El documento describe las buenas prácticas de inclusión de una organización, incluyendo un abordaje territorial y hospitalario, acompañamiento a espacios educativos, formación a redes comunitarias, potenciación de capacidades locales, apoyo ante violaciones de derechos, voluntariado, talleres sobre inclusión, y espacios de participación para promover la inclusión social y combatir la desigualdad y exclusión.