Benjamin Britten compuso su Guía de orquesta para jóvenes en 1946 para acompañar una película educativa sobre los instrumentos de la orquesta. La obra toma una melodía de Henry Purcell como tema principal y presenta variaciones individuales para cada sección de la orquesta, mostrando cómo suena cada instrumento. La obra concluye con una fuga polifónica interpretada por toda la orquesta y luego retoma el tema principal.