Las buenas prácticas de manufactura son principios básicos de higiene para la manipulación, preparación, envasado, almacenamiento, transporte y distribución de alimentos. Incluyen la limpieza e higiene personal de los manipuladores de alimentos, el almacenamiento de productos en áreas limpias para evitar contaminación, y el transporte y distribución de alimentos bajo condiciones que protejan contra contaminantes físicos, químicos y microbianos.