La ley 1010 de 2006 define y sanciona diferentes formas de agresión y trato discriminatorio en el lugar de trabajo, como maltrato, persecución, discriminación, entorpecimiento e inequidad laboral, con el fin de proteger la dignidad, justicia, libertad, intimidad, honra y salud mental de los trabajadores tanto del sector privado como público. El acoso laboral se presume si se demuestra la ocurrencia repetida de conductas contra la dignidad de un trabajador.