El arte psicodélico está inspirado por las experiencias alucinógenas producidas por drogas como el LSD y el peyote. Se caracteriza por el uso de colores brillantes, formas geométricas y la distorsión de la percepción de la realidad. Surgió en la década de 1950 y alcanzó su apogeo en la década de 1960 como parte del movimiento hippie, utilizando drogas que alteraban la realidad.