Este documento analiza el caso real del accidente de la NASA en 1986 cuando el transbordador espacial Challenger explotó poco después del despegue. Resume que el error fue de todos los controladores de vuelo ya que, a pesar de ver fallas en los sistemas, continuaron con el lanzamiento sin corregir los problemas o detenerlo. El líder del equipo tiene la mayor responsabilidad porque autorizó el lanzamiento sin asegurarse de que todo funcionara correctamente. El accidente se pudo haber evitado realizando pruebas y correcciones a los sist