Un sistema de contabilidad bien diseñado ofrece control, compatibilidad, flexibilidad y una relación costo-beneficio aceptable. La información contable debe ser comprensible, útil y confiable. Un sistema de contabilidad debe permitir el ingreso de datos a través de comprobantes de diario y realizar funciones como el registro de transacciones, preparación de asientos contables y estados financieros de manera automática.