Aumento de impuestos a bebidas azucaradas reduce consumo
1. Alumno: Camilo Gonzales del Valle Donayre
Profesora:Evelyn RondónJara
Tema: La elevación de los precios de las bebidas
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En los últimos años, se ha podido observar el incremento del índice de mortalidad en
jóvenes y niños en su mayoría por enfermedades de diabetes y obesidad en el Perú,
lo cual genera un llamado de atención por parte de la Organización Mundial de la
Salud (OMS). Por lo tanto, surge la siguiente pregunta: ¿el Gobierno debería subir los
impuestos de las bebidas azucaradas? En mi opinión, el Gobierno sí debería
aumentar el precio de las bebidas. A continuación, presentaré las razones que
sustentarán mi postura.
El Gobierno debería aumentar los impuestos hacia las bebidas azucaradas, porque
reduciría su consumo excesivo. En primer lugar, tenemos el caso peruano. La
estrategia tomada por el presidente Martín Vizcarra de modificar la tasa del Impuesto
Selectivo al Consumo (ISC) de las bebidas azucaradas, en coordinación con el
Ministerio de Salud y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), ha tenido como
resultado la disminución de los costos que implica el tratamiento de enfermedades
como la obesidad y la diabetes.
En segundo lugar, este aumento del precio genera una reducción en el consumo de
las familias de bajos recursos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma
este hecho, ya que las diferentes bebidas azucaradas son de fácil acceso para
jóvenes y niños de bajos recursos, normalmente en zonas urbanas. Por ello, esta
estrategia crearía condiciones más óptimas para el cuidado de la salud. En
consecuencia, el índice del consumo excesivo de las bebidas azucaradas reduciría
sus cifras, lo que beneficiaría a varios países, en este caso Perú.
En conclusión, la estrategia de aumentar los impuestos de las bebidas azucaradas
reduciría su consumo excesivo, ya que la estrategia elaborada por Martín Vizcarra
reduciría los costos para el tratamiento de enfermedades y crearía condiciones más
favorables para la salud de las familias con recursos bajos. Ante este panorama,
considero que es vital esta estrategia para la reducción del índice de mortalidad de
jóvenes y niños en su mayoría de enfermedades como la diabetes y la obesidad, que
da como consecuencia el desarrollo de afecciones al corazón, cáncer y entre otros.
De esta manera, progresivamente, se desarrollaría una sociedad más saludable y
capaz de abstenerse a los productos dañinos.