El documento proporciona directrices sobre el uso apropiado del laboratorio de informática en los centros educativos. Estipula que el laboratorio debe usarse principalmente para la atención de estudiantes durante el horario escolar regular y para propósitos educativos. También requiere que los directores de las escuelas establezcan pautas claras sobre el uso del laboratorio y la supervisión de los docentes y tutores de informática.