Este documento describe un estudio que evaluó si unas pocas horas de clase podrían mejorar las habilidades orales de los estudiantes. Se encuestó a 100 estudiantes sobre sus necesidades y se les dio instrucción en presentaciones, reuniones y negociaciones. Antes y después se administraron pruebas para medir su aprendizaje. Los resultados mostraron que actividades breves y guiadas por el profesor mejoraron la confianza y retención de vocabulario de los estudiantes más allá de lo esperado.