El acné es una enfermedad de la piel muy común en adolescentes. Aunque normalmente desaparece con el tiempo, es importante tratarlo para prevenir cicatrices. Los tratamientos actuales controlan la enfermedad pero no alteran su curso natural. El tratamiento depende de la gravedad y se enfoca a destruir los mecanismos causantes. La mayoría de pacientes con acné se deben tratar en atención primaria.