La arquitectura bizantina y paleocristiana empleaban materiales pobres en el exterior pero lujosos en el interior como mosaicos, mármoles y láminas de oro. La arquitectura bizantina se inició en el siglo IV y dio mayor elevación a los edificios mediante el uso de cúpulas. La arquitectura paleocristiana surgió en Siria y Egipto y produjo los primeros monumentos arquitectónicos en cementerios.