Este documento describe los ambientes convencionales y no convencionales para la atención de niños en educación inicial. Los ambientes convencionales incluyen centros educativos como maternales y preescolares, mientras que los ambientes no convencionales son espacios familiares y comunitarios como hogares, ludotecas y centros de cuidado. El documento también discute las dimensiones del ambiente de aprendizaje, incluido el espacio físico, funcional, temporal y relacional.
Ambientes convencionales y no convencionales de atencion al niño y niña de educacion inicial
1. AMBIENTES CONVENCIONALES Y NO CONVENCIONALES DE ATENCION
AL NIÑO Y NIÑA DE EDUCACION INICIAL
Desde la perspectiva de integralidad que se evidencia en la estructura curricular del nivel, el
ambiente de aprendizaje viene a representar la concreción de la acción educativa, de allí su
importancia.
En la concepción del ambiente de aprendizaje en la educación Inicial, se involucran tanto
los espacios institucionalizados: maternales, preescolares independientes y anexos a las
escuelas básicas, como también los espacios familiares y comunitarios: hogares de los
niños y niñas, ludotecas, bibliotecas, hogares de atención integral, centros de atención
integral y centros de cuido espontáneo
Para ello, el ambiente debe ofrecer un clima favorecedor de los aprendizajes, donde exista
respeto, cariño, oportunidad de producción, intercambios, descubrimientos y sentido del
humor, y en el que los adultos, los niños y las niñas están libres de tensiones y entretenidos
con su quehacer diario.
Se concibe el ambiente como una estructura de cuatro dimensiones que se relacionan entre
sí
El espacio físico debe:
a. Brindar posibilidades para satisfacer en el niño y la niña necesidades fisiológicas, de
seguridad, recreación, juego y aprendizaje.
b. Cada espacio físico debe contar con recursos variados, funcionales, reales y suficientes
para propiciar el desarrollo de los procesos de aprendizaje.
c. En un espacio físico deben utilizarse colores claros, armónicos, lavables que propicien
bienestar y seguridad.
d. Tener buena iluminación y ventilación.
2. La dimensión funcional
Se relaciona con el modo de utilización del espacio físico, funciones, adecuación de los
locales, de los recursos disponibles y de las actividades a cumplir. En tal sentido es
necesario que en los espacios, rincones o áreas:
a- Se permita la acción, las interacciones, formas de agrupaciones, la autonomía y las
diferentes actividades auto iniciadas por el niño y la niña, o planificadas por el adulto.
b. Se establezcan normas y límites con los niños, niñas y adultos, en función de lo que
pueden hacer y entender.
c. Se tome en cuenta la higiene, la comodidad, la delimitación, los espacios de circulación
y para las reuniones de grupo.
d. Que sean fácilmente identificables para los niños y niñas, rotulados con dibujos,
fotografías, escrituras, tanto desde el punto de vista de su función, la edad de los niños y
niñas, como de las actividades que se realizan y el contexto social y cultural.
La dimensión temporal está relacionada con la organización y distribución del tiempo en
una rutina de jornada diaria
a- Se organiza en períodos de tiempo específicos para que los niños y niñas participen
de una variedad de experiencias de aprendizajes.
b- Proporciona una estructura estable y flexible para apoyar los sucesos y actividades
que ocurren cada día en el ambiente de aprendizaje.
c- La consistencia en la distribución del tiempo, permite el disfrute de los niños y
niñas al recordar al maestro lo que sigue entre un momento y otro, ejemplo, “ahora
vamos a comer”, “después saldremos al patio”. La predictibilidad ofrece al niño y la
niña una noción del tiempo: primero, segundo, después, más tarde..., sin embargo,
la consistencia no excluye la flexibilidad, ni la espontaneidad.
3. La dimensión relacional Hace referencia a las diversas formas de relación personal y
experiencias de convivencia que se suceden en los espacios educativos
a. Disponer de un espacio que asegure la máxima apertura a los procesos de socialización.
b. Con un clima social positivo, donde las relaciones interpersonales se manejen en un
ambiente de respeto, igualdad, afecto, reglas y normas flexibles construidas entre los
miembros del grupo, que atiendan a sus particularidades; en el cual se consideren los
derechos, sociales, legales, emocionales, educativos y de valores.
Los Ambientes Convencionales son los que se ofrecen en los Centros de Educación Inicial
institucionalizados, maternales y preescolares independientes o anexos a las escuelas
básicas donde se desarrolla la práctica pedagógica con profesionales especializados en
educación inicial y personal de apoyo a la labor de atención integral. En éste se toman en
cuenta muchos factores como el rol del docente como mediador los lineamientos
curriculares, el ambiente de aprendizaje, la evaluación, la planificación; entre otros.
La organización del ambiente de aprendizaje en la atención convencional debe tomar en
cuenta los espacios los cuales deben ser distribuidos y organizados por el docente para que
los niños y niñas se sientan cómodos, fortalezcan actitudes positivas de su cultura, se creen
lazos entre el hogar, la comunidad y la escuela, se satisfagan necesidades fisiológicas, de
seguridad, actividades de juego, recreación y conocimiento que contribuya con su
desarrollo integral y la construcción de sus aprendizajes.
El/la docente o adulto significativo debe poseer las competencias básicas para poder
desempeñarse en el campo de la Educación Inicial y por ende en el nivel maternal. Precisa
tener un profundo conocimiento del desarrollo evolutivo del niño y la niña, de las formas
como aprende, de sus intereses y necesidades básicas, de sus derechos, de sus
potencialidades y de su realidad socio-cultural.
En su quehacer diario, deberá crear para el niño y la niña un ambiente afectuoso, saludable
y de bienestar, en el que se encuentren los elementos necesarios para su aprendizaje,
comodidad, seguridad y alegría.
4. Los respetará a través de un trato cordial, de cooperación, libertad y confianza. Evitará la
sobreprotección para no limitar sus posibilidades y el desarrollo de su autonomía
progresiva. Cuidará su actuación y actitudes frente a los niños y las niñas, ya que el/la
maestro(a) es modelo en muchos de los procesos, como por ejemplo, un adecuado uso del
lenguaje, hábitos, valores.
Establecerá una comunicación efectiva con la familia en pro de mejorar la calidad de la
atención del niño y la niña tanto en la institución educativa como en el hogar. Uno de los
factores que influye en el éxito de todo programa dirigido al niño y niña de 0 a 3 años, es el
esfuerzo de colaboración que se establece entre docentes, padres y familiares.
Todos los días, los/las docentes y adultos significativos observan y dan apoyo a los niños y
las niñas en su diario quehacer pedagógico.
De la misma manera los padres traen sus propias observaciones del hogar, las cuales deben
ser compartidas y discutidas con los/las docentes y adultos significativos. Todo esto con la
finalidad de dar consistencia a lo que el niño y la niña percibe y recibe en el hogar y lo que
realiza en el maternal. Los/las docentes, los padres, el personal administrativo y la
comunidad educativa en general, deben formar una amplia asociación que se aboque a la
educación integral de los/as niños(as) entre 0 y 3 años, asegurando los recursos necesarios
para una atención de calidad. Al mismo tiempo los/as docentes y adultos significativos que
atienden a los niños y las niñas tanto en ambientes convencionales como en no
convencionales, se benefician del trabajo en equipo y del intercambio de ideas,
observaciones y conocimientos que se generan del diario contacto con ellos y ellas. El
equipo se fortalece y se percibe a sí mismo como un grupo cohesionado que se apoya
mutuamente y que comparte las sugerencias en pro del aprendizaje y desarrollo infantil.
El o la docente al organizar el ambiente en un Centro Educativo, debe considerar que éste
atienda a las necesidades y potencialidades del niño y la niña que les facilite la adquisición
de nuevos aprendizajes. Así mismo, tiene la libertad de identificar cada rincón, espacio o
lugar con nombres y/o figuras apropiadas que se relacionen con los procesos, las
experiencias, la edad de los niños y niñas y el contexto social y cultural.
5. La atención no convencional, se brinda en espacios familiares, hogares de atención integral,
ludotecas y otros centros comunitarios de atención infantil.
Estos ambientes deben ser adecuados para favorecer el aprendizaje y el desarrollo. En el
hogar donde vive el grupo primario del niño y la niña es importante ubicar espacios
claramente definidos, para el juego, el descanso, la alimentación, atendiendo a la edad o a
las actividades que se planifiquen durante la rutina diaria.
La ludoteca como una estrategia no convencional de Educación Inicial, se concibe como un
espacio comunitario de encuentro entre adultos, niños y niñas, en el que a través del juego
se puede desarrollar una experiencia educativa.
La Educación Inicial en Venezuela tiene como antecedente a la Educación Preescolar, que
se oficializó como primer nivel del sistema educativo nacional a través de la Ley Orgánica
de Educación en el año 1980.Seguidamente se operacionales a través del currículo
implementado en el año 1986, donde se planteaba que el niño y la niña son el centro y
autores de su propio aprendizaje, conceptualizado como un sistema humano, integral,
activo, abierto en el cual todos sus elementos interactúan, planteamientos basados en el
desarrollo integral de la población infantil entre3 y 6 años. En tal sentido la atención del
niño de 0 a 3 años queda en manos de la modalidad de atención no formal o no
convencional, específicamente esta población era atendida por la familia y grupos
comunitarios.
Con respecto a las políticas educativas vigentes en los actuales momentos, Venezuela
construye un modelo de desarrollo para el cual el sistema educativo, en su conjunto,
constituye una esfera vital y un elemento articulador de la nueva matriz política, social y
cultural, por cuanto se vive un momento histórico en que la educación está en discusión, y
se está haciendo uso de una metodología participativa de construcción colectiva del
currículo, para garantizar una educación integral en todas las etapas de la vida y el
desarrollo de un ser social. Es decir, lograr una educación que sea útil desde la infancia
hasta la vejez.