o barrancas en
delegaciones que aún preservan su esencia medioambiental”.
“Pareciera que la estrategia urbana es llenar al 100% el territorio, no dejar un espacio libre en cada
demarcación y preocupa ver que no hay una estrategia para poner freno a esto”, lamenta.
Pese a las advertencias, la Ciudad de México se dirige a una catástrofe urbana o quizá ya lo está: escasez de
agua en la zona oriente, viajes de hasta tres horas en transporte público para ir de un punto de la ciudad a
otro, líneas del subterráneo saturadas por los cinco millones de usuarios diarios y falta de vivienda.
Los estudios sobre la incomodidad de vivir en una ciudad como la de México han comenzado a surgir. José
Iñigo Aguilar antropólogo social del Instituto Nacional de Antropología e Historia es autor del único estudio
sobre las vejaciones a la integridad física que significan viajar en la Ciudad de México. “El transporte público
de la capital del país no está diseñado para salvaguardar la dignidad de los usuarios”, concluyó.
Otro ejemplo, quizá más alarmante, el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Ramón Aguirre,
declaró a principios de septiembre que el modelo de consumo de agua en la Ciudad de México pondrá, en 50
años, en entredicho el abasto del vital líquido. Por ello junto con geólogos comenzaron ya a buscar agua en las
profundidades de la capital del país.
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9. Ciudad de México y su crecimiento desordenado, pone en riesgo su futuro, caso de estudio CDMX.
Los capitalinos han recogido varias postales en las que el crecimiento de la mancha urbana es evidente. Una
de esas tomas es la vista aérea del cruce de las calzadas Ermita-Iztapalapa y Zaragoza en julio de 1964. En la
parte superior la ciudad luce un llano en el que no se aprecia una sola casa, una calle más.
Una toma aérea de Google Maps, muestra la misma zona 52 años después. Una plasta gris rodea el cruce de
las dos vialidades que antes lucían solas. Y la escena se repite en muchos escenarios de la Ciudad de México.
Según el estudio Tendencias territoriales determinantes del futuro de la Ciudad de México, estas comparativas
se multiplicarán hasta 2030.
Fuente: Agustín Velasco (Colaborador LA Network México) .
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