Una buena administración de inventarios debe balancear los costos de mantener el inventario con los beneficios de tener materiales disponibles, minimizando costos e inmovilizando solo los recursos necesarios. Se debe mantener inventarios a niveles óptimos de materias primas, productos en proceso y productos terminados, considerando factores como las ventas, el proceso productivo y la confiabilidad del abastecimiento.