El documento define la inteligencia emocional como la capacidad de reconocer los propios sentimientos y los de los demás, motivarse adecuadamente y manejar las relaciones. Explica que la IE implica el autoreconocimiento emocional, la empatía y las habilidades sociales. Además, traza los antecedentes históricos del concepto desde Platón y Thorndike hasta las aportaciones de Gardner, Salovey y Mayer. Finalmente, señala que la IE es importante para el autocontrol, las relaciones y el bienestar.