El aula invertida es un modelo de enseñanza introducido en la década de 1990 por Eric Mazur de Harvard, donde los estudiantes exploran contenidos fuera del aula con recursos multimedia y construyen conocimientos, mientras que el aula se usa para resolver dudas y profundizar con el apoyo del profesor. Se ha aplicado con éxito desde la universidad hasta primaria en Manabí, Ecuador, mejorando el rendimiento y motivación de los estudiantes en diferentes asignaturas.